La comprensión intelectual de la vida es tan sólo un aspecto de nuestra naturaleza. Ella nos ayuda a materializar metas necesarias para nuestra supervivencia, y para la interrelación con otros seres humanos y la naturaleza.
No obstante, el sentimiento es el principal motor que debería dirigirnos, toda vez que en él todo nuestro ser está implicado. Ya sean los positivos, como el amor, la alegría y la confianza, o bien los negativos, como el odio, la cólera, la tristeza, el hecho es que ellos son nuestros más íntimos amigos desde que nacemos.
Una mayor percepción por nuestra parte acerca de lo que sentimos en cada momento, en cada una de las situaciones que vivimos, nos facilitará la elección entre opciones.
El verdadero conocimiento resulta del sentir con totalidad, en lo que fuere que la vida nos presente. Pero es preciso que esto se produzca con plena consciencia.
Si intentamos defendernos por medio de la razón, evitando reconocer y aceptar los sentimientos, ciertamente esa actitud tendrá alguna consecuencia, puesto que ellos seguirán actuando en nuestro inconsciente, aun estando reprimidos de cara al exterior.
Sólo podemos ser verdaderamente libres si nuestras actitudes están ancladas en nuestra realidad interior, ya que esta es la única manera de vivir en total sintonía con la existencia.
"Tu sentimiento y tu pensamiento se han convertido en dos cosas distintas y esta es la neurosis básica. Ese lado tuyo que piensa y aquel lado tuyo que siente se han vuelto dos y tú te identificas con la parte que piensa y no con la parte que siente.
Y sentir es más real que pensar; sentir es más natural que pensar.
Tú naces con un corazón que siente, sin embargo el pensamiento es cultivado, te es dado por la sociedad.
Cuando un niño nace, él es un ser que siente; él siente cosas, pero todavía no es un ser pensante. Él es natural, como todo lo que es natural, como un árbol, un animal.
Empezamos mientras tanto a moldearlo. debe comportarse de acuerdo con determinada ideología, determinados ideales. Sólo así será amado. Sólo puede ser amado si sigue determinadas reglas.
Tales reglas son impuestas, no son naturales. El ser natural da lugar a un ser suprimido y aquello que no es natural, lo irreal, le es impuesto. Ese "irreal" es su mente. Esto crea una situación muy neurótica.
Tú no sabes lo que quieres; ignoras cuáles son tus necesidades reales y auténticas, ya que únicamente un corazón que siente puede darte dirección y significado a tus necesidades reales. Cuándo éstas son suprimidas, tú pasas a crear necesidades simbólicas. Por ejemplo, puedes empezar a comer cada vez más, llenándote de alimento, sin sentirte nunca satisfecho.
Tú tienes necesidad de amor, no de comida.
La comida y el amor, sin embargo, están profundamente relacionados.
Cuando la necesidad de amor no es sentida, o es suprimida, una falsa necesidad de comida se va creando.
Tú puedes continuar comiendo; puesto que la necesidad es falsa, ésta jamás podrá verse satisfecha. Y vivimos entregados a falsas necesidades. Por eso no hay realizaciones". OSHO.
Publicado por Elisabeth Cavalcante
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