Vivir en el piloto automático, llevando tu cuerpo físico hasta el extremo de su capacidad, puede causarte problemas físicos y emocionales serios.
Tu mente gobierna tu cuerpo físico y, por tanto, es de extrema importancia que ella permanezca en equilibrio.
La correría de nuestro día a día, las presiones que sufrimos en el ámbito profesional, las relaciones desestructuradas que ya formen parte de nuestras vidas, pueden estar, sin que tú te apercibas de ello, conduciéndote a un colapso físico.
En el plano emocional, es preciso que dejemos de lado los sentimientos negativos, tenemos que programarnos para vivir con alegría, felicidad, amor incondicional, equilibrio mental y paz interior en todos los momentos.
En el plano físico, es muy importante adoptar una dieta saludable, reducir el consumo de carne, eliminar las drogas, el alcohol y los estimulantes artificiales, hacer ejercicio físico todos los días, respirar hondo y tomar lo máximo posible de sol y aire puro.
Lo peor para todos nosotros es vivir en el piloto automático y no controlar nuestro foco de atención. Esa situación se arma de la siguiente forma: tengo esto para hacer, aquello también, sin contar lo que ha quedado pendiente de ayer, todo es urgente y ha de llevarse a cabo en un plazo inexistente. En el ansia de resolverle todo a todos, nos olvidamos de nosotros mismos y, con el foco puesto fuera de ti, el colapso físico se instala sin que te apercibas de ello.
La vida, en este momento conturbado en que nos encontramos, nos exige detentar nuestro poder personal y nuestro autodominio en cada momento.
¡Un desequilibrio en nuestra estructura física que se manifestó en forma de una dolencia necesita ser observado! Si hay una reacción sintomática de nuestro cuerpo físico, el cuestionarse sobre el origen de todo aquello ha de ser inmediato.
Con el propósito de detectar el origen de la acción que desencadena una reacción física o emocional, la mesa radiónica es un excelente instrumento.
La mesa radiónica fue creada hace más de 20 años y ha pasado por diversos ajustes, siempre apoyados en principios divinos, permitiendo acceder con ella a las más elevadas dimensiones energéticas, propiciando así las más variadas pesquisas y diagnósticos.
La mesa radiónica es un ilimitado instrumento de cura cuántica, usado juntamente con el péndulo y basado en los principios de la radiestesia, la radiónica, la psicotrópica y la geometría sagrada. Su actuación se verifica en el plano físico, emocional, mental y espiritual. A través de la mesa podemos diagnosticar y medir las más diversas vibraciones de energía, y de ese modo, hacer el preciso diagnóstico.
Podemos hacer con ella diagnósticos de negocios, relaciones, viajes, entre otros.
Ella equilibra todas nuestras frecuencias de energía y actúa en nuestros más profundos bloqueos, trasmutando sentimientos y emociones y haciendo retornar a nuestra vida el orden cósmico perfecto.
Hace algunas semanas hice un diagnóstico de la siguiente forma:
El relato personal indicaba ya en el momento de la consulta algunos síntomas físicos instalados que estaban siendo tratados por médicos.
El relato era el siguiente: la persona sentía un hormigueo en los extremos de manos y pies, contracciones involuntarias de musculatura en forma de calambres o temblores musculares involuntarios, temblor y angustia en la región del pecho, además de picos de tensión que estaban siendo controlados por medicamentos.
El diagnóstico en ese caso sería para el área de la salud.
Inicié, entonces, el equilibrio de todas las frecuencias y después partí para la verificación de los bloqueos energéticos, como de costumbre; y en ese caso lo que aparecía como bloqueos eran situaciones emocionales recientes extremadamente desgastantes.
Hice en la mesa radiónica el desbloqueo de esas situaciones y solicité la verbalización de cada situación vivida, pues cuando traemos a la consciencia y verbalizamos lo ocurrido, la energía del momento vivido se modifica, haciéndose menos densa.
En el diagnóstico final, encontré una situación de estrés emocional intenso asociado a un cuadro de ansiedad acentuada. El camino indicado para la cura, sin interferencia en el tratamiento médico, fue la respiración.
Cuando dejamos de respirar de manera apropiada, nuestro cuerpo físico desencadena todos los síntomas presentados por la persona. La ansiedad y el estrés hacen que nuestra respiración se vuelva corta y sin la plena y adecuada oxigenación de nuestros órganos nuestro cuerpo entre en colapso.
En el ámbito médico, este tipo de diagnóstico recibe el nombre de tetania por deficiencia respiratoria, asociada a estrés emocional y ansiedad.
Meditar ayuda a reordenar la mente y a calmar la ansiedad. Mejora la comprensión de objetivos y motivaciones y equilibra lo emocional.
¡La respiración completa realizada en la meditación permite la mejora de tu salud en general y reduce tu metabolismo, conduciendo a un óptimo funcionamiento del cuerpo físico!
Ahora, en este momento, puede venir a nuestra mente la pregunta: ¿cómo meditar?
Tengo una sugerencia excelente, y es utilizar la meditación on-line que se encuentra disponible en la página principal del sitio link, en la cual tú eliges el tipo de imagen a utilizar, el sonido que deseas oír y además puedes ser guiado en la realización de la misma, proporcionando así el foco para aquellos que no tienen el hábito de meditar.
Todo ese diagnóstico hecho por la mesa radiónica permitió a la persona implicada percibir cuánto había dejado de prestarse atención a sí misma, cuánto vivía la vida de otros en exceso, y principalmente, la necesidad de modificar su manera de vivir, buscando una calidad de vida diferenciada. Todo eso solo fue posible con el auxilio de la mesa radiónica, que la puso en alerta sobre la acción que estaba desencadenando el colapso físico; con ello la tensión se estabilizó y todos los síntomas desaparecieron.
En este momento es muy importante resaltar que la Radiestesia no se interfiere en el aspecto médico. Por tanto, durante toda la fase de diagnóstico, tratamiento y cambio de hábitos, el acompañamiento médico se hace presente con todo su respeto e importancia.
De ese aprendizaje para nuestra vida queda lo siguiente: somos responsables por nuestra calidad de vida; ¡ciertas actitudes nos llevan a condiciones que hemos creado nosotros mismos!
Lo más importante es decir: nunca, pero nunca de veras, aceptes la enfermedad como parte de tu vida; si se ha instalado, intenta comprender qué hay por detrás de ella, modifica hábitos, crea una nueva manera de vivir y, principalmente, desarrolla siempre un proyecto para tu vida.
Quien tiene proyecto, tiene deseos de vivir… ¡y quien tiene deseos de vivir no se pone enfermo!
El secreto está en prestar atención, pues ¡según sea tu acción, así será la reacción de tu cuerpo!
Publicado dia 8/24/2010 11:42:35 AM em STUM WORLD
