Usted hubiera ido a los juegos de Berlín, en la Alemania de Adolf Hitler, en 1936?
En esa época, Hitler aparecía como un Estadista en ascensión, causando gran impresión por su política atrevida, basada en la intimidación (lo quiero y lo hago porque soy más fuerte. No muy diferente de los EUA en los últimos 50 años). Había aquí y allá relatos de persecución a los judíos y violencia contra los opositores del régimen, censura y supresión de los derechos humanos. Pero, en general, eso era solemnemente ignorado por el mundo, que hasta se enorgullecía de tener una "muralla europea" contra los (Sí, Hitler era anticomunista total. Su posterior Alianza con la URSS tomó a todo el mundo de sorpresa.) Comunistas(*). Y ahí llegan las Olimpíadas de Berlín, que sirvieron como vidriera para que el régimen nazista mostrara al mundo sus "virtudes", su compromiso con la paz y en una Alemania erguida nuevamente.
En las semanas anteriores a las Olimpíadas, los dirigentes locales de propaganda del Partido recibieron órdenes de hacer desaparecer de las paredes y tapiales los slogan hostiles contra el régimen, evitar violencia, no pegar carteles contra los judíos, no perseguir opositores, en fin, fingir una normalidad inexistente. Y eso fue lo que sucedió.
El primer día, Hitler abrió los juegos en una ceremonia en la que un antiguo maratonista griego le entregaba un ramo de olivo, como "símbolo de amor y paz", mientras un grupo de "palomas de la paz" revoloteaba. Todos los visitantes extranjeros (principalmente la prensa) quedaron impresionados con la Alemania de Hitler, y su influencia (y popularidad) fue en alza, a punto de exportar el estilo nazi de ser, hasta para los EUA y (Los mayores recordarán el movimiento Integralista, que desfilaba con brazales, uniformes y cuyo saludo era Anauê, y del TFP (Tradición, Familia y Propiedad)) Brasil(*). Adónde quiero llegar? Partiendo del presupuesto de que la historia se repite, tenemos nuevamente un Estado dictatorial, cuyos relatos de brutalidad llegan aquí y allá por vías no oficiales (y son solemnemente ignorados por los países compradores de productos Made in China), queriendo aparecer buen mozo para el mundo, aprovechándose nuevamente de una Olimpíada para ganar legitimidad internacional. Interesante, no?
Y Usted, turista, va a concurrir a la Olimpíada de China? Apuesto que ellos están ansiosamente esperando su visita, con sus calles limpias y estudantes sonrientes, todo en la más perfecta tranquilidad! Gaste su dinero en los productos oficiales de la Olimpíada (elaborados por niños obligados a trabajar 13 horas al día) y otórguele su presencia a un Estado que "hace desaparecer" a quien intenta hablar de lo que sucede de hecho en aquel país. Un Estado que controla lo que el pueblo debe o no ver en Internet, que intimida a empresas como Yahoo a proveer la identidad de periodistas, o a Google a filtrar sus búsquedas en aquel país. Un Estado que invade al Tíbet (un país que no tiene ningún vínculo cultural con China), estrangulando su cultura secular e incentiva el abuso de tibetanas para que la raza se mezcle con la de los chinos. Un Estado que aniquila tibetanos que quieren cruzar la frontera con India como se fueran patos. Que quiere decidir arbitrariamente quién va a ser el próximo líder espiritual de los tibetanos. Y que llega al colmo de presentar una mascota (el antílope, propio del Tíbet) en las olimpíadas de China, como se ellos estuviesen incluyendo al Tíbet en la cultura de China, e no exterminándolo:
El crimen de ellos? Quiere ver al Dalai Lama, ya que tiene prohibida la libertad religiosa en su propio país
En este post, cuestioné si Spielberg, que era responsable por la producción de la apertura de los Juegos en China, todavía continuaría su trabajo si, en vez de tibetanos en esa fila, fueran judíos. Felizmente él escuchó la voz de la razón y ABANDONÓ EL PROYECTO (IUHUUUUUUUUUUUU!!!! Tanto para ti, Steven!)
Si aún así Ustedes van a China, no se olviden de hacer el saludo en el estadio:
Acid é uma pessoa legal e escreve o Blog www.saindodamatrix.com.br "Não sou tão careta quanto pareço. Nem tão culto. Não acredite em nada do que eu escrever. Acredite em você mesmo e no seu coração." Email: Visite o Site do Autor