Podemos vencer nuestros desafíos diarios simplemente manteniendo la postura de campeón.
En algunos deportes se puede percibir muy nítidamente la postura de un campeón, como, por ejemplo, en el boxeo, donde generalmente el campeón es aquel que tiene una mirada firme, llena de confianza, el que mantiene la cabeza erguida, derrochando salud y ganas de vencer. El perdedor, desmotivado, desestructurado, inseguro, cabizbajo, siquiera consigue encarar la mirada de su adversario. Ya está, él ha perdido antes incluso de empezar el combate, asumiendo enseguida la postura de recular, de defenderse.
El campeón ha extraído lecciones de sus derrotas pasadas, ha aprendido con sus errores y se ha fortalecido, y a esto damos el nombre de poder personal, esa enorme fuerza interna que todos nosotros poseemos, pero que en algunas personas se encuentra adormecida. Despertar ese poder personal significa encarar la vida de frente, crecer a cada nuevo día y mantenerse firme para lo que quiera que surja.
Hemos tenido un gran ejemplo de valoración y poder personal en Vanderlei Cordeiro de Lima, un corredor brasileño que en 2004 estaba a punto de vencer el maratón olímpico en Atenas, cuando fue agarrado por un espectador fanático a pocos kilómetros de la llegada; esto lo retrasó, perdió el ritmo y la carrera, logrando tan solo el tercer puesto. Con todo, en el podio, en ningún momento pudimos percibir desánimo, tristeza o lamentación; él tenía absoluta certeza de que hubiera sido el campeón si aquello no hubiese sucedido y conmemoró con entusiasmo su colocación tal como si fuese el primer puesto, atrayendo mucho más la atención de todos que el hoy olvidado corredor italiano que se llevó la medalla de oro. En aquel momento el brasileño demostró al mundo su poder personal y de superación, eligiendo el mejor aspecto del episodio para poder exaltar su participación.
Frente a cualquier problema en nuestra vida, tenemos la oportunidad de encarar la situación como positiva o negativa; lo que difiere es cómo enfrentar o percibir cierto hecho: nuestro estado emocional.
Encontrándote en pleno equilibrio energético, tendrás total capacidad para extraer lecciones muy importantes a lo largo de tu vida, haciendo de ti un verdadero campeón.
Atraer lo que no deseamos está directamente ligado a la vibración que emitimos. Ejemplo: en una reunión con la directiva de la empresa, el empleado que transpira miedo e inseguridad será aquel que probablemente quedará marcado como alguien que no está preparado para un ascenso, puesto que evidencia lo que de hecho siente… que no es el campeón que todas las empresas desean tener en cargos de relevancia.
Ese sentimiento negativo con relación a uno mismo puede tener los más diversos orígenes, incluyendo bloqueos energéticos, hechos ocurridos a lo largo de tu vida que han trabado tu energía y tu expresión personal. Esto puede y debe ser trabajado y eliminado de tu vida, ya que si no es así, en las varias fases de tu existencia no tendrás el sabor de la victoria para acompañarte.
Observando la postura de un campeón, de personas que tienen poder personal, verificamos que todo es susceptible de ser alcanzado, siempre; que para ello basta llevar a efecto un análisis amplio y bien hecho, a fin de que la solución se presente. Este análisis también requiere equilibrio personal, pues en medio de un tumulto no es frecuente conseguir parar, pensar y encontrar la mejor salida.
Hace algunos años atendí al dueño de una empresa de la rama textil, que se decía agotado por lo que hacía y ya no obtenía los tan anhelados resultados de antiguamente, convirtiéndose en un hombre amargado y sin perspectivas.
Había acudido a mí a ruego de su esposa, que lo encontraba muy negativo, pesado y sin tema de conversación. En una rueda de amigos, él solo se expresaba para quejarse de su empresa y del gobierno, considerando que toda su condición actual era fruto de las dificultades impuestas por la política económica del país, que había abierto las puertas a la importación de tejidos, haciendo que la producción nacional dejase de ser competitiva.
Cuando empecé con su tratamiento, tuve alguna dificultad para cambiar su postura mental negativa, pero tras alguna insistencia y mucha paciencia y perseverancia, revertimos tal posicionamiento y pasamos, entonces, a analizar las principales dificultades a que se enfrentaba, estando la principal en la parte jurídico-tributaria de la empresa.
Siempre poniendo el énfasis en el tratamiento de su equilibrio vibracional, iba mostrándole día tras día su potencial e incluso en sus críticas encontrábamos posibilidades de reversión para su postura frente a la vida. Mediante el equilibrio energético y el tratamiento de sus desbloqueos pasados, yo quería hacer de él nuevamente un campeón, y él aceptó ese desafío.
En una de mis consultas, percibí que en su infancia él tenía gran deseo de hacerse abogado y le sugerí sutilmente que pensase acerca de esta profesión, pero que tratase el tema como simple entretenimiento.
Comentó la sugerencia con su esposa, que consideró excelente la idea, pues podría desviar el foco ya desgastado de sus conversaciones e incluso convertirlo en el hombre interesante y lleno de empuje que había sido en el pasado.
Empezó en la facultad de Derecho como por diversión y mantuvo la fábrica para continuar ganando algún dinero, pero pronto se dio cuenta de que tenía más aptitudes de las que podía imaginar, y exactamente en ese momento, estaba volviendo a ser un campeón.
Pasó a utilizar sus experiencias diarias en la empresa como estudio de caso para todo lo que estaba aprendiendo en la facultad, y encontraba así soluciones que antes no advertía; al mismo tiempo estaba cambiando el punto de vista, eliminando lo negativo de su vida y haciéndolo todo más claro. La empresa empezó a prosperar nuevamente; ¡decidió venderla y con toda la experiencia adquirida como empresario – y ahora abogado titulado – abrir un despacho de abogacía que ha adquirido gran prestigio! Se especializó en derecho tributario, que hasta la ocasión había sido el gran problema en su vida…
¡Se ha vuelto nuevamente un campeón, un triunfador!
¡La Radiestesia una vez más ha sido fundamental, por ayudar al equilibrio personal mediante la Mesa Radiónica, haciendo que los potenciales de esta persona fuesen sacados a la luz nuevamente, recuperando así todo su innato poder personal!