Bienamados, esta vez sugiero e invito a buscar la comprensión de la fuerza y del poder que emana directamente de la fuente, la mente de Dios.
Para ello os invito a reflexionar sobre lo poco que sabemos conscientemente sobre nosotros mismos, sobre el Creador, y así llegar a un punto común de concordancia.
Bien sabemos que siendo creados por la inteligencia superior del universo (Dios) somos semejantes, al menos en parte, por la fuerza que nos creó.
Sí, somos semejantes porque no hemos podido ser creados de la nada, sino únicamente por la fuerza, voluntad o intención suprema; y así tenemos en nosotros aquel destello divino original desde nuestro primer momento de existencia.
Entonces, a partir de este punto de inflexión podemos entender que, teniendo en nosotros esa partícula de Dios, el destello de Su mente que dio origen a la intención de crearnos, es perfectamente aceptable decir que podemos conectarnos con la fuente que es el gran Dios únicamente solicitando sinceramente que Su mente creativa establezca una conexión, un canal de comunicación con nuestra mente individuada.
Bien, así afirmo que podemos solicitar esa conexión de forma clara y consciente y abrir nuestra mente para recibir las respuestas a todas las cuestiones siempre que lo deseemos sinceramente.
Amados, no importa la religión, cultura, idioma o nación, basta la intención clara, confiada y sincera de conectarse con la mente creativa de Dios.
Cuando nos ponemos en oración sincera y profunda, podemos decir claramente en nuestra mente: "Yo solicito a la mente creativa de Dios las respuestas y soluciones para estas cuestiones". Entonces las mentalizamos y así estaremos creando un puente que nos ligará a la fuente de toda sabiduría; y desde ahí aguardar con confianza una intuición, un encuentro casual, o como se suele decir: dejarlo en manos de Dios y esperar a que nuestra petición sea atendida.
Por tanto, hermanos y hermanas, reflexionad que es en los momentos de dificultades, aflicciones e inseguridades de la vida cuando estamos más preparados para poner en acción la mente creativa de Dios, que por semejanza nos dará las respuestas que necesitamos, porque las ideas se aclararán, nuevos pensamientos creativos llegarán y con esa sabiduría recibida saldremos victoriosos.
La sugerencia aquí y ahora es confiar, creer y tomar la iniciativa de conectarse con la mente de Dios, y ser felices.
Que la paz y la sabiduría de la mente de Dios os iluminen en vuestras jornadas.
João Sposito - Brasilia - DF
Julio 2019
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