(Cuando la Dulzura Transforma la Ira y Derrite el Corazón Espiritual)
Has venido de lo Alto y has tocado mi corazón, una vez más.
Y yo, que estaba distraído, inmediatamente me acordé de Krishna.
Entonces, una dulzura se adueñó de mi corazón.
Al mismo tiempo, yo percibía una emanación de ira, a distancia.
Sí, alguien estaba airado contra algo, y lloraba por eso.
Y, de alguna manera, yo estaba ligado a esta persona, para ayudarla.
Yo percibía claramente la diferencia entre las sensaciones.
Por una parte, la dulzura en mí; por la otra, la ira de esta persona.
Y tú, tal como un alquimista espiritual, trasmutando las energías...
Sí, usabas la dulzura que ha bajado hasta aquí para cambiar las vibraciones.
Y la ira de ella ha sido, gradualmente, transformada en el crisol del corazón.
Mientras ella lloraba, yo pensaba en Krishna; y oraba por ella.
Y la dulzura llegaba a ella, justo al centro de su corazón.
Y yo he pasado a respirar la respiración de ella; y ella, la mía...
Entonces, una vez más he visto su mirada serena, amigo mío.
Y una luz blanca lo envolvió todo... Y ella y yo fuimos abrazados por el amor.
La ira de ella se ha ido, en aquella dulzura... Y algo ha cambiado, en su corazón.
Y yo no sé quién es ella ni dónde está; si es de la Tierra o del Astral.
Solo sé de esa dulzura que está aquí; y de su mirada serena...
Esa mirada que tiene el brillo de mil soles, que no ofusca al observador, solo ama.
Ah, Aurobindo, has tocado mi corazón... Y has hecho que el amor se produzca en mí.
Y, como siempre, solo me has pedido pensar en Krishna. Y alguien ha mejorado...
Sí, la dulzura ha transformado la ira de alguien, por ahí... Y no importa quién pueda ser.
Y yo me quedo aquí, sin saber qué decir o qué hacer; con esa dulzura que es consciencia.
P.D.:
Yo te miro a ti, que eres solo serenidad, y me siento tan pequeño.
Y mi corazón respira el soplo vital de Krishna, en el corazón del Eterno...
Ah, Aurobindo, yo estaba tan distraído, y tú has bajado con la dulzura.
Y todo ha cambiado; mi distracción se ha vuelto luz, y la ira de alguien se ha convertido en dulzura.
Y me quedo aquí, tal como me has enseñado, pensando en Krishna...
Mientras mi corazón se derrite en aquel amor, que no se explica, solo se siente.
(Om Namo Bhagavate Vasudevaya – del sánscrito – es uno de los mantras de evocación de Krishna. OM es vibración interdimensional que penetra todo y a todos. NAMO es el saludo o reverencia al poder divino. BHAGAVATE es respeto al Señor. VASUDEVAYA: Vasudeva es el nombre de la familia carnal que crió a Krishna. El Ya añadido al final significa la característica activa del mantra. Cuando alguien hace ese mantra completo, evoca a Krishna como hombre que también vivió aquí en la Tierra y sabe de las dificultades enfrentadas por todos.)) Om Namo Bhagavate Vasudevaya(*)
Con Gratitud.
Paz y Luz.
Wagner Borges – cada vez menor ante un amor infinito...
Finalizando estos escritos, dejo a continuación uno de mis textos favoritos de Sry Aurobindo, lleno de esa sabiduría perenne que un día iluminó a los rishis (sabios) de las tierras cálidas del Ganges y dio vida a los Upanishads.
LA SABIDURÍA DE SRY AUROBINDO
Levanta tus ojos en dirección al Sol.
Él está allí en ese maravilloso corazón de vida y luz y esplendor.
Observa, por la noche, las innumerables constelaciones centelleando como otras tantas hogueras solemnes del Eterno en el silencio ilimitado, que no es ningún vacío, sino que pulsa con la presencia de una única existencia calma y tremenda.
Mira allí a Orión, con su espada y su cinto brillando, como brilló para los antepasados Arrianos hace diez mil años, en el comienzo de la era Arriana; Sirio en su esplendor, y Lira recorriendo billones de millas en el océano del espacio.
Recuerda que estos mundos innumerables, la mayor parte de ellos más poderosos que el nuestro propio, están girando con velocidad indescriptible a un gesto de ese Anciano de los Días, a quien nadie excepto Él, conoce y, con todo, son millones de veces más antiguos que tu Himalaya, más firme que las raíces de tus colinas y así permanecerán hasta que Él, a su merced, los sacuda como hojas mustias del eterno árbol del Universo.
Imagina la perpetuidad del Tiempo, considera la inconmensurabilidad del Espacio; y, entonces, acuérdate de que, cuando estos mundos aún no existían, Él ya era el Mismo.
Observa que, más allá de Lira, Él está, y, en el lejano Espacio, donde las estrellas de la Cruz del Sur no pueden ser vistas, aún así Él allí está.
Y, entonces, vuelve a la Tierra y considera quién es este Él.
Está muy cerca de ti.
Fíjate en aquel hombre anciano que pasa cerca de ti, abatido y curvado, apoyado en su bastón. ¿Te imaginas que es Dios el que está pasando?
Hay un niño riendo y corriendo al sol. ¿Puedes tú oírlo a Él en esa risa?
No, Él está aún más cercano a ti. Él está en ti, Él eres tú mismo.
Eres tú el que arde a lo lejos, a miles de millas de distancia, en las infinitas extensiones del Espacio, eres tú quien camina con pasos confiados sobre los turbulentos oleajes del mar etéreo.
Eres tú el que ha colocado las estrellas en sus lugares y has tejido el collar de soles, no con manos, sino por este Yoga, esta Voluntad silenciosa, impersonal e inactiva, que te ha colocado hoy aquí, oyendo a ti mismo en mí. Mira hacia arriba, oh hijo del Yoga antiguo, y ya no seas miedoso ni escéptico; no temas, no dudes, no lamentes, porque, en tu aparente cuerpo, está Aquel que puede crear y destruir mundos con un soplo.
- Sry Aurobindo -
(Texto extraído del maravilloso libro “Sabiduría de Aurobindo”* - Editora Shakti.)
Sry Aurobindo – Aurobindo Ghose – India, 1872-1950 – fue uno de los mayores maestros de la India. Su trabajo se hizo conocido como “El Yoga Integral”, porque, como él decía, “¡Toda vida es Yoga!” – Para más detalles sobre sus escritos inspirados, véase el excelente libro “Sabiduría de Sry Aurobindo” – Editora Shakti, y el Website de la Casa Aurobindo en Brasil: link
Publicado por Wagner Borges
em STUM WORLD
