¿Amas tu vida? Esta es una pregunta esencial que deberíamos hacernos todos los días, cada mañana.
La respuesta que oigamos en nuestro interior será determinante sobre lo que haremos de aquel día y de todos los que seguirán. ¿Cómo los viviremos? Colmados por un sentimiento de gratitud o, al contrario, por el desánimo y la amargura.
Amar la vida propia, honrarla y dignificarla significa reconocer tu valor y no desperdiciar ni un minuto de esta oportunidad que te ha sido ofrecida, la de estar aquí, ahora.
Aunque en el momento presente las condiciones de tu vida te parezcan desfavorables o menos perfectas de lo que te gustaría, este hecho no debería influenciar en tu sentimiento de amor por la existencia.
Cuando éste sentimiento está presente, se vuelve un factor esencial para que continúes buscando alcanzar un estado de paz, serenidad y alegría interior, no importa lo que suceda exteriormente.
Independiente de las condiciones momentáneas de la vida, podemos mirarla con una mirada amorosa y grata, si somos capaces de encontrar, aún en circunstancias adversas, pequeños momentos bendecidos. Y esto dependerá, fundamentalmente, de la dimensión del amor que sentimos por nuestra vida.
No le pidas la felicidad a nadie.
Nadie puede dártela.
Solamente tú eres capaz de darte este regalo.
Es un regalo tuyo. Osho