Esta semana quiero reflexionar sobre la palabra ‘realidad’. La Wikipedia explica que Lo real es todo aquello que existe fuera de la mente. O dentro de ella también. La ilusión, la imaginación, aunque no estén expresadas en la realidad tangible extra-mentis – fuera de la mente – existe ontológicamente (Ontología – del griego ontos y logoi, “conocimiento del ser” – es la parte de la filosofía que trata de la naturaleza del ser, de la realidad, de la existencia de los entes y de las cuestiones metafísicas en general (relativa al ente – véase Heidegger in “Ser y tiempo”).
La trilogía cinematográfica de Matrix transmite la idea de que nuestro mundo es virtual y que la realidad no es más que una proyección de nuestro ‘yo digital’. Si por ‘yo digital’ pensamos en la interacción energética de nuestras neuronas, fuente de nuestros pensamientos, entonces podemos deducir que la realidad está diferentemente creada para cada uno de nosotros, porque cada uno de nosotros tiene en su mente conceptos diferentes. Esos conceptos son en gran parte fruto del condicionamiento familiar y cultural recibido. Debemos recordar también el primer principio hermético ‘El Todo es Mente, el Universo es Mental’. Véanse las 7 Leyes de la Sabiduría en mi Sitio Web personal).
Imaginad a un niño que haya sido condicionado, desde el nacimiento, a creer que los árboles son feos. Crecerá mirando los árboles con asco, considerándolos inaceptables y queriendo destruirlos, ¡odiándolos incluso! ¡Como consecuencia de ese condicionamiento, podría, por ejemplo, considerar bonito el desierto, donde no hay árboles! Bueno, estoy filosofando… Pero lo que quiero decir es que, al final, somos nosotros quienes creamos en nuestra mente la realidad que atraemos a nuestra vida. Lo que ella signifique, qué forma tomará ante nuestros ojos, será consecuencia de nuestra percepción individual, al mismo tiempo en que ella se estará cristalizando a nuestro alrededor. Los ocultistas llaman a ese fenómeno ‘forma-pensamiento’, o sea, pensamientos que toman forma, que se materializan. Ciertamente no somos perfectamente conscientes de ese fenómeno, caso contrario tendríamos más cuidado con nuestros pensamientos negativos, ¿no es cierto?
Nuestra energía vital, por tanto, fluye de nuestros pensamientos y ha de permanecer en equilibrio para que podamos vivir perfectamente integrados con el mundo en torno a nosotros, por más caótico u hostil que pueda parecernos. Recordemos que todo lo que le ocurre al hombre es fruto de la manifestación de ese proceso energético creado en la mente. Por consiguiente, solo una mente sana consigue una perfecta integración psicológica, mental y emocional, y crea las condiciones para que esa integración sea perfectamente equilibrada. Nuestro mundo está inmerso en el caos porque la mente de los hombres está sumida en el caos. ¿Podemos modificar esa realidad? Yo creo que todavía es posible. Lo Micro y lo Macro se reflejan.
Podemos empezar transmutando la energía en nuestra mente y en nuestro entorno, y crearemos un mundo mejor. De esta manera nos sentiremos integrados y más felices, y consiguientemente no enfermaremos ¿cierto? Ya hemos reconocido que una enfermedad nunca es un hecho aislado – algo que ocurre de fuera hacia dentro – sino que se trata simplemente de la manifestación física de un bloqueo energético, cuyo origen fue una reacción emocional negativa que permanece en nuestra mente ¡creando pensamientos negativos! He escrito sobre la técnica llamada EFT*, también denominada Técnica de Liberación Emocional. Léanse los artículos en mi Sitio y véanse los vídeos cuyos enlaces están indicados.
Sin embargo, diréis, siguiendo con nuestra reflexión, si somos condicionados desde pequeños y por consiguiente creamos en nuestra mente la realidad que proyectamos fuera de nosotros, entonces, ¿cómo ‘volver a crear’ esa realidad para poder integrarnos nuevamente, como ‘en el principio’? ¡Bueno, yo no creo que podamos volver a esa integración inicial en una sola encarnación! De hecho, para eso sirven las encarnaciones sucesivas: llevarnos de vuelta a la integración original con el Todo, pues ‘al principio era el Verbo, y el Verbo era Dios’.
Y en esta encarnación ¿cuál realidad queremos para nosotros? Mientras estamos viviendo nuestra realidad actual, ¿podemos contribuir para esa integración?
Varias teorías religiosas y filosóficas tratan sobre esa cuestión. Cada cual a su manera, procuran ofrecernos herramientas de integración con el Todo, y todas ellas señalan el auto-conocimiento como factor indispensable para alcanzar esa meta. Los mecanismos pueden ser varios, los caminos son innumerables, pero la concienciación es algo común a todas. Personalmente, considero que la Astrología y la Cábala, integradas en la disciplina llamada Astrología Cabalística, o incluso por separado, son herramientas poderosas para esa concienciación. El Mapa astral revela nuestra personalidad, nuestro potencial, nuestro carácter y nos indica los condicionamientos recibidos, los obstáculos eventuales, nuestras flaquezas y dificultades. La Cábala nos ofrece el conocimiento milenario revelado a Moisés en el Antiguo Egipto de los Faraones, sintetizado en el Árbol de la Vida. Con esas enseñanzas podremos alcanzar una mayor integración de nuestro ser, iniciaremos el proceso de transformación de las energías negativas en energías positivas y, por tanto, conseguiremos promover una realidad más armoniosa y feliz.
Impartiré una charla sobre el tema ‘Astrología y Cábala’ el lunes, 29 de noviembre en São Paulo. Los interesados pueden conocer más detalles y hacer su inscripción en la sección de Eventos del STUM. En enero de 2011 iniciaremos un Curso de 3 meses para profundizar en ese conocimiento. Mandadme un e-mail si deseáis más información.
Preparaos para transformar vuestros pensamientos y recordad: ¡atraemos formas inherentes a la vibración de nuestros pensamientos! ¡Deseo a todos una semana llena de Armonía y Luz!