Muchos de nosotros, alguna que otra vez… en estos tiempos… nos preguntamos si estamos en nuestro camino… Parece que una urgencia de hacer algo… de realizar nuestro propósito Divino, nos pone un poco agobiados… en la duda sobre si estamos haciendo lo debido…
Especialmente, quien siente una llamada hacia trabajos alternativos… que provienen de la intuición, que no vienen formateados porque no dependen de lo que viene de fuera, a veces, se siente un poco perdido en el camino…
Aun buscando el auto-conocimiento… y pasando por transformaciones profundas, hay cierto tiempo en que parece que las cosas no están ocurriendo… y esto hace que muchas personas duden de si están en su camino.
Por mi experiencia y por lo que he aprendido, siento que todo está bien… incluso cuando parece que las cosas no están fluyendo en esa realidad de tercera dimensión y los resultados de nuestras búsquedas aún no son visibles…
Si buscamos un trabajo en sintonía con el Alma… en el cual vamos a emplear nuestros Dones para mejor servir, eso requiere cierta preparación… un trabajo constante de perfeccionamiento y de acercarnos cada vez más a quienes verdaderamente somos.
Si aún no hemos encontrado ese trabajo, pero estamos buscando conocernos mejor y siendo fieles a nuestra Alma, si las cosas no se han manifestado todavía… es bueno recordar que éstas están sucediendo a otro nivel y que estamos siendo preparados… solo que nuestra visión es demasiado limitada para tener acceso a todo lo que nos envuelve…
Hasta que un día… inesperadamente todo se manifiesta y nos damos cuenta de que todo iba bien.
Un ejemplo de esto me pasó a mí cuando encontré inesperadamente la casa de la montaña… un local en una hacienda que estaba listo para mi trabajo; en el caso, un espacio físico que llegó, aparentemente, sin siquiera haberlo buscado… porque ni siquiera imaginaba esa posibilidad tan maravillosa…
Todo fluyó rápido y sin esfuerzo… y recuerdo que en ese tiempo oí una voz que me dijo que… cuando nos preparamos aquí, un local energético también va siendo preparado y, cuando estamos listos para determinado trabajo, ese local se manifiesta en el espacio físico en que estamos…
Y fue maravilloso ese tiempo… y los trabajos en la montaña… hasta que un día aquel ciclo se cerró… y no ha sido fácil desapegarme de algo que era tan especial y bonito… Pero después he comprendido que era el momento de dar vivencias a grupos mayores y en más tiempo, lo cual no era posible allá…
Entonces… de tiempos en tiempos… cuando ya hemos alcanzado algunas cosas y nos sentimos como en casa en nuestro trabajo… esto no quiere decir que ya podemos descansar y que las cosas van a fluir siempre de aquella forma… Puede querer decir que ya estamos listos para avanzar un poco más en dirección a nosotros mismos… que ya estamos lo bastante fuertes como para enfrentarnos a nuestros desafíos más difíciles… y por consiguiente para ensanchar nuestra conciencia y nuestro trabajo… en el tiempo oportuno.
En el Universo, todo está transformándose todo el tiempo… y nosotros también… Querer sujetar con las manos lo que ya pasó no hace más que retrasar nuestro camino.
En esos trabajos que no vienen formateados… y que son construidos a cada paso en nuestra andadura en busca de nosotros mismos, es natural el miedo y la inseguridad de traer cosas dictadas por la intuición… Cuántas memorias de persecución y dolor aún nos atormentan, de épocas en que eso era castigado de forma injusta y dolorosa…
Pero ¿hasta cuándo vamos a ser guiados por memorias?
Tenemos el Ho’oponopono y otras herramientas que nos indican la posibilidad de limpiar esas memorias y de permitirnos ser guiados por Inspiración Divina…
Y con esa guía preciosa, es más fácil percibir cuando es tiempo de espera… y proceder con determinación cuando nuestra Alma siente que es la hora…
Publicado dia 9/10/2010 1:16:15 PM em STUM WORLD
