Sensibilidad es una cualidad esencial para quien desea vivir la vida en toda su plenitud. Nacemos conectados en la fuente original del ser, con nuestra sensibilidad totalmente despierta.
Pero, a medida que crecemos y la mente comienza a asumir el comando, vamos perdiendo de a poco la capacidad de relacionarnos con la vida de forma total, espontánea y natural.
Las armaduras corporales que creamos como defensa para no expresar nuestro lado sensible -aquel que el mundo nos hace creer que es sinónimo de fragilidad- y los juegos del ego, embotan nuestra capacidad de expresar todo el potencial de sensibilidad que existe en nosotros.
Hacer el camino de vuelta y retornar a nuestra esencia, exige un cambio en nuestro patrón usual de reacción al mundo. La percepción plena de nuestros sentidos solo puede ser rescatada si nos mantenemos concientes de éste proceso y estamos dispuestos a mantener siempre en alta nuestra capacidad de extasiarnos con los acontecimientos más simples de la vida.
Felizmente, tenemos a nuestra disposición muchas técnicas terapéuticas que pueden ayudarnos a revertir este proceso, descubriendo en nuestro cuerpo una fuente de placer y alegría y aplicando estos sentimientos a cualquier circunstancia que vivamos.
La sensibilidad es un atributo esencial de aquel que está totalmente vivo, no porque respire o porque su corazón lata de forma rítmica todos los días, sino porque es alguien que se mantiene conectado con la dimensión divina que habita dentro de si. Éste sentimiento de unión con el Todo es lo que nos trae de modo incondicional la percepción de la belleza, de la armonía y de la paz que existe en todo lo que está.
¿Por qué nos reprimimos voluntariamente y adoptamos mecanismos de defensa que nos incapacitan?
Para sobrevivir. El niño es indefenso, él no sobrevive por si mismo.
…El niño es tan frágil que no puede existir por cuanta propia. Tú puedes explotar eso. Puedes forzar al niño a aprender lo que tú quieras. Fue lo que Skinner hizo en su laboratorio. Él enseño a palomas a jugar ping pong, el truco fue el mismo: recompensa y castigo.
Si ellas jugasen eran recompensados, si no jugasen, si se ponían reacias, eran castigadas. Cuando ellas hacían un movimiento correcto, eran recompensadas con comida; si hiciesen movimientos equivocados, recibían electroshock. Hasta las palomas comenzaron a aprender a jugar ping-pong.
…Y tú haces eso, muy inconcientemente, porque esto fue hecho contigo; ésta es la única manera que has aprendido de educar y enseñar a los niños. Esto es lo que llamas de “educar”. El hecho es que de esta forma estás destruyendo, llevando al niño a una experiencia pobre, al revés de educarlo para una existencia elevada. Todo se resume a técnicas y truques skinianos y por causa de esto, comenzamos voluntariamente a reprimirnos y adoptar mecanismos de defensa discapacitantes.
El niño no sabe lo que está correcto o equivocado. Nosotros le enseñamos. Nosotros le enseñamos de acuerdo a nuestra mentalidad. La misma cosa puede ser correcta en el Tíbet y equivocada en la India; la misma cosa puede ser correcta en tu casa y equivocada en la casa de tu vecino.
Pero tú fuerzas al niño a hacer lo que es correcto para ti. “Esto es correcto, tú tienes que hacerlo”. El niño es aprobado cuando él hace lo que tú le dices que es correcto y desaprobado si no lo hace. Cuando él te obedece, te pones feliz y le das cariño, cuando no te obedece, te da rabia y lo torturas, le pegas, lo dejas con hambre, no le das tu amor.
Naturalmente el niño comienza a entender que su sobrevivencia corre riesgo. Si él escucha a mamá y papá, entonces está todo bien; si no ellos lo matarán. Entonces, ¿que podría hacer este niño? ¿Cómo puede afirmarse con éstas personas tan poderosas? Ellos asustan de lejos. Ellos son enormes, muy grandes, muy poderosos y pueden hacer todo.
Cuando llega el momento en que el niño tiene poder, él ya estará condicionado. El condicionamiento en él es tan profundo, que ya no precisa más del padre o de la madre para perseguirlo. El condicionamiento interno, lo que ellos llaman de conciencia irá a torturarlo.
…Es por eso que Buda dice que, al menos que tú mates a tus padres, nunca te volverás libre. Matar a los padres significa callar las voces internas, matar la conciencia dentro de ti, dejar estas ideas absurdas y comenzar a vivir tu propia vida, de acuerdo con tu propia conciencia.
Recuerda que la conciencia en sí tiene que ser mayor de que aquella conciencia adquirida. Ésta última tiene que desaparecer completamente y la propia conciencia tiene que estar viva. Ésta conciencia es la ley, deja que ella sea tu ley. Entonces, lo que sea que sientas, es tu vida. Tú tienes que decidir. No es la vida de nadie más; nadie más tiene el derecho de decidir.
Yo no estoy diciendo que vas a acertar siempre, algunas veces te equivocarás. Esto es parte de tu libertad, de tu crecimiento. Muchas veces puedes perderte, pero esto está perfectamente bien. Perderse es el camino de vuelta para casa. La persona que nunca se pierde, nunca vuelve para casa, ella ya está muerta. La persona que nunca hace nada equivocado, nunca disfruta de hacer alguna cosa correcta. Ella apenas es esclava. Una esclavitud mental está creada.
…La sociedad es tu gran escritura parental; tus padres no son nada más que agentes de ésta sociedad… Una vez que hayas aprendido, desaprender se vuelve muy difícil, porque después de veinticinco años de constante repetición, estás completamente hipnotizado. Una “deshipnotización” es necesaria. Tienes que retirar todo ese condicionamiento.
Si, es simplemente sobrevivencia, la necesidad de sobrevivir. El niño quiere vivir. Es por esto que él comienza a conceder. Él negocia. Cualquier persona irá a negociar cuando exista una cuestión de vida o muerte. Si estás muriendo en el desierto y alguien tiene agua, y estás con sed y estás muriendo, el puede pedirte cualquier precio. Él puede decir “arrodíllate y bésame los pies” y tú irás a arrodillarte y besarle los pies. Él puede conseguir cualquier cosa, él puede forzarte a cualquier cosa. Esto es lo que nosotros hemos hecho con nuestros niños.
Yo no estoy diciendo que ustedes deben ir a matar sus padres. Ellos fueron victimas como ustedes son víctimas. Ellos fueron víctimas de su sociedad, de sus padres. Y sus padres fueron también victimas en su época, es una larga cadena viciosa.Con esto no estoy diciendo hacer sentir culpables a sus padres. Siente compasión por ellos también, porque ellos están en el mismo barco que tú. De hecho, tú estás en una situación mejor, por lo menos ya comprendes que alguna cosa diferente es posible, que por lo menos hay alguna pequeña abertura en la puerta, que por lo menos hay una pequeña conciencia y tú puedes actuar a partir de ella.
Por qué nos reprimimos voluntariamente y adoptamos mecanismos de defensa discapacitantes?
Esto no es voluntario. Parece que es voluntario porque cuando te vuelves alerta, aquello ya está casi dentro de tu sangre y de tus huesos. Pero no es voluntario. Ningún niño aprende algo voluntariamente, es algo forzado, es violento.
Puedes ver cualquier niño. Todos resisten, luchan hasta el fin. Todo niño crea problemas con los padres, todo niño intenta arduamente éste o aquel camino para escapar de esos mecanismos discapacitantes. Pero, finalmente los padres dominan, por el hecho de ser más poderosos. Es simplemente una cuestión de poder y falta de poder”.
Publicado dia 8/9/2010 3:56:28 PM em STUM WORLD
