Hay días en que puedes despertar con unas enormes ganas de volver a la cama, y un gran vacío empieza a apoderarse de tu corazón, produciéndote un enorme cansancio. Las piernas duelen, la cabeza pesa e imaginas el día difícil que tendrás por delante.
Cuando te encuentres así, respira profundamente, habla con Dios desde tu corazón y busca fuerzas para convertir un día que supones difícil en un día repleto de victorias.
A veces una buena y revitalizadora ducha, oraciones y pensamientos elevados, aparte de una buena y agradable música, pueden ayudar a la recuperación.
Es importante cambiar los muebles de sitio alguna vez, y poner tu ambiente de reposo lo más agradable posible, preferiblemente bien ordenado y limpio.
El orden es uno de los signos de evolución, entonces, sé ordenado o aprende a serlo, aunque no tengas demasiada disposición y vocación para ello.
Tu vida cambiará a mejor.
El modo que tienes de cuidar tu espacio puede ser el mismo para cuidar tu cuerpo.
Trabajar y vivir es una bendición de Dios y siendo así debemos siempre agradecer cada oportunidad creada y concedida.
Pero el ser esclavos del trabajo es un veneno para el cuerpo y para el alma, y siendo así, invierte en esparcimiento también, por tanto, camina al aire libre, ve al náutico, anda en bici, escribe, haz manualidades, viaja, charla con los buenos y verdaderos amigos y ten la seguridad de que las buenas ideas pueden aparecer en momentos inesperados.
Practica alguna vez el Ocio Creativo, que es abrir los canales de la mente y del espíritu para aprender cosas nuevas en momentos considerados de puro esparcimiento.
Presta atención a lo que sucede a tu alrededor.
Deseo siempre un buen descanso, repleto de creatividad.
Buenos pensamientos y salud.
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