Cuando escribí sobre el desapego y también sobre la fuerza del apego, inmediatamente me vino la intuición de escribir sobre una postura terrible que nos hace frenar en nuestra evolución.
Se trata sobre la Sumisión. Muchas personas confunden sumisión con excesiva educación.
Primero vamos a entender y prestar bien atención al sentido de la palabra: SUMISIÓN significa estar dispuesto a hacer la voluntad de otra persona, aunque esta voluntad vaya en contra de nuestros propios deseos e intereses. Ser sumiso exige mucha humildad, porque significa reconocer la autoridad de otra persona. La etimología de la palabra –su sentido ORIGINAL– es “estar debajo de la misión” de otra persona. Vale la pena recordar que no se puede confundir ETIMOLOGIA con SIGNIFICADO bajo pena de creer que un PEDÓFILO es un “amigo de los niños”. Así, en escritos ANTIGUOS (como la Biblia, por ejemplo) “sumiso” significa “debajo de la misión”, ya que ese era su sentido en aquella época. Hoy el significado es otro, y tiene relación solamente con obediencia incuestionable.
Por otro lado, quien acepta la sumisión puede estar siendo humillado, puede ser un derrotado que ya perdió la voluntad de vivir, o inclusive una persona que se acomoda y vive en una posición inferior. Desempeña su vida cotidiana haciendo exactamente lo que el otro quiere sin cuestionar o reclamar. Algunos están tan acostumbrados a ser serviciales que todo lo ejecutan hasta de una manera dócil. Algunos matrimonios terminan por eso. Uno de los compañeros no se posiciona, se vuelve sumiso y cuando cree que está en la hora de gritar independencia la relación termina. Por lo tanto, en la vida real, ser sumiso es no tener opinión propia, ó tenerla, pero no posicionarse frente a ella, tener miedo de sus consecuencias por encima de su postura.
Cuantas cosas nos gustaría realizar, hacer, pero no las iniciamos por sumisión, por miedo ó, inclusive, por acostumbrarnos al concepto que la vida es algo de un ser superior que todo domina, juzga y que las cosas suceden como él así lo quiere. A nosotros nos tocaría ser sumisos y aceptar que todo sea de la forma y manera que él determina. ERROR. El proceso de evolución de un ser humano exige que pase por todo el Zodíaco y que en cada signo aprenda las características inherentes al mismo. Por lo tanto, la sumisión es la mayor traba de esta evolución. Es lo mismo, ejemplificado, que repetir el año en una facultad de medicina muy cara por parte de un alumno cuya una familia lucha mucho para mantenerlo en la Universidad, por lo tanto, un verdadero desperdicio. Cada día necesita ser encarado como un REGALO. Por eso el momento actual se llama presente.
Es necesario luchar, decidir, superarse en cada día nuevo. Hacer con que hoy seamos mejores que ayer y peores que mañana. Éste es el camino de la evolución y la única manera para conseguir superar los obstáculos de la tierra, que es conocida como el ÚTERO DEL UNIVERSO. Aquí nacemos bajo todos los signos. Aquí evolucionamos de Aries para Piscis y de esta manera nos preparamos para la grande jornada en la búsqueda de nuestra LUZ propia.
Somos DIOSES en desenvolvimiento. Señores de nuestros destinos y dueños de nuestras verdades. Todos poseemos el mismo potencial. Todos podremos alcanzar la plenitud, pero para que eso suceda necesitamos abandonar cualquier tipo de sumisión.
Las personas que nos acompañan en una encarnación no necesariamente serán nuestros compañeros en la próxima. Por lo tanto, ellos representan nuestros testes. Necesitamos saber convivir con ellos y con los problemas que causan en nuestras vidas. Así, en cada vida estaremos aprendiendo lo que necesitamos aprender. Nadie tiene dolor mayor del que consigue soportar. Nadie tiene más de lo que necesita para llegar a su evolución.
Quien mucho tiene un una vida poco podrá tener en otra. Por lo tanto basta no saber usar, no saber conseguir. El método de cómo supero mis obstáculos tiene que ser correcto. No puedo crecer con el sufrimiento de otro. Es realmente verdadero que los recursos de nuestra próxima encarnación los estamos sembrando ahora. Es con nuestras actitudes que determinamos nuestro futuro. Tenemos el Libre Arbitrio y con él la posibilidad de cambiar nuestras cosechas en este exacto momento. Permanecer sumiso, por lo tanto, es interrumpir esta cosecha, este aprendizaje.
Cuantas cosas nos gustaría realizar, pero muchas veces nos posicionamos sumisos a la sociedad, a la familia, a un jefe ignorante, a una religión, o al medio en que vivimos. Todas las personas permiten volverse sumisas. Es más fácil ser así que luchar. Para ser sumiso basta con perder el amor-propio y creer que un dios así lo quiere. Al contrario, para evolucionar es preciso luchar, vencerse, hacer las cosas de manera correcta y derrotar a nuestro mayor enemigo: Nosotros mismos.
Hoy soy sumiso a dos cosas, a mi conciencia y mi almohada. Mi conciencia soy yo, con mis valores. Mi almohada es mi descanso. Feliz de aquel que consigue acostarse y dormir… Ésa es la mayor señal de una conciencia tranquila y… sin sumisión.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor
Publicado por Saul Brandalise Jr.
em STUM WORLD
