Si crees que ya lo has visto todo en materia de seducción, fíjate en lo que hay por ahí y que quizá aún no sepas.
De entre las violencias existentes, ciertamente la violencia psicológica es la más difícil de detectar y como existe mucha manipulación de verdades como el famoso gaslight*, las víctimas corren el riesgo de que pase un tiempo largo en demasía antes de tener la certidumbre de lo que está ocurriendo en sus vidas.
El abuso emocional es una de las formas de violencia más devastadoras que pueden existir en la vida de alguien, por tanto, cuanto más pronto se puedan saber detalles sobre la persona con la cual uno se está envolviendo, más asegurada queda la protección en todas las áreas de la vida.
Al comienzo de una nueva posibilidad afectiva, mantén una cierta distancia, atendiendo a no caer en una observación ciega, contaminándote por tus propias pasiones y deseos. Como regla general para evitar la caída en alguna trampa afectiva, siempre es bueno tratar de saber todo lo que se pueda sobre la vida de ese otro que está empezando a entrar en tu intimidad. Conoce sus historias de vida, sus orígenes, familia, medio social y trabajo; ese movimiento inicial puede valerte la vida. Observar con cierto distanciamiento todo cuando él pueda contar sobre su propia historia, sobre sus ex, si habla muy mal de las otras al mismo tiempo en que se pone por víctima en sus historias de vida e, inclusive, si te cuenta de la mala suerte que tuvo al asociarse con personas que no fueron tan estupendas, serán factores importantes a ponderar.
Fíjate en si las palabras y actos están de acuerdo con el clima emocional que se va instalando en el campo de la seducción y, si acaso notas algo en el aire que en determinados momentos te trae cierto malestar y en otros todo queda tranquilo, pero todavía en medio de un clima de inseguridad, lo mejor es no entrar de cabeza en la relación, mientras no tengas más detalles sobre cuándo y cómo este clima sutil y no tangible se manifiesta.
Para los abusadores, pasado el momento de la seducción, donde todo es especial y maravilloso, empieza la fase de la descalificación masiva y del descarte afectivo. Por parte de las víctimas, existe cierta dificultad para percibir lo que está sucediendo porque las situaciones incómodas surgen cuando menos se espera, hasta el punto de quedarse preguntando qué se ha podido hacer para dar lugar a todo aquel mal clima emocional en la pareja. Luego a continuación, como en un juego de muerde y sopla, se ponen tensas entrando en un esquema de autovigilancia, al mismo tiempo en que gradualmente se van sintiendo cada vez más angustiadas y culpables, temerosas de hacer algo que desbarate los breves momentos de paz, que cada vez serán menores. Con toda seguridad, esa es una de las tácticas más perversas de manipulación emocional que existen, pues va confundiendo y debilitando de modo oscuro y altamente perturbador. Ya he oído varios relatos de víctimas diciendo que parecía que había en su pareja dos personas dentro de una. La primera sería increíblemente estupenda y guay en todo, aportando una esperanza de rescate de la paz y la armonía del comienzo de la relación; la segunda, totalmente cambiada, repleta de mal humor, comportamientos explosivos, amenazantes y a menudo intimidatorios.
Tener claridad sobre lo que está sucediendo y romper con el silencio sobre los abusos sufridos no es tarea fácil de realizar, puesto que las víctimas pasan por una especie de lavado cerebral que, secuencialmente, va fragmentando sus psiquismos mediante la inserción de dudas sobre sus propias percepciones.
Para salir de ese ciclo tóxico triunfante, la sugerencia inicial es escuchar la advertencia interna que los mecanismos de sobrevivencia siempre insisten en avisar. Seguidamente, activar de modo crítico los recuerdos sobre exactamente cómo fue el inicio de la relación, lo que se ha dicho y las historias que se han contado; recordarlo todo con detalle y, lo más importante, recordar cómo eras tú antes de la relación.
Aunque te sientas frágil, desesperanzada y triste en este escenario, ten en cuenta que estas son preciosas señales enviadas por tu consciencia, avisándote de que ha llegado la hora de tomar nuevas determinaciones en tu favor.
El auto-rescate y las fuerzas personales se amplían cuanta más lucidez y determinaciones en nombre de la vida se produzcan.
Al notar que algo muy equivocado está sucediendo en tu vida, jamás banalices tales avisos. Actitudes de fortalecimiento por medio de lecturas, conversaciones con amigos y ayuda terapéutica competente siempre son beneficiosas.
Según vayan las evidencias tomando cuerpo, existe la total posibilidad de salir de ese tipo de relación convicta, y si fuese el caso, de ejercer el derecho del no contacto.
Muchas víctimas que están en relaciones tóxicas y en medio de enorme abuso psicológico, necesitan ayuda terapéutica para lograr liberarse de una vez. En algunos casos, abogados y la ley también pueden hacerse necesarios.
Siempre es bueno recordar que las manipulaciones perversas son de difícil detección, pero no de imposible captura.
*Gaslight: es una forma de abuso psicológico en el cual las informaciones son distorsionadas, selectivamente omitidas para favorecer al abusador o simplemente inventadas con la intención de hacer que la víctima tenga dudas sobre su propia memoria, percepción y salud mental.
Aunque el artículo esté escrito en la versión femenina, queda declarado que los hombres pueden igualmente ser víctimas del mismo tipo de situaciones abusivas y pasar por los mismos aflictivos contextos emocionales y con las mismas posibilidades de rescate.
¡Cuanto más despiertos, mejor!
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos