Hace tiempo... Aprendí que las personas no llegan hasta nosotros sin que haya una fuerte razón. Nada en esta vida ocurre sin que nosotros lo hayamos atraído. Nuestros fracasos fueron construidos por nosotros e, igualmente, nuestras victorias. No es cosa de Dios, de Jesús, de Buda, de Mahoma, de nuestra religión, o propiamente del destino. Somos los únicos que construimos nuestra evolución.
Sucede así con las personas que llegan a nosotros. Puede ser atraídas como por un imán, por pensamientos, palabras y actitudes. La mayor fuerza es, sin lugar a duda, una promesa. Si no ocurriera en esta vida, ciertamente ocurrirá en otra, pero de una cosa es preciso tener absoluta conciencia:
Va a suceder.
Nuestros pensamientos son otra poderosa fuerza de atracción.
El vínculo de una promesa no se deshace si solo una de las partes lo desea. Ambas necesitan participar de la ruptura. Nunca es unilateral... Tiene que haber “complicidad”; ambos deben participar de este punto final, en la solución, en el término de la promesa.
Así son las coincidencias de nuestros encuentros con otros seres humanos. Siempre hay una razón. Puede ser solo por eso, una razón, o por un período, un tiempo de vida. Y algunos encuentros son karmas que exigen toda una existencia carnal para poder romperlos.
Si la persona se fue, abandono la relación y usted no consigue olvidarla... es el comienzo del retorno, del futuro nuevo encuentro. Nuestro pensamiento es más fuerte que nuestra razón, más intenso que nuestro control emocional cuando sentimos la sensación de pérdida. Luego. de nada sirve creer que eso es coincidencia. No, no lo es... el Universo siempre conspira a nuestro favor, para bien o para mal. Sembró, cosechó...
Es importante que el final de cualquier relación ocurra sin que se mantengan vínculos. Y, atención, los peores vínculos son aquellos que la mente conserva.
No logra olvidar?
Haga alguna cosa. Tome una actitud.
Cual? Aquella que su corazón le aconseje...
Permanecer herido... solo nosotros perdemos. Sintió nostalgias? Llame.
Lo importante, por lo tanto, es descubrir el motivo del encuentro. Es nuestra opción, creer en una mera coincidencia o entender la realidad del reencuentro.
Se que nos veremos.
Beso en el alma
Saul Brandalise Jr. Es colaborador del Sitio, autor del libro: El despertar de la Conciencia de editorial Theus, donde muestra a través de las narraciones de sus experiencias como extraer lecciones de vida y entusiasmo de cada obstáculo que se encuentra a lo largo de una vida.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor
Publicado por Saul Brandalise Jr.
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