Una respuesta que crea expectativa.
Una sala de espera. Lectura del resultado de un análisis.
Una vida que cambia, sin pedir permiso.
¿Compartimos nuestros miedos?
Nada es mayor que nuestra voluntad.
La ansiedad, la desesperación. No te quitarán tu convicción en el Todo, en el Pleno, en el Abundante.
Lucho por mi vida.
Lucho por mi mental. Me esfuerzo en una programación positiva.
Mi fe plena, vivificada en cada segundo de mi resistencia.
Yo confío en Él, a Él sirvo.
Sus Fuerzas, son mis fuerzas.
Su plenitud, llena mi alma.
No existe la soledad.
Existe la comunión. No hay espacio para el miedo.
Él sabe lo que tengo en mí, lo que siento. Él me tranquiliza, Él reposa Su misericordia en mi vida.
Olvido el miedo. Mi cuerpo, antes paralizado, se ilumina con el recuerdo de su amor por mí.
De Sus cuidados.
¡Yo aún no era "Yo" y Él ya me amaba!
Me amparó en mis primeros pasos.
Me amó indistintamente en todas mis rebeliones, mis ilusiones, mis equivocaciones.
Él siempre ha estado conmigo.
Padre desvelado, hermano más querido.
El Pleno, que por su amor, no sentiré miedo.
Pasaré por todas las dificultades y bajo Su Tutela, venceré una nueva etapa.
Ahora enterada. Consciente. Lúcida y confiada.
Su amor me hizo madurar.
Me ha traído hasta aquí. Y desde aquí me conducirá.
Con gratitud.
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