Mi alma está contenta con los nuevos descubrimientos que estoy haciendo en estos días que transcurren aún fríos aquí en Lisboa.
Los días están fríos, pero el alma está contenta y bien templada.
En la plenitud de mi vida descubro que ser feliz es un acto de una simplicidad inmensa. Es mirar todo y a todos como si todo y todos fuesen la expresión más perfecta de Dios y que por eso está todo perfecto, en el lugar cierto, en la hora cierta.
Creo que, por primera vez en la vida, entendí que plenitud es entrega y confianza total en el Creador y en el Universo todo lo que Él creó para nosotros ser felices dentro de él.
Plenitud es, por lo tanto, soltar la mano de los controles y de la auto-castigo. Es amar, perdonar y saberse amado por todo lo que nos rodea, aunque eso sea una cerca de alambre de púas (si él está allí significa una proyección de nuestra mente, por lo tanto nos pertenece y cabe a nosotros retirarnos esta cerca del lugar).
Estar pleno es estar un poco por encima de las densidades que nuestra mente inferior crea. Como quería decir Jesús al andar por encima de las aguas (soy de este mundo más no pertenezco a este mundo).
Y dejar de creer en los pensamientos negativos, y dejar de creer que no somos merecedores y todo este bla-bla-bla que nuestra imaginación fabrica en cada segundo. Es saber que no hay nada fuera de nosotros y que no es preciso prisa o ansiedad, porque no tenemos para donde ir. El lugar que soñábamos encontrar está dentro de nosotros. Y todo lo demás son creaciones de nuestros deseos orientadas por nuestro ego que está desconectado de esta paz divina.
Plenitud es el acto de tomar el control de estos pensamientos y decir a ellos que están convidados a desaparecer de nuestras vidas PARA SIEMPRE. Y que en su lugar vamos a crear pensamientos de paz, de amor, de salud, de armonía, de confianza y belleza.
Plenitud es saber que todo lo que está en nuestro mundo nada más es el espejo de aquello que nuestra mente creó. Por lo tanto, es fácil saber quienes somos cuando miramos a nuestro alrededor y vemos con quien estamos y lo que estamos viviendo.
Yo, en este rincón del mundo cercado de mar, puedo garantizar que he visto las flores amarillitas en la grama verde de los campos, los barcos que pasan por el Tejo dejando en el agua un rastro de burbujas plateadas, la Luna que crece en el cielo, personas y más personas, en procesos maravillosos de crecimiento interior, corriendo rumbo a la Gran Luz que siempre nos estuvo esperando.
Y si algo está amenazando su plenitud, sugiero que practique una de las lecciones del Curso en Milagros que dice: Escojo ver plenitud y paz al revés de esto(de aquello que me perturba).
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor
Publicado por Izabel Telles
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