Si bien el mundo está evolucionando de modo más respetuoso en lo que atañe a sexualidad y género, parece que en muchas relaciones todavía impera la cuestión de la lucha por el poder.
El propósito es demostrar quién manda más y ciertas palabras utilizadas, tales como amor, pueden sólo representar la posesión y el poder del uno sobre el otro.
Frases de efecto para los desavisados o demasiado carentes, tales como: “ahora vas a tener quien cuide de ti”, “tú eres mía o mío y de nadie más”, de entrada pueden repercutir como promesas de amor y protección, pero las más de las veces son un marco macabro diseñado sólo para albergar todo tipo de escenas de abuso y violencia.
Todos estamos viviendo un momento sin precedentes en el cual hemos adquirido más consciencia y respeto hacia los espacios de cada cual. Hoy, más que nunca, estar con una pareja es mucho más una elección que una necesidad.
En nuestra actualidad, por tanto, quienes sean rehenes de abuso emocional y de otros tipos de violencia en la relación, pueden incluso ser víctimas de tipos más especializados que otrora, pero aún así la tendencia cada vez más es a que las denuncias y el rescate de uno mismo se produzcan en tiempo récord. La idea es reducir a cero cualquier riesgo de que alguien se meta en un brete así, y que dichos abusadores, personas mental y emocionalmente enfermas, por complejo que pueda ser, también tengan oportunidad de recibir ayuda, aunque en muchos casos esto represente lidiar con los límites que la ley impone.
Como si ese tema fuese una especie de virus emocional, la gran demanda de lucidez empieza a funcionar como un antídoto anti-abuso. El momento es el del despertar para descortinar escenarios abusivos de toda clase. Un fin de ciclo para aquellos que aún intentan perpetuarse de modo ciego en pautas ya decadentes.
Los más potentes ingredientes de este antídoto anti-abuso son: la consciencia del poder, de la fuerza y de la autoestima de cada uno, lecturas y terapias de reprocesado cerebral en EMDR y Brainspotting. Las charlas que refuerzan los conocimientos sobre el tema también tienen un valor inestimable.
Quien cae en el timo de la falsa protección suele pagar caro y con la propia vida. Con el paso del tiempo, la posesión del uno sobre el otro se va volviendo salvaje, sin medida y sin parámetro hasta que el peligro se hace patente.
Las víctimas atrapadas en relaciones de ese tipo necesitan ayuda para despertar y rescatar sus fuerzas. Mientras eso no suceda, inevitablemente caminarán hacia una debilitación y pérdida de identidad sin precedentes.
Cuanto más puedan las personas atrapadas en estas tramas denunciar y abocarse a todo tipo de ayuda externa, más posibilidades habrá de que otras muchas lleguen a enterarse acerca de lo que ocurre dentro de ese drama y no lleguen siquiera a caer en esa trampa.
Si antes había una visión romántica sobre los celos y la posesión del uno sobre el otro, hoy esa cuestión es bastante diferente, y ya no hay espacio para actitudes que se alejen del buen criterio.
Cuando un amigo cercano está pasando por alguna relación que sugiere abuso y violencia, la sociedad como un todo se da cuenta y ya no permanece en silencio, suele revelarle con claridad la situación a la propia víctima, contextualizándola, aportando conocimiento y posibilidad de apoyo.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos