Para empezar valga la primera clave, entérate sobre el tema, conoce, respeta y valídate a ti mismo en tus más ínfimas percepciones, aprende a escucharte y aprende a reconocer quiénes son los psicópatas, sus maniobras y sus forma de actuar en el mundo.
Si en una relación afectiva, de trabajo, social o de lo que sea, tú no te sientes tan conectado, pero por la insistencia y persuasión de este otro acabas por envolverte, observa con bastante atención tu mente, tus emociones y sensaciones corporales, y date espacio para que tu intuición hable más alto que todos tus pensamientos y tus "me parece".
Observa si estás siempre justificando y si entras en el clima de seducción buscando minimizar todo lo que no te sienta bien. Observa que, al hacer eso, ciertamente empezarán toda clase de descalificaciones, empezarán en ti mismo desde el momento en que has elegido no tomarte en serio en tus propias percepciones, en tu intuición, que durante toda tu vida es y siempre será tu ángel de la guarda.
Si el abusador aparece y se esfuma, cambia de humor inusitadamente dejándote en el aire, y después de darle muchas vueltas y calentar la cabeza para saber el motivo, cuando le insistes para que se explique, a fin de poder de algún modo apaciguarte y entenderlo, como respuesta él hará un discurso algo convincente; pero has de saber que este patrón de conducta no hará más que empeorar, extendiéndose a las más diversas formas de proceder. Esas tácticas sólo sirven para domar y encuadrar a las presas en rutas avasalladoras de sumisión y derrumbamiento psicológico.
Los abusadores emocionales están, en su mayoría, dentro del espectro de las variables de los psicópatas y según las más recientes investigaciones, de cada cien personas, cuatro se configuran dentro de este perfil; están, por tanto, entre nosotros mucho más de lo que podemos suponer. Ellos saben lo que hacen, pero no tienen conciencia moral, no tienen empatía, o sea, no saben ponerse en el lugar del otro. Tienen habilidad para mirar a los ojos de los demás incisivamente, camuflando seducción, amor, pena, o mintiendo sin siquiera pestañear. Se incluyen en un trastorno de personalidad que se asocia a un narcisismo exacerbado donde no existe espacio para nadie más a su lado, como no sean ellos mismos. Quienes conviven con estas personas perciben claramente que ellos son los que definen la personalidad de los demás, con independencia de lo que éstos puedan ser.
Cuando son acusados de algo, fácilmente invierten verdades e innumerables veces logran hacerse las víctimas.
La mejor herramienta que se puede tener en la actualidad, existiendo un sistema que alimenta ese tipo de perversiones, visto que activa la exacerbación competitiva del culto a lo bello, al estar y salirse bien a toda costa, es el conocimiento sobre el tema, el conocimiento sobre uno mismo y, lo principal, tomarnos en serio adoptando actitudes quirúrgicas cuando notemos que algo, por ínfimo que pueda parecer, no nos sienta bien, nos hurta de nosotros mismos, nos hace sentirnos inestables.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos