Tú puedes amar diversas veces durante tu vida, pero ten la seguridad de que si ese amor se acabó es porque nunca fue verdadero. El amor verdadero nunca se acaba, simplemente aumenta a cada instante. Él surge en nuestras vidas cuando menos lo esperamos. Llega sin aviso, dulcemente, inesperadamente.
Amar de verdad significa saber, reconocer y aceptar que nadie es perfecto. Todos tenemos defectos y virtudes. Un amor sincero y verdadero requiere enamorarse de las diferencias, ser tolerante y confiar. Existe complicidad, cuidado, cariño, preocupación, protección, sinceridad, respeto, compañerismo y reciprocidad.
Muchas personas dudan de si él realmente existe. Esto por lo regular sucede después de haber vivido malas experiencias. Pero puedo asegurarte que él todavía existe: puro, genuino, delicado, desinteresado, liberador. El amor verdadero es diferente de la pasión, éste se ocupa de lo grande, de los sentimientos más profundos.
Amar es donarse por completo a alguien. Amar es tomar firmemente la mano del otro y sentir la seguridad suficiente para continuar juntos, enfrentando todo tipo de dificultades y obstáculos. Amar es dormir al lado de alguien que nos hace olvidar cualquier preocupación. Amar es querer el bien del otro siempre, es alentar los sueños y vibrar cuando se alcanzan. Amar es sentir el alma del otro, es deshacerse de todas las armaduras e implicarse a corazón abierto. Amar no es ahorrarse, es donarse por entero.
No te preocupes, cuando el amor verdadero aparezca te enterarás. Ya no habrá "yo voy", sino "nosotros vamos". ¡El amor es transformador!
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