Una de las lecciones que la existencia nos invita a experimentar a repetición es el desarrollo de la confianza.
Eso sucede porque nuestra fe es inconstante. A pesar de que la vida nos dé innumerables demostraciones de que, cuanto más confiamos, más nos responde de forma amorosa, nuestra memoria es absurdamente frágil.
Y, a cada circunstancia desafiante, preferimos dar oídos a la mente, aquella parte de nosotros que está siempre haciéndonos dudar de nosotros mismos y de la abundancia del Universo.
Por esa razón, es fundamental que cultivemos conscientemente el recuerdo de todas las veces que vivimos la experiencia de la confianza absoluta y de la respuesta que obtuvimos con esta actitud, cuando la magia de la vida se presentó trayéndonos lo que necesitábamos, en el momento exacto, ni antes, ni después.
Aquellos que aún no tuvieron la oportunidad de vivir esta experiencia, tal vez estén escépticos al respecto. Pero es exactamente así que sucede aquello que denominamos milagro.
Es simplemente la respuesta de la existencia a nuestra total aceptación de su amor. Esta viene, inevitablemente, cuando nos relajamos, demostrando al Supremo Poder Creador la seguridad de que él proveerá todas nuestras necesidades.
Mientras este aprendizaje no esté profundamente arraigado en nuestro ser, la vida continuará trayéndonos desafíos que nos obligan, una vez más, a probar nuestra capacidad de confiar.
"La confianza solo será posible si primero tienes confianza en ti mismo. Esto debe comenzar a suceder dentro de ti. Si tienes confianza en ti mismo, podrás tener confianza en mi, podrás tener confianza en las personas, podrás tener confianza en la existencia. Pero, si no tienes confianza en ti mismo, entonces, nunca más será posible tener confianza en nadie más.
Un hombre que confía en si mismo es un hombre independiente. Es imposible hacer previsiones a su respecto, él se moverá conforme su voluntad. La libertad será su vida. Confiará cuando siente, cuando ama y, en ese caso, su confianza contendrá en si una gran intensidad y verdad.
Entonces su confianza será viva y autentica y él estará listo para correr todos los riesgos por su confianza, pero solo y apenas cuando la siente, apenas cuando es verdadera, apenas cuando toca su corazón, apenas cuando toca su inteligencia y toca su amor". Osho