Qué bueno es sentir ese frío en el estómago, aquel deseo de encontrar a la persona amada, muchas veces hasta contamos las horas para volver a verla, pero, al mismo tiempo nos preguntamos: acaso esto es como en las películas, o en las novelas? Muchas personas pasan un buen tiempo sin sentirse así e incluso nunca han llegado a sentirlo...
La sanación de nuestra energía es uno de los principios básicos para que el amor suceda en nuestras vidas; sabemos que atraemos energías que son semejantes a las nuestras. Qué energía tienes en este momento, estás preparada para amar?
El verdadero amor se concreta en nuestras vidas, después de una larga caminata y una larga inversión de tiempo; tenemos que trabajarnos internamente y después trabajar la relación que iniciamos.
Se deseamos vivir un gran amor, el paso inicial es tener pensamientos positivos que nos ayuden a sintonizar ese amor para nuestras vidas.
Uno de los errores más comunes es imaginar que el otro es perfecto en todo, y esta es la receta para la decepción, confiar 100% en alguna cosa, en alguien o en ti mismo. El secreto es la conquista diaria, al trabajar nuestras energías!
Muchas veces, huimos del amor de manera inconsciente, por haber vivido algo muy doloroso en la infancia y este bloqueo energético debe ser eliminado.
El sentimiento de rechazo es otro sentimiento fuerte que no nos permite encontrar el amor; este sentimiento hace que la persona se mantenga lejos de todos por miedo a sentir el dolor del rechazo nuevamente, y esta es una característica que muchas veces traemos desde la infancia, de manera inconsciente.
Lo increíble es que muchas veces este sentimiento de rechazo nos sabotea, y no nos damos cuenta.
Vivimos situaciones siempre iguales y lograr identificar lo que está por detrás de esas situaciones no siempre surge con claridad y, en general, solamente con ayuda externa, como un tratamiento en la mesa radiónica, es posible identificar lo que está oculto en esas situaciones que se repiten con cierta frecuencia en nuestras vidas.
Recientemente, atendí a una mujer joven en mi consultorio que se decía completamente infeliz y deprimida. Había renunciado a una gran empresa multinacional, por creer que eso que hacía ya no la realizaba como persona; el dinero no lo era todo, quería de hecho, vivir un gran amor.
Me dijo entonces: por qué no logro amar con la facilidad con que me desenvuelvo en el trabajo?
Inicié la consulta en la mesa radiónica, verificando todas las frecuencias energéticas y las equilibré, después evalué los posibles bloqueos energéticos:
Encontré un bloqueo energético muy grande cuando ella tenía cerca de 5 años, y este bloqueo había dado lugar a tal sentimiento de rechazo, que le impedía amar y ser amada.
En la mesa radiónica, primero detectamos de forma precisa el bloqueo energético y después los sentimientos asociados a esos bloqueos.
Le expliqué, entonces, que en la mesa eliminaríamos el bloqueo, sin embargo, era de fundamental importancia que ella tomara conciencia y contara de forma verbal, la historia que lo había activado.
Entonces, comenzó a llorar y me dijo: ya sé... fue el accidente de coche que mis padres tuvieron cuando yo tenía 5 años. En este accidente, mi madre se lastimó mucho, tuvo que pasar por varias cirugías plásticas, inclusive, viajó fuera del país para que la reconstitución de su rostro pudiera ser hecha.
También me dijo: pero eso qué tiene que ver con mi dificultad de amar e ser amada, si yo ni siquiera estaba en el coche? Le dije: el sentimiento que identifico por detrás de este bloqueo energético es un sentimiento de rechazo.
Ella, entonces, casi atropellándome con las palabras, comenzó a decir: Eso es! A partir de aquel día, dejé de ser amada por mis padres! Y fue a partir de ahí que nunca más amé a nadie!
Me quedé sorprendida e inclusive con curiosidad le pregunté: por los dos? Sí!! Me respondió ella, con mucha seguridad.
Mis padres estaban viniendo a buscarme a la playa, pues yo había pasado el fin de semana en casa de mis tíos, junto con mis primos de mi misma edad.
Durante el viaje, se reventó una de las cubiertas del coche de mi padre y él perdió el control chocando contra el cantero central de la ruta; mi madre se golpeó el rostro en el parabrisas, y se lastimó mucho... fue al hospital y pasó por diversas cirugías, pues su apariencia estaba muy comprometida.
Después del accidente, yo me quedé un buen tiempo en casa de diferentes parientes, pues además de que mi madre estaba lejos, a causa de las cirugías a las que estaba siendo sometida, mi padre no me daba la menor atención por creer que si yo no me hubiese quedado en la playa con mis tíos, nada de aquello hubiera sucedido. Un día, muy nítidamente, ella me contó que había escuchado esos comentarios.
Todos esos hechos desencadenaron un enorme sentimiento de rechazo en la mujer, que le impedían amar y ser amada.
Le pregunté cómo se sentía después del desbloqueo energético y de la verbalización de todo lo que había ocurrido. Ella respondió con un tono muy sincero: parece como si hubiera estado en medio de un huracán, es como si muchas cosas hubieran sido arrancadas de mi ser en muy poco tiempo.
Como lo ocurrido había provocado un enorme esfuerzo por parte de la mujer, el equilibrio total y el discernimiento se concretarían para ella en 3 días como mínimo, le pedí entonces, que volviera a la próxima semana.
Cuando volvió, parecía otra persona, había reflexionado mucho sobre todas las circunstancias semejantes que había vivido, y llegó a la conclusión de que el miedo a ser rechazada le impedía sumergirse en cualquier relación que pareciera volverse más sólida, tenía miedo de ser dejada de lado, como se había sentido en su infancia.
Le dije, entonces: todo eso con el tiempo y la acción de nuevas energías, de forma equilibrada, hará que tú, de manera inconsciente, es decir, sin pensar ni prestar atención, comiences a vivir situaciones similares pero con un sentimiento diferente.
Ella me miró un tanto desconfiada... y le dije: deja que las cosas sucedan.
Como todo final feliz, cuando se da el desbloqueo pleno de lo que le impedía amar, ella está en una relación plena y sana, con planes de concreción de una vida de a dos, lo que hacía mucho tiempo no ocurría, pues, según lo que ella me había dicho, nada duraba en su vida más que dos meses.
Todo eso fue posible por la técnica de la mesa radiónica, que es una unión de la radiestesia, radiónica y psicotrónica!