Cobranzas excesivas, noches sin dormir, desgastes emocionales, discusiones sin motivo, proyecciones futuras sin una mínima posibilidad de concretización, ya sea en el ámbito de las relaciones o en lo profesional, sí, todo esto puede estar destruyendo tu campo emocional.
Hoy en día, cada vez más, presenciamos situaciones de desequilibrio, en el trabajo, en casa y en las relaciones de amistad. El interés se sobrepone a todo y a todos en la gran mayoría de los casos, y esto ocurre cuando lo elegimos o lo permitimos.
Las personas equilibradas consiguen mantenerse al margen de todo eso, y viven en la luz.
En cambio, cuando estamos en fase de desequilibrio energético, nos volvemos enemigos de nosotros mismos.
Creamos situaciones que no permiten crecimiento o felicidad, solamente angustia, depresión y cobranza excesiva.
Cuántas y cuántas veces no hemos oído: si tú mismo no te amas, ¿quién va a amarte?
Si tú no te valoras, ¿quién habrá de valorarte?
Si no crees en ti mismo ¿quién creerá?
Pero ¿y si todas esas respuestas fuesen que sí?
Te conviertes en tu principal enemigo cuando creas y atraes situaciones semejantes a tu desequilibrio energético.
Somos seres de luz venidos para un crecimiento personal, para ser felices y realizados, esto representa la conexión plena con el Todo, con el Universo.
Podemos analizar como actuamos de enemigos frecuentes en cada una de las situaciones anteriormente expuestas:
- ¿te amas en primer lugar? Las relaciones se vuelven conturbadas cuando nos olvidamos de nosotros mismos y solamente contemplamos al otro como ideal de vida, esto es posible y común. ¿Cómo va el otro a amarte y valorarte cuando tú no te contemplas como persona y ser de gran valor?
- el proceso de rechazo arrastrado desde la infancia también cercena de forma impactante las relaciones, principalmente de dos formas, bien encontrando a alguien a quien amas y no te quiere, y te pasas la vida detrás de esa persona, sufriendo… O bien encuentras a alguien a quien no amas, y convives con ella por el simple miedo a estar solo.
- en el ámbito profesional no nos damos cuenta de nuestra valía y competencia, y nos retraemos ante los desafíos, perdiendo oportunidades de crecimiento.
- en algunos casos, optamos por empresas enfermas y ambientes no saludables.
¿No será que tu energía estaba de esa forma cuando has elegido ese lugar para trabajar?
¿Por qué no modificar todo eso y cambiar el patrón vibracional, volviéndolo favorable en cada situación vivida?
La radiestesia actúa en ese ámbito, analizando de manera profunda y enseñándote a vibrar por lo que deseas, dejando de lado patrones vibracionales que no se compaginan con tu propósito de vida. Cuanto más entras en contacto con tu propósito de vida divino, más empezarás a proceder según tu intuición y habrá en ese momento un equilibrio entre espíritu y materia.
El estado de desequilibrio se consolida en tu vida cuando hay una desconexión entre espíritu y materia, o sea, tu espíritu tiene propósitos y deseos que tu materia no está realizando; y en ese momento te conviertes en tu principal enemigo, pues empieza a producirse un conflicto en tu interior y la insatisfacción pasa a formar parte de tu día a día.
Es fácil cambiar todo esto, solo requiere tu deseo de modificar patrones, eliminar bloqueos y convertirte en un ser equilibrado a través de la modificación de tus patrones vibracionales, y todo esto es posible con el auxilio de la radiestesia.