Hoy, tus pensamientos en paz vagaron por la tranquilidad de las horas.
Son momentos de descanso.
Pausas necesarias en los corredores del Gran Tiempo.
Que la brisa suave del amor bese tu rostro cansado por el torbellino de los días.
Y traiga de vuelta tu alegría.
Tu preciosa sonrisa.
Que el frescor de los nuevos días renueve tu alma.
Deshaciendo equívocos.
Uniendo corazones.
Que el vendaval traiga las hojas doradas de un nuevo camino.
Que en tu rostro haya sonrisas, cubiertas por las estrellas del horizonte frente a ti.
Camina y encuentra todas las piedras preciosas que ha dejado la Gran Luz, para guiarte.
Sigue en paz.
¡Con gratitud!
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