Como tú, yo siempre he tenido unas cuantas dudas sobre la mediumnidad. No pretendo aquí dar por concluido el asunto, sino que intento ampliar la visión sobre el tema.
Sin creencias doctrinarias o exceso de espiritualidad sin explicación plausible. No es posible continuar creyendo sin cuestionamientos.
Estamos evolucionando y necesitamos informaciones más precisas, coherentes y abarcadoras sobre quiénes somos y qué tenemos para aprender. Pese a todo, no te olvides de que para que entendamos algo más, es necesario que salgamos de la estrechez materialista. Y comprender que la mediumnidad no es asunto religioso…
Ya basta de separar la espiritualidad de la ciencia, esto ya no tiene sentido. Tenemos que crecer y vencer las barreras de la mismidad a que tantos se aferran por comodidad o falta de algo mejor. Desde tiempos remotos, la mediumnidad de sanación forma parte de la historia, y está presente en diversos pasajes, en todas las partes del mundo.
Jesús, el gran médium sanador, en diversas oportunidades cuando estuvo encarnado, sanó a los enfermos y nos mostró que todos somos médiums de sanación. En aquel período, no podíamos comprender totalmente sus mensajes y milagros, pero hoy ya tenemos más condiciones y consciencia para reconocer nuestro potencial para la curación o para la enfermedad.
Antes de la aparición de la medicina terrena tal como la conocemos, chamanes y curanderos ya se conectaban con el mundo sutil. Utilizaban las hierbas y todos los elementos constantes en la Naturaleza, unidos a la espiritualidad y su mediumnidad de sanación para sus prácticas.
Mencionando el Oriente, hace milenios, más específicamente en China, los médicos de pies descalzos, así llamados por no tener formación médica clásica, eran los antiguos sanadores. Ellos poseían el conocimiento de las técnicas orientales de la acupuntura entre otras modalidades. Comprendían la interacción humana con la Naturaleza y la energía vital Ch'i que todo lo pone en movimiento.
La energía vital es el eslabón entre el mundo terreno y el espíritu. La medicina tradicional china actúa en este cuerpo sutil, en las emociones y pensamientos, restableciendo el flujo energético saludable que resulta en curación para el cuerpo físico. Ella entiende la integración que hay entre la salud y el estado de espíritu. No obstante, la visión holística del ser ha ido cediendo lugar a las limitaciones de la visión parcial mecanicista occidental. Y todo lo que no era visible a los ojos humanos pasó a la esfera de la religión y del espíritu. Se ha partido al medio el ser, y nos hemos desconectado de nuestra esencia.
La mediumnidad de sanación es la capacidad que traemos, intrínseca, para manipular la energía vital en nuestro cuerpo y a nuestro alrededor. Los espíritas llaman a esta energía ectoplasma. Como un canal que la asimila y la distribuye para sí y para el prójimo, el médium de sanación opera en el campo sutil, en el cuerpo etérico o vital. Como un filtro, conduce el ectoplasma que contiene, emanándolo para aquellos que se encuentran enfermos. Partiendo del principio de que las dolencias son fruto de desarmonías de nuestro campo áurico, que se instalan posteriormente en el campo físico, podemos comprender con más facilidad la mediumnidad de sanación.
El ectoplasma proveniente del médium sanador, cuando en contacto con el campo áurico del enfermo, actúa reparando deficiencias y disolviendo estancamientos, como medicamento eficiente. Pese a todo, es importante saber que la sanación definitiva se procesará solamente si el enfermo hace su trabajo de auto-transformación. Esto impone un cambio en las creencias y patrones vibracionales que nutren su ser interiormente, y su conexión con la Naturaleza por la alimentación, respiración, actividades físicas.
El médium sanador puede trabajar solo o en conjunto con otras consciencias espirituales. Algunas personas poseen una capacidad mayor para captar y distribuir ectoplasma, dependiendo de la condición de sus chakras. Mientras que algunos médiums absorben las energías ajenas y enfermas con facilidad, el médium sanador tiene un exceso de ectoplasma, que fluye naturalmente hacia los demás sin contaminarse con los fluidos deletéreos del enfermo.
En la película “La Milla Verde – Milagros Inesperados” con Tom Hanks como Paul Edgecomb y Michael Clarke Duncan como John Coffey, Paul es curado por John. En la escena, el sanador asimila para sí la dolencia y después la expele. Sinceramente, no considero este método el mejor modo de curar. Es peligroso, porque el médium absorbe la enfermedad para sí, antes de disolverla.
Muchos médiums, trabajadores de casas religiosas, no saben cómo se procesa la curación y en su inocencia, se perjudican mucho más que se benefician o ayudan al prójimo, creyendo que la espiritualidad pueda hacer todo el trabajo. No sucede así. El médium sanador debe estar preparado para curar, no basta solamente su buena voluntad. La sintonía vibratoria del médium y la condición de sus chakras es lo que caracteriza al verdadero médium sanador.
Chakras que giran más intensamente en el sentido contrario a las agujas del reloj son captadores, y definen a los médiums “esponja”. Contrariamente, los chakras girando en el sentido horario denotan la capacidad de hacer fluir hacia el prójimo su energía. Diferentemente de lo que muchos creen, el giro y la apertura de los chakras están bajo el dominio del espíritu y se comportan conforme a nuestra voluntad. El médium sanador eficiente sabe cómo manipular la energía y sus propios chakras.
El síntoma más evidente del médium de sanación que no desarrolla su trabajo con el ectoplasma, el cual tiene en demasía, es la formación de miomas, quistes, nódulos, inflamaciones y otras dolencias relacionadas con el estancamiento energético por exceso. Todos somos sanadores, aunque para desarrollar este don es necesario acceder al patrón vibratorio saludable. Captar energía, utilizarla para sí y aún tener de sobra para ayudar a curar a otro. Esto no es tarea fácil. Exige estudio, entrenamiento, dedicación y principalmente autoconocimiento.
En la película Nuestro Hogar, vemos al médico André Luiz, después de su desencarnación, ir para un hospital a trabajar. Equivocado, creyendo que sus conocimientos terrenos eran suficientes, es prontamente interrumpido por otros auxiliares en su tarea. De nada vale su credencial del mundo de los encarnados para actuar en la sanación de los espíritus desencarnados… Cuando unamos el conocimiento de la ciencia materialista al de la ciencia holística, estaremos en el verdadero camino hacia la curación.
El médium de sanación que trabaja con los amigos espirituales puede hacerlo por incorporación o tan sólo por la asociación intuitiva. El tipo de procedimiento es particularizado conforme al conocimiento y la tarea que ambos se proponen desarrollar. Se recuerda que el ectoplasma empleado para la sanación proviene del espíritu encarnado, o sea, del médium sanador.
Al curar al prójimo, nos curamos a nosotros mismos. Salimos de la energía del egoísmo que nos encarcela en los variados trastornos de la mente y del corazón.
Aprendemos el auto-amor y el amor al otro. La mediumnidad de sanación es innata y se convierte en vehículo de amor cuando nos convertimos en compasión. Esta es la enseñanza que Jesús nos dejó.
Namasté
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