Vivir no se resume apena a encarnar un cuerpo físico. Este misterio que es la existencia, puede ser apenas el caminar de la cuna a la tumba o una experiencia mucho más significativa.
Todo depende de la forma como decidimos emprender este viaje. La motivación es, a mi ver, lo que hace la gran diferencia. Felices aquellos que, en algún momento, descubren dentro de si la capacidad de vivir con entusiasmo y pasión.
Cuando estos sentimientos están presentes, dirigen cualquier acción, elección o actitud que necesitamos emprender. Y, seguramente, hacen que la vida adquiera otra dimensión.
Esto no significa que precisamos imponernos objetivos grandiosos, al contrario, muchas veces lo que nos anima e incentiva a seguir adelante son metas simples, para las cuales no es exigida ninguna habilidad excepcional.
El secreto es descubrir lo que hace vibrar el corazón de modo intenso.
Estas percepción nace de la conciencia del valor intrínseco a cada ser humano y del reconocimiento de los propios talentos y aptitudes que están, muchas veces, reprimidos por el miedo, la inseguridad y la falta de confianza.
Cuanto mayor sea la capacidad de que encontremos, a cada momento, motivación y entusiasmo para seguir adelante, superar desafíos y descubrir nuevas facetas de la existencia, más chances tendremos de llegar al final de la jornada con un intenso sentimiento de que cada segundo valió la pena.
.deposita todo a los pies de la vida, nada más es valioso. No sacrifiques tu vida por pequeñas cosas -dinero, seguridad- nada de eso tiene valor. Cada un debe vivir su vida tan plenamente cuanto posible, solamente entonces, surge la alegría, solamente entonces el desbordamiento de la gracia divina se vuelve completamente posible. Osho