Han transmitido una miniserie en la TV brasilera creada por dos excelentes escritores Maria Adelaide Amaral y Alcides Nogueira y escenificada por un grupo de grandes artistas, sobre la vida de Juscelino Kubitschek de Oliveira, que fue uno de nuestros presidentes y cuya marca fue la construcción de Brasilia, la capital de Brasil.
La obra nos deja ver la saga de un hombre que, por encima de todo, fue corajoso. No voy a entrar en los méritos políticos da su vida, apenas quiero decir que la ilustración de esta lámina me remetió a la historia de este hombre siempre sonriente a pesar de las dificultades que enfrentó. Una flor que nace en el medio de las piedras.
Como dice el autor al hablar sobre esta lámina del Coraje: “La semilla no puede saber lo que le va a suceder, la semilla jamás conoció la flor. Y la semilla no puede ni creer que trae en sí la potencialidad para transformarse en una bella flor. Longa é a jornada. Y siempre será más seguro no entrar en ella, porque el trayecto es desconocido, y nada está garantizado... mil y una son las inseguridades de la jornada, muchos son los imprevistos - y la semilla se siente segura, escondida en el interior de un carozo resistente. Aún así ella arriesga, se esfuerza; se despoja de la coraza dura que es su seguridad, y comienza a moverse. La lucha comienza en el mismo momento: la batalla con el suelo, las piedras, con la roca. La semilla era muy resistente, pero la plantita será muy, muy delicada, y los peligros serán muchos.
No había peligro para la semilla, la semilla podría haber sobrevivido por milenios, pero para la plantita los peligros son muchos. El brotecito se lanza, a lo desconocido, en dirección al sol, en dirección a la fuente de luz, sin saber para donde, sin saber por qué. Enorme es la cruz a ser cargada, mas la semilla está tomada por un sueño y sigue para el frente.
Semejante es el camino para el hombre. Es arduo. Mucho coraje será necesario”.
Esta descripción de la carta me hace reflexionar sobre todos los momentos que precisamos ser como la semilla: aceptar el campo en que caímos y, aún dentro de una cáscara rígida, creer en nuestros sueños y romper esta cáscara, mirando a nuestro alrededor, intuyendo donde estamos y para donde vamos.
Si el ambiente fuera inhóspito, tenemos que, pacientemente, esperar por la lluvia y por el sol que viene a fortalecer nuestro crecimiento. Tenemos que encontrar una brecha entre las piedras y las espinas para serpentear nuestro tallo y abrir nuestra copa y nuestras flores debajo del vasto cielo azul que nos espera.
Como siempre sucede cuando comienzo a transcribir y escribir estas cartas del Maestro Osho, algo surge mágicamente como para confirmar el poder de las enseñanzas de él.
Paré un poco para descansar y prendí la televisión para ver un programa sobre diferentes formas de nacer. Entre las entrevistadas estaba una carioca, terapeuta - no anoté el nombre de ella - le decía al reportero que había optado por dar a luz en su propia casa rodeada por el amor de los familiares. Al final del reportaje, el periodista le dice:
- Felicitaciones por su coraje (refiriéndose a la capacidad de la entrevistada para enfrentar la opinión de los demás, de someterse a un parto lejos de los recursos llamados “modernos”).
A lo que ella responde:
- Tomé esta decisión escuchando la voz de mi corazón. La palabra coraje significa actuar con el corazón. Y, quien puede errar actuando así?
Apagué la televisión y regresé al computador. Precisaba una vez más agradecer al Universo por haberme revelado que había algo más que precisaba escribir en este artículo. Y estoy haciendo eso aún emocionada al descubrir que - definitivamente - no estamos solos.
Para encerrar, hoy, sugiero que imprima la carta que ilustra el artículo y la cuelgue bien delante de usted, dejando aquí también, el comentario sobre la carta:
“Cuando nos enfrentamos a una situación muy difícil, hay siempre una elección: podemos quedar repletos de resentimientos e intentar encontrar alguien o alguna cosa donde poner la culpa de nuestras dificultades, o podemos enfrentar el desafío y crecer. La flor nos muestra el camino, en la medida que su pasión por la vida lo conduce para afuera de la oscuridad, para el mundo de la luz. No tiene ningún sentido el luchar contra los desafíos de la vida, o intentar evitarlos o negarlos. Ellos están ahí, y si la semilla debe transformarse en flor, precisamos pasar por ellos. Sea corajoso lo bastante para transformarse en la flor que usted fue creado para ser”.
Estaré atendiendo en Lisboa del 6 de febrero al 6 de marzo. Contactos en mi e-mail
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor
Publicado por Izabel Telles
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