El símbolo de esta carta es una rueda enorme que representa el tiempo, el destino, el Karma. Galaxias orbitan en torno de este círculo que está en constante movimiento, y los doce signos del zodíaco aparecen a su alrededor. En la parte del centro de la circunferencia están los ocho triagramas del I Ching, y más próximo del centro aparecen las cuatro direcciones, cada cual iluminada por la energía del relámpago. El triángulo giratorio en este momento está apuntado para arriba, en dirección a lo divino y el símbolo chino del yin y yang, macho y hembra, lo creativo y lo receptivo, queda en el centro.
A seguir, en esta descripción de la carta llamada Cambio, el maestro Osho pasa a comentar lo que ella significa cuando alguien la escoge en su tarot:
“Con frecuencia ha sido dicho que la única cosa que no cambia en el mundo es el propio cambio. La vida está cambiando continuamente, evolucionando, muriendo y renaciendo. Todos los opuestos tienen un papel en ese vasto esquema circular. Si usted se agarra del borde, puede quedar tonto! Avance en dirección al centro del ciclón y relájese, sabiendo que este estado también pasará.
La vida sigue repitiéndose despreocupadamente y - al menos que usted se torne muy consciente - ella continuará repitiéndose, como una rueda. Por eso es que los budistas llaman a eso la rueda de la vida y de la muerte - rueda del tiempo. Todo se mueve como una rueda: al nacimiento le sigue la muerte, a la muerte el nacimiento; al amor lo sigue el odio, al odio el amor; al éxito le sigue el fracaso, al fracaso lo sigue el éxito. Basta mirar a su alrededor...
Si fuera preciso observar apenas por algunos días, usted percibirá un padrón definiendo: el esquema de la rueda. En un día, en una bella mañana, usted se siente tan bien, tan feliz y, al otro día, está aburrido, tan infeliz, que comienza a pensar en cometer suicidio.
Hace apenas algunos días usted se sintió tan lleno de vida, tan bendito, que agradecía a Dios, pues usted estaba en un estado de espíritu de profunda gratitud, y hoy hay un gran sentimiento de inconformismo, y usted no ve razón que justifique continuar viviendo... Y esa alternancia se va repitiendo, pero la gente no llega a percibir el padrón.
Una vez que usted perciba el padrón, puede liberarse de él”.
En esta carta del Tarot Zen de Osho, vemos con mucha claridad la energía de la espiral que tiende a girar en la misma dirección, llevándonos para la luz infinita o para la arena movediza de las ilusiones en la cual quedamos presos para siempre.
Esta es una perfecta imagen para describir nuestros padrones. Algunos de ellos, como por ejemplo, el apego al dinero - como si la vida sólo fuese posible para los ricos - nos lleva a encontrar mucha dificultad en conectar octavas más altas de luz. La materia es por sí sola densa, pesada, pegada en la tierra y en el suelo. Lejos de mí, decir que no precisamos de ella. Precisamos sí. Ella nos mantiene firmes en nuestra misión en la tierra. Hablo de la obsesión, del deseo profundo de vivir sólo para eso. Hablo del desvarío de los actos, hasta a veces anti-éticos, para realizar estos deseos de poseer.
No da para ver las estrellas si tuviéramos nuestra mirada fija a la tierra.
Los padrones nos esclavizan, nos paralizan, generan sentimientos y emociones que incomodan mucho. La envidia, por ejemplo, puede ser resultado de un padrón de comportamiento. Cuando quiero todo sólo para mí, cuando sólo pienso en mí y en mi propio confort, paso a mirar todo lo que me rodea como un objetivo que preciso perseguir.
Perciba como un sentimiento de envidia posesiona de su cuerpo, cambia su ritmo cardíaco, su respiración, su temperatura corporal cuando percibe que alguien tiene aquello que usted quiere y aún no tiene.
Y si fuera así todos los días, de la misma manera y con la misma intensidad, acaba creando una rueda, una espiral repetitiva que lo atrapa y no lo deja que escape más.
Si esta descripción tiene sentido para usted y en este momento un padrón individual salta del fondo de su cerebro y hace eso en su corazón, le sugiero que haga un ejercicio con imágenes mentales como una manera de trabajar este padrón.
Cambiar un padrón es tal vez la tarea más ardua que podemos emprender. Pero vale siempre intentar encarar esta lucha.
Entonces, vamos ahí. Sentado, pies apoyados en el suelo, manos sobre las piernas, respire lentamente tres veces y siempre con los ojos cerrados lleve su atención para la intención de este ejercicio que se llama:
Llevando conciencia y luz a la oscuridad
Y vea, sienta, imagine, perciba o escuche sus pies pisando sobre las hojas secas de un bosque. Usted lleva en sus manos una poderosa antorcha de luz. Camine por este bosque hasta encontrar una caverna. Entre en esta caverna y encuentre allá en el fondo varios elementos. Escoja uno para representar su padrón. Repita mentalmente el nombre de este padrón. Entonces imagine que captura este elemento de la manera que le sea más conveniente y arrástrelo para afuera de la caverna. Entonces use su antorcha de luz para eliminar este elemento sintiendo que, en verdad, está eliminando su padrón. Sintiéndose victorioso, imagine que levanta sus brazos para el cielo conmemorando su victoria sobre su padrón. Respire y abra los ojos.
Importante: Haga ese ejercicio todos los días al despertar y antes de acostarse por un mínimo de tres meses. Si estuviera haciendo otro, espere que el ciclo de él acabe para comenzar este.
Estoy atendiendo en Lisboa hasta el día 6 de marzo. Contactos a mi e-mail
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor
Publicado por Izabel Telles
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