Nos hemos acostumbrado tanto a ser guiados por la personalidad... nuestra y de los demás... que se hace difícil creer que podemos ser guiados por Inspiración Divina... y que esto no requiere planes ni preparativos, no siendo la disposición de estar enteramente en el presente para recibir ese flujo que nos llega abundantemente momento a momento...
Nos hemos acostumbrado tanto a planificar nuestras vidas y a ponerlo todo en agendas fijas que olvidamos dejar espacio para lo inesperado... para la intuición... que nos habla por la voz del corazón.
Nos hemos acostumbrado a tantas cosas... que realmente se hace difícil, a veces... abrirnos para recibir lo simple y natural, que llega cuando permitimos que la voz del corazón nos hable... silenciosa... inesperada... en 'insights' preciosos que pueden cambiar nuestra vida para siempre...
Aunque... si nos hemos acostumbrado a tantas cosas que no han salido bien... que nos limitan y agobian... no será hora de dejar de seguir a esas cosas que no nos han llevado a nada, no siendo a dar vueltas y vueltas en torno a los mismos problemas... y aprender a seguir la voz del corazón... de nuestra intuición...
Es derecho nuestro recibir Inspiración Divina todo el tiempo... sin embargo, para ello es preciso limpiar las memorias que nos hacen reaccionar contra la vida en vez de vivirla... y a partir del Vacío acceder a Todas las Posibilidades...
Sé que seguir lo que viene de fuera, lo establecido como normal, parece mucho más fácil, porque no requiere responsabilidad... si todo el mundo lo hace así...
No obstante, por increíble que parezca, aunque el hacer lo que hace todo el mundo nos deje tristes y sin perspectivas, muchas veces preferimos estar así antes que arriesgar lo nuevo... lo desconocido...
El camino del corazón no tiene en cuenta nada que no sea el deseo más profundo de nuestra Alma... No tiene en cuenta reglas... patrones... religiones... ni nada que haya sido establecido para mantenernos bajo control. El camino del corazón quiere enseñarnos que hay mucha más vida a la que acceder, que esa que estamos acostumbrados a vivir...
Requiere coraje, porque nos lleva a lo desconocido... desconocido para el ego, pues nuestra Alma reconoce muy bien la atmósfera que reina en esos caminos.
Romper con lo viejo... dejar ir los planes de la mente... asumir la responsabilidad de seguir al corazón, puede no parecer lo más fácil, pero ciertamente es lo más sencillo y abre puertas a la felicidad tan soñada. Una felicidad que no se adapta a los conceptos del ego, porque puede parecer muy sencilla y demasiado natural...
Pero ¿habrá cosa más sencilla y natural que Ser quien tú realmente eres?
No debería haberla, pero... pasamos la vida aprendiendo a ser tantas cosas diferentes... que ahora... lo que debería ser sencillo nos parece complicado y difícil de alcanzar...
Hemos complicado tanto las cosas y aprendido a dar valor a lo complicado que la felicidad que viene de lo sencillo se hace casi irreconocible para nuestro ego...
Las memorias equivocadas acumuladas a lo largo de vidas y vidas nos enseñan a tener miedo de mostrarnos tal como somos... y si no podemos mostrarnos como somos inventamos una serie de falsos yo para representarnos...
Y ahora... en este momento en que todo nos indica que es tiempo de mostrar lo que hemos venido a hacer aquí... hora de revelar nuestra verdadera identidad... ese miedo puede hasta intentarlo... pero no tendrá fuerza para impedir que nuestro Propósito Divino se manifieste... no tiene la fuerza para impedirnos seguir el camino del Corazón...
El Amor siempre nos guía mejor que el miedo...
La hora es ahora... el Amor es el Camino...