Ésta es una pregunta que nos hacemos, especialmente en momentos desafiantes, en que nos sentimos impotentes ante los acontecimientos.
Cuando creemos que la vida es controlada por nosotros todo el tiempo la realidad nos sorprende trazando nuevas directrices totalmente diferentes de las que habíamos imaginado, la primera reacción es el inconformismo y, en muchos casos, el enojo y la victimización.
En la medida en que vamos aprendiendo a relajar en cada momento con lo que se presenta y buscamos comprender cual es el propósito de la existencia en traernos aquella situación, ocurre un cambio inesperado en los rumbos que la vida va tomando.
Si conseguimos tener percepción de lo que la circunstancia tiene para enseñarnos, podemos si, estar en el control, sin que sea necesario luchar o hacer cualquier tipo de esfuerzo exagerado para esto.
Transformar cada momento en una oportunidad de crecimiento interior nos lleva a lidiar con la vida no más como una enemiga, sino como una compañera amorosa, que siempre busca traernos las experiencias que necesitamos para alcanzar más consciencia.
Así, de a poco, vamos aprendiendo a percibir cuando es la hora de actuar y cual es el momento en que necesitamos apenas fluir de modo confiado, aguardando lo que la existencia nos reservará.
Oír la voz interior, aquella que se expresa a través de la intuición, es un aprendizaje esencial, pues es a través de ella que vamos obteniendo los insights que nos llevan a percibir con claridad cuando es le momento de actuar, tomar iniciativas, plantar semillas.
Después, es confiar en la existencia y en las cosechas que ellas nos traerá. Sin esta entrega, nada puede ser materializado. La ansiedad, el miedo, la inseguridad y la falta de fe, son hierbas dañinas que destruyen nuestras semillas y las llevan a morir, antes aún de germinar.
El adobo para que nuestros sueños se materialicen es la seguridad de que la vida siempre responde de modo afirmativo a aquellos que creen en ella, trayendo oportunidades, asociaciones y encuentros significativos. Nuestro papel es estar abiertos y receptivos.
.Siempre que alguien está confiando lo suficiente, Dios se revela, abre sus misterios. Esos misterios no son desvendados debido a tu curiosidad, esos misterios son desvendados debido a tu confianza.
Recuerda: conocimiento, información, todo eso es prestado, nadie te da conocimiento alguno. La verdadera religión nunca sucede como conocimiento, sino como revelación.
Entonces, simplemente vuélvete cada vez más silencioso, receptivo, cada vez más femenino y suave, de repente, cosas comenzarán a ser reveladas,
provenientes de alguna energía desconocida. Y percibirás que no hay profesor.
La propia vida se vuelve la maestra. Osho
Publicado por Elisabeth Cavalcante
em STUM WORLD
