La fuerza de una “Pasión Antigua” fue cantada por Tim Maia con esta letra de Marcos y Paulo Sergio Valle:
“Pasión antigua siempre nos conmueve es tan difícil de olvidar
Basta un encuentro por casualidad y pronto comienza todo otra vez
Al verte parece que el corazón va a saltar
Por mi cuerpo, nostalgias en todo lugar”.
En los últimos días supe de varias historias de reencuentros, después de 5, 10 y hasta 25 años... Los protagonistas de “re-amores”, quedan así sorprendidos, aún más apasionados y creyentes de que fueron hechos el uno para el otro. Realmente, hay algo de mágico en los reencuentros, en la reviviscencia del amor. Hay algo tal como maktub, como si nada pudiese impedir que el destino se cumpliese.
Casi una poesía. Me siento tentada a transformar este texto en un poema cadencioso, rociado de la esencia de tales historias, tales “re-encendimientos” de afectos. Quiero dedicarlo a quien se entrega, a quien se permite, a quien - aún muriendo de miedo - no deja que los años le quiten la capacidad de creer que el amor no tiene edad, no tiene tiempo, no tiene distancia. Acontece a despecho de las marcas en el cuerpo, de los dolores resecos, de las desilusiones que hasta podrían haber amargado todo el resto de sus vidas... pero no, porque se supieron interminablemente amantes.
Quiero hablar de resurrección color de rosa, de despertar de almas adormecidas por el preconcepto de que la edad deshabilita un corazón, sea de hombre, sea de mujer. Quiero hacer un tributo al recomenzar, a la chance que cada uno puede darse de intentar nuevamente, de reencontrarse, sea con un amor antiguo, sea consigo mismo, tan viejo conocido, tan displicentemente abandonado.
Porque nada puede doler más que el descreer en el amor. Nada puede arrugar tanto a una persona, con alma y todo, que el desistir de amar. Sé que, muchas veces, los años pueden sofocar los deseos, encubrir los sueños, transformar las prioridades.
Sin embargo, de la misma forma, sé que el “amor es fuego que arde sin ver, es herida que duele y no se siente”, casi convenciendo a quien mira desde afuera de que ya no existe más en determinados corazones. En algunos casos, hasta nos parece que nunca existió. Pero eso no es, de hecho, una verdad! Continua ardiendo, continua latiendo, continua doliendo. “Basta un encuentro, por casualidad, y pronto comienza todo otra vez”!
Déjese recomenzar. Provoque un encuentro casual. Reencuéntrese en una plaza a la que usted no va desde hace tantos años... Re-enamórese de si mismo. Vista aquel viejo talleur de motitas, aquel traje casi sin botones, de tanto tiempo sin salir del armario. Arriesgue un color más oscuro para sus labios, una corbata más atrevida, unos zapatos más coloridos, una loción para después de afeitarse diferente... o la misma de siempre. Arriesgue. Apenas arriesgue y deje el amor resurgir en una antigua sensación de felicidad.
Rosana Braga é Especialista em Relacionamento e Autoestima, Autora de 9 livros sobre o tema. Psicóloga e Coach. Busca através de seus artigos, ajudar pessoas a se sentirem verdadeiramente mais seguras e atraentes, além de mostrar que é possível viver relacionamentos maduros, saudáveis e prazerosos.
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Publicado por Rosana Braga
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