Todos hemos pasado ya por muchas decepciones y frustraciones a lo largo de nuestra andadura. Con el paso del tiempo nos volvemos recelosos con todo y con todos. Muy normal, pero no podemos ser dominados por el miedo. Por temor a los riesgos, fracasos y frustraciones podemos acabar inconscientemente con nuestras realizaciones. O sea, el miedo es la causa mayor del auto-sabotaje. No nos consideramos capaces ni merecedores de victorias, éxito y felicidad.
Lo desconocido nos da mucho miedo. "¿Irá todo bien? ¿Qué pasará? ¿Tendré éxito?" Ese miedo nos hace mantenernos en nuestra "zona de confort". Muchos permanecen estancados en su vida porque se dejan amedrentar por esa sensación de inseguridad.
¡Detente y reflexiona! ¿Cómo es vivir sin arriesgar? ¿Vivir sin intensidad? ¿Vivir con miedo? Eso vivir de forma más o menos, sin aquel frío en la barriga o adrenalina. Se pierden oportunidades increíbles por culpa de esa inseguridad. El miedo es el mayor estorbo para alcanzar tus sueños y objetivos.
La vida se ha hecho para arriesgarse, intentar vencer, no flojear. Ten valor y agradece diariamente la oportunidad de volver a empezar. Sin amarguras, sin miedo y sin recuerdos del pasado. Lo que pasó ha servido de aprendizaje ¡sólo eso! Y recuerda, nadie es culpable por sus decepciones o frustraciones. ¡Madura! Vive intensamente a corazón abierto, sin temores. Puede parecer difícil, pero no lo es. ¡Libérate!
El miedo no conduce a parte alguna. Todo lo contrario, te privará de realizaciones y momentos únicos. ¿Qué tienes a perder? ¡Nada! Quien pierde eres tú. ¡Así de sencillo! Sólo serás verdaderamente feliz cuando te liberes de todos los miedos. ¡Olvida lo que ya pasó y vive! ¡Arriesga! Las decepciones no matan, enseñan a vivir!
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