Cuando descubrí esto, que no somos todos uno, entré en conflicto conmigo mismo. No puedo afirmar una cosa, parecer y defender otra. No puedo pensar una cosa y escribir otra. No puedo ser huésped de un site que afirma esto y que, por lo tanto, choca con mis ideales. No puedo callar frente a mis valores actuales y a lo que consigo construir a mi favor, usándolos. Como mínimo sería omiso conmigo mismo.
Me gusta más el nombre VIDA NUEVA que fue con el que comenzamos en el 2000. Somos todos uno era un subtítulo. Vida Nueva nos fue usurpada, principalmente a Sergio y a Rodolfo, por una Iglesia. No es derecho de nadie ser propietario de una verdad como la afirmación y esencia contenidas en VIDA NUEVA. Tenemos el derecho a tenerla cuando la queramos tener, finalmente, cada segundo es nuevo. En realidad, la propuesta del site es darte a ti y a todos la chance de conocernos y así no estancarnos ó inclusive retroceder.
Hasta hoy identifico mis textos con el origen, VIDA NUEVA… Fue así que comenzó. Cada uno que busque su verdad y que elija su camino. Es nuestro deber encontrar nuestra luz interior de la forma que queramos. No existe como convivir con SOMOSTODOSUNO sin que yo marque de manera firme y contundente mi posición.
Nuestro planeta tiene cerca de 6,8 mil millones de seres humanos y fácilmente identificados en su singularidad por sus impresiones digitales. Por lo tanto, cada uno es diferente en esencia. Cada ser humano tiene su camino, su búsqueda y sus propias verdades. Así es la vida. Nadie mira para la misma dirección ni ve o siente lo mismo. Nuestro planeta hospeda este número significativo de personas para que ellas consigan, en su singularidad, crecer y evolucionar de dentro para afuera. Yo apenas cuento lo que sé. A quien le sirva, maravilloso. A quien no, unicamente necesita deshacerse de mis palabras....
Nuestro planeta posee campos vibratorios absolutamente diferenciados y que pueden ser confundidos por países con sus tradiciones, posturas, valores, culturas, maneras e idiomas diferenciados. Existen países en que yo nunca podría vivir, otros que, por lo contrario, me atraen de forma singular. Me siento en casa cuando los visito. Nuestro planeta es así, un lugar de singularidades e individualidades, aunque muchas religiones rechacen esta afirmación. Por lo tanto, nada es dogma, todo sirve para todos, y todo a nuestro alrededor está para ser entendido y explorado. Un día cada ser humano va a tener la posibilidad de entenderse y así fácilmente entenderá al prójimo. Nunca aceptará la verdad que le es impuesta. El libre arbitrio no existe por obra de la casualidad. Es a través del libre arbitrio que evolucionamos y aprendemos a entender a nuestro semejante. Sí, somos semejantes, pero nunca unidad e igualdad. Nuestro planeta es un verdadero campo de evolución donde cada uno busca ejecutar la misión que eligió para sí mismo para esta vida. Nosotros elegimos a nuestra familia, nuestra ciudad y, por lo tanto, nuestro idioma. Todo está directamente ligado a lo que necesitamos entender y asimilar en esta nueva oportunidad.
Los problemas que se repiten en nuestras vidas son necesarios para que podamos entender y aceptar que nada sabemos y que todo necesita ser entendido como la búsqueda del equilibrio y del centro de nuestras actitudes. Los problemas son pruebas.
Me gusta mucho hablar, pero en realidad debería escuchar más. Por eso mi cuerpo posee dos oídos y una boca. Me gusta mucho juzgar, cuando en realidad debería aprender más sobre los errores de los otros. Sé que sólo los sabios aprenden con sus errores y con los errores de los otros. Juzgar es un acto de debilidad. Tengo que corregir eso. Me gusta mucho creer que sé, en un planeta en constantes cambios y, de esta manera, con nuevas verdades a cada segundo. Por lo tanto, tengo que saber y aceptar que nada sé. Creer que sé es un acto de debilidad. Es necesario buscar sabiduría. No, no somos todos uno. Lo que existe es un escenario abierto para que cada uno pueda ser el líder de su entendimiento y de sus verdades, sin copiar a nadie. Sin ser protegido por nadie. Nuestra Unidad está apenas en el hecho de que nada sabemos y de que necesitamos asimilar todo. Aprender a convivir, a entender y a aceptar el retorno como aprendizaje. Esta historia de protección y ayuda que las religiones venden es falsa, engañosa, tendenciosa y mentirosa.
Nadie está autorizado a proteger a nadie, porque nuestra vida no tiene un patrón, a no ser nosotros mismos. Todos pueden alertarnos, pero nunca podrán impedir que sigamos nuestras determinaciones y voluntades. Yo decido lo que soy; la vida es la elección que yo hago. El alerta forma parte de la vida, del aprendizaje y del profesorado. Impedir, bloquear, causa karma porque estamos interfiriendo en el aprendizaje y, consecuentemente, en la evolución del otro.
La regla es simple. Si su opinión no fue solicitada, permanezca callado. Tenemos que tener responsabilidad en nuestras actitudes y nunca creer que alguien paga por nuestros pecados. Eso es, una vez más, retórica de la religión. Vos, yo, somos los únicos castigados por nuestras actitudes. Nadie va a saldar mis irresponsabilidades. Si quieres entender tu vida hoy, mira tu pasado. Quieres saber sobre tu vida futura, mira tu presente. Esa es la regla de cosecha y siembra.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor