Praticando las imágenes mentales para quebrar comportamientos repetitivos.
En nuestro primer paso Ud. vio que nuestras creencias crean nuestras experiencias y descubrió que realizar ejercicios con imagenes mentales puede ser un camino efectivo en la reversión de estas creencias.
En nuestro segundo paso percibió que hay una conexión eterna entre el cuerpo físico, el corazón y el cerebro emocional. Y que esta conexión puede ser probada a través de las imagenes que todos recordamos al ser tocados en un área de nuestro cuerpo, a través de un aroma o paladar, vivenciando una emoción o sentimiento, recordando un pasaje significativo en nuestras vidas, rememorando un sueño, oyendo una música y muchas otras cosas más. En las terapias de regresión esta conexión surge durante un leve transe que el facilitador aplica para que la persona pueda quebrar sus resistencias y acceder a estas memorias. Vio también que una forma de aprender estas reacciones es volvernos observadores de nosotros mismos, puntuando amorosamente nuestros comportamientos, experiencias o acciones como si no fuésemos parte de la misma. Mirando “de fuera” con la intención de educar nuestro sistema de creencias. Por ejemplo:
- Mira yo (diga su nombre en el lugar del “yo”) insistiendo, nuevamente, en creer que fulano de tal (diga el nombre de la persona) va a cambiar tal comportamiento (diga el comportamiento).
En el tercer paso vamos a continuar nuestra batalla contra nuestro sistema de creencias insistiendo en la “deshabitualización” en nuestro dia-a-dia.
¿Qué quiero decir con “deshabituar”?
Quiero decir, simplemente, quebrar la rutina de los hábitos, dejar de practicar, dejar de repetir el mismo padrón de comportamiento.
La llave de la deshabitualización es practicar todos los dias, dia y noche, la “presencia en el momento presente”. Y este “presente” quiere decir el presente que recibimos a cada minuto. El presente de estar vivos para renovar, crear, corregir nuestros errores y partir para otra acción, esta vez, saludable y curativa.
Estar entero en el momento en que estamos viviendo. Sin el pasado para culpar o comparar; sin el futuro para preveer. Tanto el pasado como el futuro son tiempos que no existen. Y qué existe entonces? Tan solo el tiempo presente.
Quedar en el tiempo presente es una forma de dejar de experimentar la culpa, la ansiedad.
Observe el río. Vea como él corre mansamente pasando por las piedras. Él no tiene prisa. Él sabe que su curso está diseñado en la geografia del planeta. Él sabe que tendrá que lamer cada piedra del camino, una por vez, cada rama de árbol tumbada sobre su curso. Una cada vez. Y él sigue su curso manso como una serpiente sabia sin prisa y sin miedo. Y cuando una tempestad lo alcanza ahí él entiende que precisa ir más rápido porque hay más água para desaguar.
Hay una infinita inteligencia en el Universo. Y Ud. es parte de esta inteligencia. No quiera vivir del pasado, ni del futuro. Haga a la acción suceder en el minuto en que ella tiene que suceder. Hay un dicho inglés que me gusta mucho y que dice:
“Cuando llegue la hora sabremos que hacer”.
Propongo que Ud. integre este manera de vivir en su día a día.
Para ayudarlo, en esta práctica propongo un ejercicio para ser hecho como lección de casa durante estos siete días que nos separan.
Y para crear este ejercicio voy a usar una imagen que capté en la mente de una paciente.
La imagen era ella saltando sobre muchas torres con una espada en las manos. Ella luchaba contra enemigos invisibles saltando de un lado para el otro como una rana frenética. Sus ojos rodaban 360 grados y su respiración era jadeante y nerviosa. Su cuerpo tenia un aspecto enrojecido y frío y su corazón latía descontrolado como un tambor enfurecido. “Ella luchaba contra el pasado y el futuro, contra millones de hipótesis negativas y amenazadoras; con sus centenas de “Si yo no hiciera”, ”Si ellos no me llamaran...”, “Si yo no tocara el teléfono...”, ”Si ellos descubrieran....”.
Le propuse el ejercicio de imagenes mentales que podría revertir el cuadro. Si quisiera, puede también practicarlo por siete dias siempre al despertar.
Sentado, ojos cerrados, manos apoyadas en las piernas (con las palmas vueltas para abajo), respire lentamente tres veces y lleve su atención para la intención de este ejercicio que va a durar apenas algunos segundos.
EJERCICIO DEL TIEMPO PRESENTE
Y vea, sienta, oiga, percíbase saltando de torre en torre en busca de respuestas para sus emociones. Sienta la incomodidad de esta ansiedad y de esta duda vibrando en todo su cuerpo. Sienta un inmenso cansancio y la inutilidad de este esfuerzo que no tiene fin. Cuantas más torres Ud. salta, más aparecen. Respire una vez y mire allá para abajo y vea o imagine que ve una escalera de máxima seguridad esperándolo.. Descienda rápidamente esta escalera hasta sentirse segura(o) con los pies firmes en el suelo. Salga corriendo de este lugar. Corra mucho, corra más y más y vea en frente suyo la puerta de una gran jardín de orquídeas. Abra esta puerta y deslúmbrese con millares de orquídeas blancas abriendo sus flores. Haga que el tiempo pare. Fije su visión en este momento y experimente la sabiduría del presente por dos segundos.
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor
Publicado por Izabel Telles
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