Cuando recibí el acuse de que una correspondencia había llegado a mi correo electrónico, sentí necesidad de leerla. Confieso que eso no es normal, pues siempre ocurre y al final dejo para abrirla después. Hoy ha sido distinto. Había un llamado en el acuse. Fue fácilmente identificado. Es siempre así cuando el Universo quiere. Ellos encuentran una manera para que se comuniquen con nosotros.
Dejé lo que estaba haciendo y fui hasta mis mensajes. Eran exactamente las 23:17 del viernes, día 15 de julio de 2004. Merit Rabanés me solicitaba para escribir sobre el Suicidio. Discutirían mi texto en su grupo de Estudios Esotérico y Espiritualista Rabanés en Mauá – SP - Brasil.
Leí, pensé y creí que era algo muy profundo para que fuera abordado por una persona como yo. Empresario, escritor de temas que ni siquiera imagino saber y, de repente un desafío: Suicidio
Prefiero hablar, en realidad, sobre la Vida. La vida que aprendí a vivir. No aquella que imaginaba saber ser. Vida de la búsqueda de la materia y poder. Vida de la conquista por el placer de vencer a cualquier costo. Vida de ilusión y crecimiento. Vida de una eterna búsqueda del tener por tener. Vida de muchos amigos de nuestro poder y de mínimos en nuestras desdichas...
Descubrí, después de querer acabar conmigo propio, que la verdadera vida es aquella que no vivimos para nosotros. Descubrí que es en las mayores pérdidas que encontramos nuestra esencia y nuestra verdad.
Empecé a cultivar una vida de donación, de entrega, de amor por la naturaleza y respeto por la ley de causa y efecto y, en ella percibí que estaba la verdadera vida. No hagas a los demás lo que no quieres para ti.
¿Quiénes somos para que interrumpamos nuestro período de crecimiento y progreso espiritual? ¿Adónde queremos llegar? Y qué visión absurda es esta de una miopía de un futuro brillante. Nuestro cuerpo no es más que un recubrimiento temporario de nuestro espíritu. Está prestado para nuestro período terreno y es con él que podemos transponer la cumbre y conocimiento en la búsqueda de la correcta comprensión del amor. Es con él que Dios nos permite equivocarnos para que podamos aprender.
¿Suicidio o fragilidad humana?
¿Suicidio o derrota mental?
¿Suicidio o pérdida de nuestra capacidad de luchar?
¿Suicidio o falta de amor?
Sí, falta de amor pues es solo con él que somos capaces de entender las adversidades de la vida. Solo él nos enseña la tolerancia y a que busquemos en nuestros semejantes sus virtudes. Al fin y al cabo, los defectos son percibidos por cualquier imbécil.
En mi libro Tú Eres Tu Curación yo escribo que:
Los adelantados hablan de energía.
Los normales hablan de cosas inteligentes.
Los pequeños hablan de amontonar riquezas.
Y los mediocres hablan de personas.
Ahora remato hablando que los suicidas nunca han tenido la oportunidad de entender qué es realmente el amor y jamás han sentido la energía que viene de él.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor