Ayer, por la noche, padecí de insomnio profundo porque pasé todo el día estudiando las herramientas de mi nueva computadora. Este, sí, es un gran sueño. Cambié el sistema antiguo, jubilé mi viejo PC y entré en la era Mac. La historia personal del creador de Apple, Steve Jobs, me entusiasmó. Hijo adoptivo, nunca cursó la enseñanza que le fue impuesta, buscando siempre una vía de interés que lo fascinara y lo desafiara. Y, por último, enamorado confeso de la mujer y de la vida (que conquista a cada día luchando contra el cáncer). Un ejemplo a ser seguido de creatividad, bravura, energía y esperanza para los seres humanos!
Pero, volviendo a la noche de insomnio (por haber accionado áreas nuevas de mi cerebro), resolví que no permanecería en la cama. Iba a hacer del limón una limonada. Transformar una noche de poco sueño en una noche de mucha producción. Tomé la escalera y conseguí alcanzar el último estante del armario, y de ahí, quitar la grande caja de cartón en cuja tapa externa estaba escrito:
Cuadernos de sueños de 1998 a 2008
Bajé tambaleando los peldaños y tiré la caja sobre mi cama. Me puse los anteojos y abrí la caja, retirando el primer cuaderno de 1998. Y fui leyendo los sueños hasta adormecerme.
Respeto profundamente a Gustav Jung. Admiro a algunos profesionales de psicología que siguen la línea junguiana por su trabajo fantástico de interpretación de sueños.
Honro a los chamanes de todas las eras que dan a las imágenes significados esclarecedores en los diagnósticos y curas. Busco leer todo sobre imaginación y sueños y no puedo dejar de recordar con gratitud y nostalgia al Padre Ivo Storniolo, quien dejó una profunda marca en mi vida.
Personalmente, lidio todo el día con imágenes de la mente. Dedico todo mi tiempo a penetrar el inconsciente de mis pacientes y trabajar con ellos incansablemente los contenidos oníricos que capto. Pero lo que me causa todavía mayor espanto es constatar como los sueños son reveladores y nos ayudan a saber nuestro camino de vida con tanta nitidez que llega a ser obvio.
Refuerzo mi creencia hojeando mis cuadernos de sueños y viendo como ellos pautan mi vida. Muero de deseos de hablar con personas como Jobs, preguntarle si él soñó con Apple antes de haberla creado en la vida real. Puedo apostar que sí.
He visto, en la mente de muchos pacientes, obras que ellos todavía ni proyectaron, pero que ya están en sus archivos de la quinta dimensión. Volviendo para el cuaderno de los sueños, copio para ustedes un trecho que encontré en uno de los cuadernos, sacado de una conferencia a la que asistí en los Estados Unidos y en el cual, infelizmente, no anoté el nombre de la persona.
“El cuerpo físico es el alveolo. La imaginación la miel. Lo que sucede en el alveolo sucede en la miel y vise-versa. No buscar las imágenes de este paraíso y dejar de saborear la miel de nuestra existencia, las revelaciones guardadas para ser descifradas, los hieroglifos diseñados en nuestra mente que pueden revelarse en nuestra caminata en esta vida”.
Como ven, existen ciertas noches que, mismo sin sueño, pueden traernos sabiduría de los sueños.
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor