Si te gusta Jesús, entonces haz un pequeño ejercicio de visualización y sensibilización de los chakras del corazón y de las manos.
Con los ojos cerrados y pensamiento elevado, imagina la figura de Jesús frente a ti.
No te sujetes a ningún convencionalismo sobre la forma de Él.
No importa cómo tú Lo visualizas; importa más lo que tú expresas.
Visualízalo como quieras: niño, maestro, amigo espiritual, o ser de luz, lo mismo da…
Ah, vale mucho más lo que tú sientes, en Espíritu y Verdad.
La forma es relativa, pero el Amor es la esencia vital.
Entonces, visualiza que Él viene a tu encuentro y te estrecha, muy apretadito.
Y tú te entregas a ese abrazo, de corazón a corazón.
Y tus manos se colman de luz…
Y tú piensas en el bien de tu familia y de tus amigos.
E imaginas que el mundo entero también está siendo abrazado por Él.
Y te ríes junto a Él, como un crío, seguro(a) y contento(a), en Espíritu y Verdad.
Y, en el silencio espiritual, elevas una plegaria en favor del bien de todos los seres.
Y entonces, solo hay que dejar que el Amor lleve tus pensamientos al Eterno…
Y dejar que la Luz bendiga tu existencia.
OM JESÚS OM
Paz y Luz.
- Nota (escrita el 3 de diciembre de 2010): Estos renglones fueron escritos un poco antes del comienzo de una charla sobre los chakras y las experiencias fuera del cuerpo. Mientras yo aguardaba a que fuese la hora y la gente llegaba al salón (un grupo de estudios de 50 personas, entre practicantes de yoga y diversos estudiantes espirituales de varias áreas, situado en el barrio de Pirituba, en la zona Oeste de la ciudad), uno de los amparadores extra-físicos que me orienta se acercó y me sugirió que yo escribiese algo sobre Jesús, de forma muy sencilla y en el lenguaje del corazón.
Entonces, mientras él exteriorizaba energías con las manos puestas hacia mí, yo escribía estos renglones rápidamente en un pequeño cuaderno. A continuación, comencé la charla y no comenté nada con nadie.
El tiempo pasó y se me olvidó teclear y pasar a limpio los escritos. A decir verdad, el cuadernillo quedó encima de mi mesa de trabajo, mezclado con papeles de otros textos (también escritos a mano y esperando tecleado, edición y corrección). Y, hoy, mientras buscaba otro cuaderno, hallé estos escritos y finalmente los pasé a limpio.
Ojalá la luz que el mentor espiritual emanó en el momento en que yo escribí el texto pueda estar presente en esas sencillas líneas, como él me inspiró, en Espíritu y Verdad.
ALGUNAS PALABRAS…
A veces, yo veo estrellas…
En el cielo de mi corazón.
Y siento algo que no sé explicar.
Un amor. Una Luz.
Entonces, viajo muy lejos…
En la fuerza del Espíritu.
Y también siento a quien me siente…
Incluso a distancia.
Y mi corazón sabe el camino…
Por donde el Amor viaja.
Sí, yo veo estrellas…
Y no necesito luneta para ello.
Ni razón alguna.
Porque el Amor me hace ver…
Paz y Luz.
Wagner Borges – viendo estrellas en medio de la madrugada…
ALGUNAS PALABRAS MÁS…
A veces, yo veo estrellas…
En mis propios ojos.
Y sé que hay un Amor más grande que todo.
Entonces, me dejo llevar por el Viento del Supremo…
Hasta otros corazones.
Y quien me guía dice, ¡Hare Om!
Y viene desde el Gran Corazón del Universo…
En la Fuerza del Espíritu.
Y hay una Luz que está en todas las cosas.
Y solo el corazón sabe de ella.
Y eso no se explica; ni puede ser descrito.
Quizá sea como la risa de un bebé;
O como el Amor que se siente.
Ah, yo veo estrellas…
Porque, desde lo Invisible, alguien me guía.
Y continúa diciéndome, en espíritu y verdad:
¡Hare Om!
Dedicado a quien yo amo – y a Paramahamsa Ramakrishna).
Paz y Luz.
- Wagner Borges – viajando en el Viento del Supremo…