Pocas situaciones habrá más desgastantes y desazonadoras que vivir una crisis de relación. Puede ser con un compañero de trabajo, un amigo o alguien de la familia. Pero es peor todavía cuando la crisis excava un abismo entre tú y la persona que duerme a tu lado (o por lo menos debería dormir).
Cuanto más tu vida y tu rutina estén envueltas con la vida y la rutina de otra persona, más desmotivador y estresante se hará cualquier conflicto que tengas con ella. Y si ese conflicto perdura por un tiempo razonable, será suficiente para que las consecuencias se conviertan en físicas.
Cada vez más la Organización Mundial de la Salud nos pone en alerta sobre los trastornos afectivos, tales como ansiedad, depresión, síndrome del pánico, bipolar, TOC, entre otros. Todo esto, en el freír de huevos, tiene mucho que ver con la calidad de las relaciones que establecemos en el día a día, incluso en el ambiente de trabajo, y con cuánto logramos vivenciar de hecho sentimientos y emociones, como el afecto, la alegría, el perdón y, sobre todo, el intercambio de gentileza.
La gentileza no es decir que sí a todo y a todos. No es sentirnos tomados por tontos, sobrecargados o no respetados en nuestras opiniones y límites. ¡Muy al contrario! La gentileza tiene que ver, antes de otra cosa, con aprender a mirar al otro y a uno mismo, reconociendo cualidades y limitaciones y encontrando maneras de dar lo mejor, sin tener que llegar a la gota de agua para solo entonces tomar posición y reivindicar nuestro espacio.
La gentileza tiene que ver con creatividad y productividad. Tiene que ver con flexibilidad, inteligencia, disposición y amor. ¡Sí, amor! Amor fraternal, de esos que sirven como la vitamina que nos capacita para superar desafíos de convivencia, diferencias en la jerarquía, divergencias de personalidad y creencias. En fin, para que logremos mediar los conflictos y llegar a un consenso, cuando sea preciso ¡Y siempre lo es!
Quizá estés acostumbrado a apostar más por el aumento del tono de voz, la agresividad o la imposición de tu voluntad. Quizá prefieras mantenerte en el estado de irritación e impulsividad, porque esto acaba por darte la sensación de eficiencia y productividad. Quizá todavía consideres a la gentileza como algo fútil e inútil, como el comportamiento de los idiotas.
¡Pero no te iludas! Más temprano que tarde, tu cuerpo, tu alma y tu corazón habrán de resentirse y reaccionar. ¡Síntomas, que van desde la sensación de vacío, soledad, angustia y tristeza, pasando por el insomnio, alergias, gastritis nerviosa, jaquecas, dolores inexplicables entre otros, te harán perder lo mejor de la fiesta!
Hay quien diga que por la emoción actúa el ignorante y por la razón el inteligente. Pero son muchos los que, llegados a la hora de la muerte, darían lo que fuese por poder volver atrás para vivir sus vidas como ignorantes, pero plenos de felicidad y paz de espíritu.
Finalmente, ser tratado con gentileza es el deseo de todo ser humano. Y para ser un poco más gentil y mejorar todo a tu alrededor (¡pero todo de veras!), basta mantenerte un poco más atento y determinado, y empezar a sustituir viejas e ineficientes costumbres por nuevos y sorprendentes comportamientos:
- Mira a los ojos y escucha realmente lo que el otro tiene para decirte.
- Cuando no te sea posible decir nada bueno a alguien, simplemente permanece callado.
- Cuando te sientas irritado, enfoca tu atención en ti mismo y pregúntate: ¿qué es lo que realmente importa? ¿Qué quiero yo realmente de esta situación?
- Procura actuar a partir de tus sentimientos más verdaderos y no de emociones engañosas, propias del ego, como rabia, celos, envidia, deseo de que el otro pague por el error que ha cometido.
- Ten algo más de fe en la vida. Es decir, confía en que cada cual tiene lo que merece y en el momento en que lo merece.
- Por más que lo desees, tú no puedes controlar al mundo y a las personas.
- Da lo mejor de ti para conseguir lo que quieres, pero ante la frustración, acepta lo que venga y agradece.
Puedes creerlo: todo es exactamente tal como tiene que ser y si has dado ya lo mejor de ti, quédate tranquilo, porque definitivamente, eso es todo cuanto puedes hacer. ¡Lo demás, va por cuenta del Creador!
Rosana Braga é Especialista em Relacionamento e Autoestima, Autora de 9 livros sobre o tema. Psicóloga e Coach. Busca através de seus artigos, ajudar pessoas a se sentirem verdadeiramente mais seguras e atraentes, além de mostrar que é possível viver relacionamentos maduros, saudáveis e prazerosos.
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