Para algunas personas el acto de elegir es un desafío gigantesco. Cuando necesitan tomar una decisión que involucra dos posibilidades, dos caminos o la satisfacción de dos necesidades, se quedan paralizadas.
El miedo de equivocarse es un atributo típico de la inmadurez, la persona inmadura quiere abarcarlo todo, sin renunciar a ninguna posibilidad. Para que esto sea posible, hará todo para huir de la responsabilidad.
Pero como la vida es hecha de elecciones -aunque la mayoría de ellas pueda ser trivial-, cuando una elección realmente decisiva se impone, el resultado para el inmaduro es siempre la duda, la parálisis y el estancamiento.
Decidir con serenidad significa estar consciente de los resultados de la elección y, principalmente, estar dispuesto a pagar el precio que sea necesario por ésta.
En estos momentos, la voz interior, aquella que intenta imponerse sobre el miedo y la inseguridad, es la única guía con la que podemos contar. Confiar en ella y seguir su designio es lo que nos garantizará experimentar ese estado de ser que conocemos como felicidad.
"Estás infeliz porque elegiste una actitud equivocada ante la vida. Puedes ser feliz si eliges la actitud correcta. Buda le da mucha atención a la actitud correcta. Hace de esto una base, una fundación: actitud correcta. ¿Qué es una actitud correcta? ¿Cuál es el criterio? Para mí, este es el criterio: la actitud que te hace infeliz y miserable es la actitud incorrecta. El criterio es subjetivo, tu felicidad es el criterio" . Osho