Una cuestión que siempre me atrajo para la investigación y reflexión es esa: cuando, por qué y cómo la conversión elimina el pecado o la expiación. Hay una pauta en el Espiritismo que establece lo siguiente: si Ud. comete un error, tendrá que expiarlo, o sea, la persona está en un determinado proceso porque en esta u otra vida cometió algún desliz y está pasando por una expiación. Esto es cierto?
Luego que me identifiqué con el Holismo, pasé a pensar un poco diferente, entendiendo con más claridad y profundidad el Espiritismo. Hoy, delante de una criatura en dificultades o dolores, reflexione bastante y evito conceptuar el proceso, simplemente, como expiatorio y como una cosa que tiene que acontecer, siempre.
Para el evangélico, a partir del momento que Ud. acepta a Jesús, todo se deshace. Un hombre que traiciona a su mujer, un chico que se drogaba, una joven que se prostituía, en fin todo error se diluía delante de la conversión. El evangélico está en lo cierto?
Jesús, delante de los discípulos perplejos y acusadores, dijo enfáticamente, que Magdalena estaba perdonada porque amó mucho. Haciendo una lectura holística de las palabras del Maestro Nazareno, entiendo que Magdalena ofrecía a los hombres su cuerpo, su sensualidad, su ansia de amor, pero lo que ella buscaba realmente era amar y en su ignorancia, ella entendía que todo aquello que ella ofrecía era amor. Ella daba amor. Los hombres, al contrario, obtenían placer en su cuerpo, sin sentir o percibir que ella estaba ofreciendo virtudes de su alma.
Y en ese proceso, espíritus vampirizadores, muchos de ellos inteligentes y astutos, observando la ignorancia de los hombres y de Magdalena, se aprovechaban de la situación para “beber” la energía de todos ellos. Lo interesante es que, después que Jesús perdona a Magdalena, despierta aquella alma y a partir de ahí ella emana su luz propia. Los obsesores se van, dejando a la mujer en paz.
Después de eso, informa el columnista espiritual Humberto de Campos, Magdalena va a ejercer su misión en el Valle de los Leprosos, donde distribuye el intenso amor que tiene por la humanidad y da lecciones de solidaridad para aquellas almas que vivían marginadas, privadas del derecho de una vida social.
Surgen de ahí algunas cuestiones:
a) los hombres eran seducidos por Magdalena;
b) ella atrajo y permitió actitudes vampirescas, de los espíritus;
c) mostró a la sociedad un perfil errado de mujer;
d) realizó el sexo en nivel de promiscuidad, pudiendo haber afectado su chakra genésico.
Pues bien, con la conversión es perdonada por Jesús, ella se libra de todo eso? No tiene que renacer con un cuerpo con predisposición mórbida en la región sexual? En fin, no tendrá que pagar por todo eso de errado que cometió? Ella pecó, va a quedar por eso mismo?
Vamos pensar en el asunto: quien aplica la ley; quien es el juez. La ley divina condena? Y la ley de causa y efecto o karma, como funciona?
Aceptar las actitudes erradas e inconvenientes, sin cualquier juicio, seria abonar la impunidad. Imaginemos una sociedad sin ninguna expectativa de ver evaluadas las consecuencias de sus actos. Es muy fácil, Ud. se equivoca, comete desatinos y después se convierte y está todo perfecto. Vida nueva, derechos totales, etc. y tal.
En mi visión holística no es exactamente así. Las consecuencias son naturales, pues la Ley de Causa y Efecto o del Karma es divina. En tanto, no existe el juez, pues Dios no es un ser, como determina la visión antropomórfica apadrinada por la mayoría de los religiosos. Existe, esto si, la Ley. Y la Ley se cumple, siempre. En tanto, el ser humano, por su origen divino, desde que se descontamine de la idea humanizante de pena y castigo, puede “salir” de la frecuencia de la ley humana, para estar en otra dimensión donde existe y funciona la ley divina, esencial, que no juzga ni condena.
En esta otra dimensión, el ser es su proprio juez, porque tiene consciencia de que es Dios. Recordemos, fue Jesús quien nos enseñó eso. Entonces, a partir del momento en que Ud. se convierte, o sea, altera su plano de acción, asume actitudes pertinentes a la otra dimensión, deshaciéndose de la idea de miedo, de autocastigo o remordimiento, comprendiendo que erró porque ignoraba, porque sabia y no tenía consciencia o porque estaba dominado por impulsos inferiores que no eran suyos (recordemos: somos luz – el espíritu es un foco de luz), rehaciendo su camino, su historia y autodeterminándose a la realización de una nueva caminada, esta criatura estará totalmente inmunizada y perdonada, por la Ley.
En el libro Caballero de Numiers, hay una explicación que considero interesante, sobre el asunto. El personaje central del romance cometió suicidio y estaba en el mundo espiritual en fase preparatoria para renacer. Ahí surgió en su mente la duda: si yo renazco después de haber atentado con mi propia vida, voy a tener un cuerpo en pésimas condiciones, por lo menos es eso lo que todo mundo enseña. El espíritu que coordinaba su retorno y que era una criatura que lo apoyaba y amaba mucho, le informa, hasta para su sorpresa, que no era exactamente así.
Si Ud. pide padres saludables, quiero decir, una pareja con genética e historias limpias y junta todos sus recursos de fuerza y tenacidad, sin juzgarse o tener pensamientos de remordimiento, procurando atraer en ese sagrado momento de retorno energías del Bien, podrá renacer en un cuerpo saludable, sin secuelas ni predisposiciones morbosas.
O sea, todo eso puede resumirse en una palabra: TRANSFORMACION. Cuando Ud. se transforma, esto es, se constituye un nuevo ser, mucho más allá (encima y al frente) de lo que era antes, entonces esa renovación hará de Ud. un hombre nuevo, desarmado de la ley de causa y efecto, del karma.
Y cuando la sociedad lo quisiera condenar, arrojándole energías pesadas, acusadoras, estas no lo alcanzarán, porque estará Ud. en otro rayo o dimensión diferenciada, sin cualquier sintonía con aquel proceso acusatorio. Ud. estará convertido y libre.
Y las personas afectadas por sus actitudes, por sus errores, como quedan? Ahora, según lo que se sabe de la Ley, el Mal solo alcanza a la criatura si hubiera una sintonía. Entonces, solo sufre con las actitudes de otra persona, la criatura que está o permanece en el error.
Si ella sufre es porque está fuera de frecuencia, en sintonía con el Mal, no porque alguien lo haya afectado.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
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Publicado por Wilson Francisco
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