Hay períodos en la vida en que las cosas parecen andar como las mareas, hacia delante y hacia atrás. Corremos y corremos para dar terminadas nuestras tareas, ¡pero éstas no andan! ¡Qué desesperación, cuánta aflicción! ¡Acabamos por sentirnos dilacerados y llegamos al final de nuestro día tan estresados que nos entran ganas de ‘huir a una isla desierta’!
Estoy segura de que esto ya te ha pasado ¿no es cierto?
En este período, en que tenemos gran concentración de planetas en el signo de Aries y una oposición de estos cuerpos celestes con el planeta Saturno (que por si fuese poco está retrógrado), es preciso un esfuerzo doble para lograr hacer frente a nuestros compromisos. La retrogradación de Mercurio, hasta el día 23 de abril, nos obligará a revisar nuestras posiciones, deshaciendo malentendidos a fin de solucionar las eventuales pendencias. El ingreso de Marte en Aries, el día 3, nos obligará a remangarnos, buscando todas las fuerzas necesarias para remar con ahínco, o no llegaremos sanos y salvos a puerto. Al mismo tiempo el Sol, alineado a Júpiter y Urano, nos estimula cada vez más, impulsándonos en dirección a nuestras metas que, no obstante, en ciertos momentos parecen alejarse de nosotros. Saturno, en la oposición y asimismo en retrogradación, nos sujeta, nos prende y nos pide paciencia, perseverancia y tenacidad. ¿Cómo lidiar con esas fuerzas opuestas? ¿Cómo soportar ese flujo y reflujo de energías? ¡Las tensiones parecen enormes en ciertos momentos!
Ante todo hemos de recordar que el mundo entero está en un período de transición y de cambios, y que nosotros también estamos insertos en ese karma colectivo. Por ello no debemos sentirnos deprimidos ni desesperados si no conseguimos cumplir con nuestras obligaciones o alcanzar nuestras metas. Retroceder forma parte de la estrategia. Hay tiempo para plantar y para recoger, la vida está hecha de flujo y reflujo. Este movimiento continuo está descrito en la Quinta Ley Hermética, llamada Ley del Ritmo. “Todo tiene flujo y reflujo; todo tiene sus mareas, todo sube y baja; todo se manifiesta por oscilaciones compensadas; la medida del movimiento hacia la derecha es la medida del movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”, afirma el Caibalión.
El Péndulo Universal está siempre en movimiento, vibra un día tras otro, hacia delante y hacia atrás, modificando todo, día tras día, mes tras mes, año tras año. Este principio del Ritmo también está comprendido y explicado por la ciencia moderna, y se aplica a las cosas materiales. Los hermetistas, en cambio, interpretan el principio del Ritmo de forma bastante más completa, pues conocen a fondo las manifestaciones de esa Ley, que no solo actúa en las cosas físicas, sino además en los estados emocionales y mentales del hombre. Esto explica la sucesión de continuos cambios en las condiciones, estados y emociones que podemos observar en nosotros mismos. Si hoy nos encontramos en enorme euforia, podemos esperar un gran desfallecimiento mañana. ¡Si un día cometemos una exageración cualquiera, al día siguiente habremos de experimentar el “resultado” de esa exageración”! Un enorme esfuerzo causa un enorme cansancio, etc., etc.
Por eso, y principalmente a causa de este momento astrológico, hemos de procurar integrarnos a las energías que tienen influencia sobre nuestro planeta, percibiendo cuándo debemos permanecer quietos y cuándo debemos actuar, cuándo debemos correr y cuándo retroceder. Estoy segura de que también tú, especialmente en este momento astral, sientes esa presión interior, este deseo enorme de hacer valer tu voluntad a cualquier precio. Con todo, este puede ser un momento para detenerse, observar, aprender y, sobre todo, escuchar lo que el otro tiene para decir. El que consiga comprender las razones del ‘otro’, sacando provecho de las enseñanzas resultantes de un buen entendimiento con su interlocutor, será recompensado más adelante. Debemos privilegiar las conciliaciones y no las disputas, los acuerdos y no las separaciones.
El mismo ritmo de flujo y reflujo se verifica en la cadena de las reencarnaciones. Los hermetistas y los espiritualistas consideran que una encarnación de sufrimiento va seguida de una encarnación de felicidad, o sea, el grado de sufrimiento anteriormente experimentado por el espíritu será “compensado” por el grado de alegrías de la encarnación subsiguiente y viceversa. Teniendo en mente este razonamiento podremos aceptar y comprender mejor muchos acontecimientos de esta actual encarnación, inexplicables en una observación superficial. Aceptando los percances de la vida como un aprendizaje para el espíritu, sujeto a un Plan Superior y, por tanto, a sus Leyes, podemos asimismo aprender poco a poco que siempre hay una compensación, una forma de impedir que esa acción inexorable se produzca en vano. De hecho, haciendo uso de la Ley de la Compensación, que también es una herramienta disponible para todos, podemos equilibrar y compensar el efecto del Ritmo y esto nos ayudará a elegir siempre el momento oportuno para cada cosa. No remar contra-marea, sino seguir su flujo, nos pondrá en el camino acertado para que nuestra vida discurra de forma armoniosa y feliz. Podrán ser necesarias varias vidas para que nuestro espíritu pueda accionar – por su propia voluntad – el movimiento de vuelta del Péndulo, pero ciertamente lo hará, siempre y cuando haya aprendido con cada nueva experiencia de su vida terrena. Por tanto, aleja la frustración, la tristeza o la depresión de la mente. ¡Elimina también aquel saboteador que estorba tu crecimiento espiritual! ¡El Yo está conectado con el Todo! Recordad que el auto-conocimiento está al alcance de todos, especialmente a través de la astrología. Otra herramienta poderosa (no me canso de repetirlo) al alcance de tus dedos es la técnica de liberación emocional llamada *EFT (véanse más artículos en mi web personal). En mayo impartiré más talleres. Aguardad el anuncio en el STUM.
Para concluir este artículo, aconsejo a todos que aprovechéis la energía del mes de ‘Nissan’, mes de Aries, que da inicio al Año Nuevo solar, observando cómo procedemos en relación a nuestro ‘prójimo’. ¿Hacemos prevalecer nuestra voluntad sin escuchar las reivindicaciones del ‘otro’? ¿Estamos reivindicando nuestras razones sin al menos tener en cuenta las razones de nuestra pareja/vecino/hijo/compañero?
Como saldré de viaje en el mes de abril, es posible que no escriba todas las semanas. Me voy en unas merecidas vacaciones a visitar a mi hijo que vive en el exterior.
¡Deseo a todos una semana de mucha Luz, rogando al Creador que colme a vuestras familias de prosperidad y armonía!