No solo en películas de terror suceden determinados dramas y este relato retrata algo que antiguamente ocurría con relativa frecuencia, pero que aún en los días de hoy, en menor escala, sucede a algunos infortunados.
Relatamos aquí el caso de Marcelo, atendido a distancia en este mes de febrero de 2005.
La queja.
Bueno, lo que me ha llevado a acudir a ti fue tu abordaje relativo a problemas de depresión y pánico.
Empecé a tener problemas con ataques de pánico en 1996 y esto se prolongó hasta mediados de 2000. En esa ocasión yo vivía en SP y me sentía muy solo, sin familia y teniendo que trabajar, lo cual me dificultó bastante la recuperación. Tan solo un señor que conocí, y que fue como un padre, me ayudaba con palabras de ánimo y cariño.
Tengo cierta vivencia en el medio espírita, por tanto siempre busqué una solución por las vías de la fe. No he querido y todavía no quiero tratamientos con antidepresivos o ansiolíticos, por no creer en que puedan promover mi curación.
Volviendo a Río de Janeiro, volví a envolverme con la música (soy músico). Sin ninguna psicoterapia, me sentí más equilibrado, implicado en un trabajo que me daba placer, por ejercitar mi creatividad.
Las crisis se fueron haciendo cada vez más raras, hasta convertirse en solo un fantasma. O sea, dejaron de producirse, pero el problema como un todo permanecía, como un limitador de mi vida, es decir, siempre con muchos síntomas físicos, inseguridades, etc.
En 2004 las circunstancias me llevaron a paralizar mi trabajo más directo con la música. Conocí a una mujer, con la cual me casé, y vivimos juntos con el hijo de 6 años, de su primer matrimonio. Hoy, trabajamos juntos en nuestro sello/grabadora, la Delira Música. En este final de 2004, volví a sentirme fuera de control. Mis miedos adquirieron fuerza y me tienen paralizado. Mi principal queja física es una intensa fotofobia, (sensibilidad excesiva a la luz; prurito, depósito de cistina en la conjuntiva, córnea y retinopatía periférica) que no sé definir si es una jaqueca o un dolor de cabeza, es una opresión en la región de la vista que a veces me deja desorientado. Quizá sea innecesario decir que noto otros síntomas físicos, pero menos incómodos.
He venido tratándome con homeopatía y florales desde hace un mes con una médica que conocí y que me agrada mucho. Además, esta semana pasada hice la primera de 10 sesiones de acupuntura. Fui al oftalmólogo, que no advirtió problema alguno. Fui a un traumatólogo, que apreció una calcificación en la 6ª vértebra cervical, que quizá me cause algún malestar. Fui a un cardiólogo - en momento de intenso nerviosismo - pero éste nada apreció, pese a que mi tensión arterial estaba un poco arriba de lo normal (14/9). A decir verdad, tuve algunos problemas de picos de tensión en el pasado, en episodios de pánico.
Ahora me siento así: los síntomas físicos me molestan y no sé colocarlos en su lugar, o sea, cualquier síntoma que advierto significa, por más irracional que pueda parecer, que me estoy muriendo, o padeciendo un gravísimo problema de salud. No soy capaz de salir de casa solo, pues me parece que voy a morir y mi corazón se dispara enseguida o noto palpitaciones.
Mi sufrimiento ha sido bastante grande durante todos estos años. Sentí una fuerte afinidad con los textos firmados por tique he leído en el Website Somos Todos Um, y me siento invadido por una gran esperanza de poder recuperarme de todo esto. Espero que puedas ayudarme. Lo comprenderé si no lo ves posible. Me considero sano, pero no consigo vivir con esto.
Abrazos, Marcelo.
El atendimiento a distancia
Accedo en los registros de Marcelo a una existencia en que encuentro lo siguiente:
Hay un hombre en un campo cavando un hoyo, pero después de fijarme mejor en ello veo que es un cementerio y él está abriendo una fosa, que por el tamaño deduzco que será para sepultar algún cuerpo de niño.
De hecho al lado se encuentra un pequeño cajón.
Hecho el enterramiento, toma su azadón y su pala y poniéndolos sobre el hombro se dirige a su vivienda, donde su esposa ya lo espera con la cena puesta.
Durante la cena él y su esposa charlan sobre la peste que anda asolando el pequeño poblado y ella le pregunta:
- ¿Has abierto los cajones para verificar si los muertos están realmente muertos?
A lo que él contesta:
¿Te parece que voy a abrir todos los cajones para ver si los muertos están realmente muertos, si mi trabajo es enterrarlos? Además, quien tiene que mirar eso es el médico, no yo.
- Yo sé que es el médico, pero si alguien es enterrado vivo, su espíritu vendrá a atormentarte pidiendo socorro, pues a su entender, creerá que tú eres el responsable por haberlo enterrado vivo.
Ya vienes tú con esa tontería de que las almas vienen a perturbarnos, cosa en lo que yo no creo, pues cuando uno se muere, se acaba todo.
- No es exactamente así, pues cuando uno se muere hay otra dimensión de vida y además esa peste que anda por la villa hace que muchas de las personas nos parezca que están muertas, pero no lo están.
Está bien, tú te quedas con tus creencias que yo me quedaré con las mías, y no sé por qué insistes en esta conversación si ya estoy harto de decir que no creo en nada de eso.
Como ya es muy tarde ambos van para el cuarto a descansar para enfrentarse a la tarea del día siguiente.
Esa noche, durante el sueño, el sepulturero empieza a tener una pesadilla en que un niño se debate dentro de un cajón con todas sus fuerzas pidiendo socorro.
Tras mucho debatirse todo se queda quieto y en silencio.
Despierta sobresaltado con esa pesadilla que ha sido muy nítida, toma sus herramientas y va corriendo hasta la fosa del chiquillo que había enterrado aquel día y empieza a cavar para desenterrar el cajón.
Cuál no sería su espanto al abrir el cajón y ver que el niño está vuelto de bruces y tan pronto le da la vuelta ve que sus ojos están desorbitados.
Hombre acostumbrado a los enterramientos más variados, está ahora seguro de que el chiquillo estaba vivo cuando fue enterrado.
Coloca el cuerpo en posición normal, baja sus párpados y lo entierra nuevamente.
Desde ese día en adelante, pese a las divergencias con su esposa, pasa a examinar cuidadosamente todos los muertos antes de enterrarlos; no obstante, su vida ya nunca más sería la misma, pues todas las noches tiene pesadillas con el chaval pidiendo socorro y, como desconoce qué cosa podría hacer para ayudar al espíritu de aquel niño, que no readquirió la conciencia de que todo eso había terminado, él también acaba, después de su propia muerte, preso en el dramático evento, junto al niño, ansiando por ayudarlo.
Los que están familiarizados con mi técnica saben que, tras la captación de los registros de los acontecimientos generadores, los trabajo - por teléfono - mediante el poder del perdón, por la disgregación/agregación de energías y rescate de almas.Perdón para ese sepulturero del pasado que me sepultó vivo.
Pido perdón a ese sepulturero del pasado por todo lo que me ha causado cuando me sepultó vivo; también lo perdono por todo y pido perdón por todo cuanto le haya causado a él.
En este momento elimino todo y cualquier registro entre nosotros que pueda estar perjudicándome, principalmente vínculos de pánico, impotencia y culpa - para vivir mi vida actual con alegría, salud, paz, sin miedos y con mucho amor.
Aprovecho para devolverle una energía suya que está en mí. 1...2...3...yaaaaaaaaaaaaa.
Perdón para esa peste del pasado.
Pido perdón a esa peste del pasado por todo lo que me causó en la vida en que fui sepultado vivo, también la perdono por todo y pido perdón por todo lo que a ella le causé.
En este momento elimino todo y cualquier registro entre esa peste y yo, que pueda estar perjudicándome, principalmente vínculos de miedo, impotencia y abandono, - para vivir mi vida actual con alegría, salud, paz, sin miedos y con mucho amor.
Aprovecho para devolverle su energía que está en mí. 1...2...3...yaaaaaaaaaaaaa.
Petición del rescate de las almas de esa vida pasada.
Rogué a los Maestros de Marcelo y de ese sepulturero que viniesen a hacer el rescate de sus almas para que fuesen enviadas a su todo limpias, sanas y conscientes de que todo eso se acabó y ya no volverá a repetirse, y también que no hay verdugos ni víctimas, pues eso había sido acordado entre ellos para vivenciar una nueva experiencia o rescatar algo de otra existencia, pero que en este momento ambos están libres.
Además de esas providencias, fueron trabajados con perdones, agregación y disgregación de energías, algunos acontecimientos de la vida actual en las siguientes franjas de edad:
A los 25 años, a los 7 años y en la hora del nacimiento.
También fueron trabajadas algunas cuestiones no tan relevantes.
Agradecimiento después del atendimiento
"Hola, Eraldo. Noté un cambio profundo ya en el día de hoy. No recuerdo el día en que haya salido de casa solo, sin ninguna preocupación, angustia o ansiedad, fuera de las normales de quien vive en una gran ciudad. Hoy, he podido respirar profundamente, sin que el aire me faltase, y sin que sintiese miedo.
Aún ayer, preguntando a mi madre sobre mi nacimiento, ella me dijo que el trabajo de mi parto le duró 12 horas y que, por fin, el médico tuvo que forzar con una toalla para que yo naciese. Eso me parece bastante significativo en lo que se refiere a mi caso y al perdón por lo ocurrido en mi nacimiento.
Agradezco una vez más, un gran abrazo,
Marcelo.
Autorización
Hola, Eraldo,
Mi felicidad es muy grande por saber que, de alguna forma, estoy colaborando para que tú sigas con ese trabajo. Te ruego que te sientas a gusto para divulgar mi caso, de la manera como consideres necesario. Lo importante es que tu trabajo tenga continuidad. Pese a estar implicado en estudios espiritualistas desde hace muchos años, no soy persona de fácil creencia, si bien funciono mucho en la intuición. El caso es que ninguna doctrina espiritualista había promovido mi curación, pese a haber sido ayudado innumerables veces. Tu nombre despertó en mí mucha esperanza, mucha luz, lo cual me dio la confianza para acudir a ti. Bueno, una vez más quiero decirte que estés a gusto y que tengas siempre esa luz para poder ayudar a otros necesitados como hiciste conmigo.
Un gran abrazo,
Marcelo.
Marcelo Aguiar Pera - [email protected]
Barra da Tijuca - Rio de Janeiro (RJ) - Brasil
Eraldo Manfredi é ... O querido colaborador e amigo Eraldo Manfredi nos deixou no dia 16 de agosto 2006, após longa e corajosa luta contra doença.
A contribuição e a dedicação de Eraldo foram de inestimável valor para o stum e para muitos usuários e sua ausência - somente física - deixa em todos nós uma saudade imensa.
- Clique aqui e conheça o Interativo do Perdão. Email: Visite o Site do Autor