Está claro que es formidable rebasar límites, superar desafíos, ir más allá de lo que te suponías capaz y descubrir que tú eres mucho más fuerte de lo que te creías, ¡es maravilloso!
Rebasar aquello que te limita es, sin duda, un paso que te puede llevar hasta donde siempre has soñado ¡y quizá hasta donde siquiera has podido imaginar! Es para los valientes y los que no abandonan frente a las dificultades.
Se trata de ser resilientes y estoy segura de que ya lo hemos sido muchas veces, si bien siempre habrá más que evolucionar. Y no pasa nada, porque la vida es justamente el ejercicio diario de superar aquello que nos empequeñece. ¡Es exactamente esa dinámica lo que hace factible engrandecernos!
Por otra parte, la vida también es el ejercicio – y para algunos incluso más difícil – de imponer límites. Es el arte de darnos cuenta de cuándo es momento de pararnos y de parar al otro. Es el aprendizaje de decir “no” para, de hecho, respetar las fronteras que definen nuestra sagrada individualidad.
Al fin y al cabo, cuando no reconocemos nuestros límites y, más que eso, cuando no le indicamos al otro hasta dónde puede ir sin violar nuestra integridad, tendemos a perder buena dosis de nuestro potencial para el éxito, y principalmente para la experimentación de la verdadera libertad de ser.
Siendo así, la reflexión que quiero proponer es: ¿cuán firme y seguro te vienes moviendo por la vida, ya rebasando, ya ajustando tus límites?
Si encuentras dificultades para romper con tus miedos o, peor todavía, sientes dificultad para romper con las culpas y decir basta a una situación que está destruyendo tu singularidad, mi sugerencia es que pienses menos y sigas más tu intuición.
Existe dentro de ti una sabiduría que reconoce cuándo es momento de intentarlo de nuevo y cuando es hora de parar. Y parar, en este caso, no significa fracasar, sino hacer honor a tu derecho de ser en el mundo. De posicionarte cada vez con más equilibrio en todos los sentidos.
Para escuchar esa sabiduría, en el momento de la duda, ponte quieto. Deja en silencio la voz y la mente. El secreto no está en entender o tener todas las respuestas. El secreto está en sentir, y la verdadera respuesta está en la sutileza de tu alma.
Por tanto, ya rebasando o imponiendo límites, es imprescindible que sepas lo que es acertado para ti. Que sientas tu verdad. Haz lo que sea preciso. Y sé auténtico, firme y amable. Porque eso no es más que reconocer tu merecimiento como hijo del Universo.
Rosana Braga é Especialista em Relacionamento e Autoestima, Autora de 9 livros sobre o tema. Psicóloga e Coach. Busca através de seus artigos, ajudar pessoas a se sentirem verdadeiramente mais seguras e atraentes, além de mostrar que é possível viver relacionamentos maduros, saudáveis e prazerosos.
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