(Cuando Muere el Orgullo y Surge la Comprensión Serena y Real)
Hay cosas que son decisivas en la evolución. Hay decisiones y pasos que definen jornadas de vida. Y la manera en cómo lidiamos con esto puede incrementar algo, o no. El discernimiento aliado con los sentimientos reales ilumina la conciencia. A veces, incluso el llanto limpio y verdadero es capaz de ello. Siempre es bueno hablar con la voz del corazón en cada palabra. ¡Para que éstas lleven el sello de la Luz! Para que estén en armonía con la vida. Encuentros, desencuentros y reencuentros forman parte del crecimiento humano. Lo importante es cómo reaccionamos y determinamos las causas que guían nuestros rumbos. Toda causa genera su efecto correspondiente - en la Tierra o en lo Invisible. Apego, empecinamiento, rencor y terquedad hacen mucho daño al discernimiento. Como contrapartida, mente abierta, y corazón generoso le hacen mucho bien. El perdón añade más luz al Ser. Es puerta abierta a nuevas ascesis evolutivas. ¡La verdad, sin máscaras ni esquemas ilusorios, es el mejor remedio!
Levantar los velos del ego es lo esencial de las iniciaciones serias. Un paso adelante en la senda cambia muchas cosas. Siempre para mejor. Tergiversar en el camino es peligroso. Es como negarse a sí mismo la entrada en más Luz. Hay días que son de iniciación, y que determinan repercusiones. Algunas de ellas, sutiles. En estos días, que son especiales, el Ser es puesto a prueba seriamente. ¡Son días de consecución! Según por dónde el Ser elija seguir, lo acompañarán presencias extra-físicas compatibles. Esto es ley de vida. A cada cual según sus obras. Las causas generan efectos. Grandes desobsesiones se producen en días así. Todo depende de lo que el Ser presenta ante las pruebas y cómo recorre su sendero. Levantar el velo de las ilusiones no es difícil. Lo complicado es mirar a la verdad de frente. Pues, cuando la Luz revela el ojo espiritual, el Ser llora con el corazón abierto. Pero si sus lágrimas son luminosas, serán redentoras e iniciáticas. Todo iniciado ha pasado por eso y ha llorado mucho en silencio. Sí, hay días de iniciación. Son secretos. Determinan elecciones y compañías.
Quien comprende esto, abre el corazón y se entrega al Todo. En esos momentos, solo la plegaria da fuerzas al Ser para soportar la fuerza de la Luz. Y nadie de fuera podrá comprender tal condición. Ocurre dentro del Ser. Sí, el iniciado se toma de las Manos del Anciano de los Días para vencer sus pruebas. Sabe que, sin Él, todo se hace pobre y sin alma. Por eso ora con respeto y amor. Toda transformación demanda tiempo y esfuerzo. De las tinieblas para la Luz. El proceso está dentro del Ser, su verdadero templo. Es alquimia interior. Un paso adelante en la senda. Reencuentro con la Luz y nuevas aperturas. Tergiversación en la entrada del camino. Choque contra los muros de sí mismo y estancamiento. La verdad es que cada cual da lo que tiene dentro de sí mismo. ¡Quién quiera más luz, que busque la Luz! Quién ama realmente, lo sabe. ¡El Todo* está en todo!
P.D.: Tal como el sabio Thot** enseñaba a los iniciados en las tierras cálidas del antiguo Egipto: El Inefable es invisible a los ojos de la carne, pero es visible a la inteligencia y al corazón. (Estos escritos van dedicados al sabio mentor espiritual Ramatís). Paz y Luz. São Paulo, 9 de septiembre de 2008.
*EL TODO: expresión hermética para designar el Poder Absoluto que está en todo. El Supremo, El Gran Arquitecto Del Universo, Dios, El Amor Mayor Que Genera la Vida. Verdaderamente, El Supremo no es hombre o mujer, sino pura conciencia más allá de toda forma. Por eso da igual llamarle Padre Celestial o Madre Divina. Él es Padre-Madre de todos.
**Thot - dentro de la Cosmogonía egipcia antigua era el escribano de los dioses, el mensajero celeste, el gran iniciado. Posteriormente los griegos lo llamaron Hermes Trismegistro, el tres veces grande.
Publicado dia 4/8/2020 11:34:54 AM em STUM WORLD
