Traducción de Teresa - [email protected]
CASO XXVI – Antes de pasar a la cuarta categoría, deseo citar además un ejemplo perteneciente, por su contenido, a la tercera, si bien las modalidades de su desarrollo se distancien hasta el punto de que ha de ser examinado aparte, y esto por haberse producido el fenómeno de desdoblamiento, en esta circunstancia, en virtud de la intervención de un espíritu, al mismo tiempo en que se llevaban a cabo otros hechos supranormales de orden excepcional, circunstancias todas que, desde el punto de vista rigurosamente científico, tenderían a anular el valor del fenómeno de desdoblamiento en sí, visto que sería posible proponer la hipótesis de autosugestión alucinatoria atribuida a la totalidad de tales acontecimientos. De ahí la necesidad de clasificarlo a parte, sin perjuicio de la fenomenología aquí estudiada, dejando a los lectores el juzgar la naturaleza, más o menos verídica, de los incidentes producidos. En todo caso, merece ser citado en razón de la personalidad eminente y honesta que lo relata.
William Stainton Moses*** narra como, en cierto momento, se sintió irresistiblemente impelido a escribir automáticamente, cosa que no le ocurría desde hacía ya varios meses. Se sentó a la mesa y preguntó:
Me siento impelido a escribir. ¿Cuál de los amigos es, pues, el que está aquí presente? ¿Y qué se le ofrece?
Y le fue dictado:
¡Dios te salve, amigo! Que la bendición de Dios esté sobre ti. Deseamos tratar sobre una cuestión de gran importancia y, para hacerlo en condiciones de transmisión segura, abriremos, todavía esta vez, tus sentidos interiores, y cerraremos tus sentidos corporales a toda influencia, a fin de que permanezcas apartado del mundo. En tales condiciones, podremos servirnos de tu cuerpo para transmitir nuestros pensamientos y tú, al mismo tiempo, podrás charlar con nosotros – cara a cara. Mantente pasivo y no preguntes nada.
Inmediatamente recibió la comunicación anunciada, que poco importa transcribir aquí. He aquí en qué condiciones la obtuvo. Escribe Moses:
Mientras era dictado el mensaje, mi espíritu se hallaba separado del cuerpo***, de modo que yo, a distancia, observaba mi mano que escribía. La importancia de los hechos es tal que necesita una exposición minuciosa y atenta de lo que pasó.
Eran las dos y media de la tarde y me hallaba solo en mi cuarto. Repentinamente, tuve deseos de escribir mediúmnicamente, cosa que ya no me sucedía desde hacía dos meses. Me senté a la mesa y la primera parte del mensaje fue escrita rápidamente, después de lo cual pasé probablemente al estado de ‘trance’. Mi primer recuerdo fue el de haberme visto, ‘en espíritu’, junto a mi cuerpo, que vi sentado a la mesa, teniendo la pluma entre los dedos y la mano sobre el papel. Observando todo con inmensa estupefacción, noté que el cuerpo físico estaba unido al cuerpo espiritual por un cordón fino y luminoso***** y que los objetos materiales se parecían a sombras, mientras que los espíritus presentes parecían sólidos y reales.
Por detrás de mi cuerpo material se hallaba Rector (uno de los espíritus-guía), con una de las manos en mi cabeza y la otra puesta sobre la mano derecha que empuñaba la pluma. A poca distancia se encontraba Imperator, con algunos espíritus que desde hace mucho se comunicaban conmigo, y asimismo otros espíritus que conocí, dispuestos en círculos y observando atentamente la experiencia. Desde el techo – o, mejor dicho, a través del techo – se derramaba una luminosidad infinitamente dulce y, por intervalos, rayos azules acribillaban mi cuerpo. Cada vez que eso se producía, veía mi cuerpo estremecerse y sobresaltarse; era un medio de saturación y restauración de su vigor. Observé, aparte de eso, que la luz del día era diluida y la ventana parecía oscurecida, y que la luminosidad que me permitía ver era de origen espiritual…
Imperator me explicó que yo estaba asistiendo a una escena real, que me era ofrecida para instruirme sobre el modo de operar de los espíritus. Vi a Rector ocupado en escribir, pero la acción no se producía como yo imaginaba, es decir, guiándome la mano e impresionándome el espíritu; sino proyectando un rayo de luz azul sobre la pluma – fuerza que así proyectada provocaba su movimiento, que obedecía a la voluntad del espíritu dirigente. Con el propósito de demostrarme que la mano no era más que un simple instrumento, no esencial para la acción, la pluma me fue arrebatada de la mano y permaneció en la misma posición por efecto de un rayo luminoso proyectado sobre ella, que, para mayor sorpresa, continuó moviéndose, escribiendo sola, maravilla que me arrancó una especie de grito, siendo prontamente advertido de que debería permanecer tranquilo y no perturbar la génesis de los fenómenos.
De ahí resultó que gran parte del mensaje obtenido fue efectivamente escrita sin auxilio de manos humanas y sin ninguna intervención de mi pensamiento y de mi espíritu, pero me fue explicado que no era fácil escribir así, sin auxilio del organismo humano, y que la ortografía de las palabras escritas en tales condiciones sería incorrecta. De hecho, tuve ocasión de verificar que eso había ocurrido con la parte del mensaje así obtenida.
Transcurrido cierto tiempo, me ordenaron que yo reentrase en mi cuerpo e inmediatamente tomase nota de cuanto había visto. Ya no recuerdo el instante en que tal ocurrió, suponiendo que mi espíritu volvió a pasar por el estado de trance.
En el momento en que redacto estas notas, solo advierto un ligero dolor de cabeza. Estoy absolutamente seguro de lo que ocurrió y lo transcribo lentamente, exactamente, sin la menor exageración. Puede que haya omitido ciertos datos, pero nada he alterado y nada he añadido.
Después de haber escrito esto, dirigió el Rev. Moses la siguiente pregunta a su espíritu-guía: Deseo saber si todo lo que he visto fue real o he sido víctima de una ilusión.
Y le fue dictado:
Lo que acabas de escribir es verdad: todo ocurrió tal como lo has escrito. Quisimos enseñarte que la materia no es nada y que el espíritu lo es todo. Esfuérzate por aprovechar la lección. Nada podemos añadir por el momento. ¡Aguarda!
Tal es el relato de Moses, de donde emergen, entre otros, el fenómeno del desdoblamiento con visión de su propio cuerpo, el de la transferencia del cuerpo etéreo al plano de la existencia espiritual, con la visión de otros espíritus y, finalmente, el fenómeno de la escritura directa producido ante Moses en el estado de vigilia normal (consciente).
No obstante la sucesión de fenómenos tan extraordinarios, aún no ha llegado el momento de formular inducciones científicas al respecto. Lo mejor que se puede hacer es registrarlos para preparar materiales en bruto para los futuros estudiosos. Por el momento, como he explicado, los investigadores de temperamento rigurosamente científico estarán tentados de considerarlo todo como un ejemplo de autosugestión alucinatoria y nada más.Otros, más versados en los fenómenos de exteriorización de la sensibilidad, considerarán todo esto como una mezcla de autosugestión y de verdad.
Nada, pienso yo, pondrá en duda la buena fe de cada narrador. Por mi parte, me limitaré a señalar las concordancias existentes entre las particularidades del “desdoblamiento” referido por Moses y las que fueron precedentemente expuestas.
Ha de notarse el detalle del cordón luminoso que ligaba el “cuerpo etéreo” al organismo corporal, detalle ya encontrado en relación anterior y que será repetido en algunos casos a continuación.
Por Ernesto Bozzano**
(Extraído del libro “Desdoblamiento – Fenómenos de Bilocación” – Ernesto Bozzano****** - Editora Calvario – 1972).
- Notas de Wagner Borges:
*Los tres primeros relatos proyectivos de Bozzano pueden ser encontrados en el Sitio del IPPB – link
**El italiano Ernesto Bozzano fue uno de los mayores investigadores de fenómenos parapsíquicos y espirituales del siglo XX. Varios de sus libros abordaron el tema de las proyecciones de conciencia, principalmente estos: “Metapsíquica Humana” – FEB (hay un capítulo específico sobre las experiencias fuera del cuerpo), “¿Animismo o Espiritismo?” – FEB (en este también hay un capítulo excelente sobre la temática proyectiva), y “Comunicaciones Mediúmnicas Entre Vivos” – Edicel (es uno de los mejores libros suyos y la selección de relatos proyectivos inserida en él es muy interesante).
Uno de sus libros es hasta hoy un clásico sobre la vida después de la muerte: “La Crisis de la Muerte” – FEB. Hay otro más muy interesante sobre la inmortalidad de los animales “¿Tienen Alma los Animales?” – ECO. También son suyas esas dos obras fantásticas entreveradas por sus argumentos, siempre sensatos y ponderados: “Enigmas de la Psicometría” – FEB, y “Xenoglosia” – FEB (libro sobre comunicaciones interdimensionales transmitidas al receptor en idiomas extraños. Hay dos experiencias relatadas por dos proyectores famosos de la primera mitad del siglo XX: “The Begnings of Seership” – 1905; Inglaterra -, y William Dudley Pelley, escritor norteamericano que, a principios de la década de 1930, tuvo una proyección increíble, narrada en su librito “Siete Minutos en la Eternidad”).
Muchos investigadores modernos consideran que los libros de Bozzano, escritos en la primera mitad del siglo XX, están obsoletos. Esto no es verdadero, pues las interpretaciones pueden ser más modernas hoy, pero las características de los relatos proyectivos aún son iguales en todas partes. Las sensaciones de catalepsia proyectiva (parálisis), el estado vibracional, el ballonement (dilatación del aura), la presencia de amparadores y otras muchas cosas referentes al tema abundan en las obras de Bozzano. Aunque la mayoría de los libros de Bozzano sean editados hasta hoy por la editora de la Federación Espírita Brasileña (FEB), él no era espírita y su abordaje era bastante universalista.
***William Stainton Moses (Inglaterra; 1839-1892) fue uno de los grandes médiums británicos del siglo XIX. Por medio de su prodigiosa mediumnidad, un grupo de espíritus amparadores empezó a transmitir informaciones espirituales de alto nivel. En ese grupo se destacaban tres espíritus guías, que se comunicaban respectivamente con los seudónimos de Rector, Imperator y Doctor.
Originalmente, en su juventud, él ejerció el ministerio religioso como cura en la Isla de Man. Posteriormente, con los lances mediúmnicos presentándose sin su colaboración, fue obligado a admitir la presencia de inteligencias invisibles en ellos. Con el tiempo, se acostumbró y se adaptó bien a la mediumnidad, tras intensas dudas, debido a sus conceptos religiosos ortodoxos anteriores.
Años más tarde, ya dedicado enteramente a lo espiritual, publicó dos libros, bajo el seudónimo de M.A. Oxon: “Enseñanzas espiritualistas” y “Aspectos Superiores del Espiritismo”.
Aparte de cura, Moses también fue profesor y director de la famosa revista “Light” (sobre temas espirituales). Fue uno de los fundadores de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, inaugurada en 1882.
En 1884 fue elegido presidente de la Alianza Espírita de Londres.
William Stainton Moses no solo fue un gran médium, sino además un gran carácter, un hombre serio y responsable, leal a los buenos principios y servidor de la Espiritualidad Mayor. En suma: un gran hombre y médium, digno de ser seguido como ejemplo de vida y de dedicación al bien común.
Obs.: la Revista Espiritismo y Ciencia (año 2; número 9 – páginas 6-8; Editora Mitos) publicó un artículo sobre el trabajo y la vida de Moses. Puede accederse a él en el Sitio del IPPB – link .
****Proyección de la conciencia – es la capacidad parapsíquica – inherente a todas las criaturas – consistente en la proyección de la conciencia hacia fuera de su cuerpo físico.
Sinonimias: Viaje astral – Ocultismo.
Proyección astral – Teosofía.
Proyección del cuerpo psíquico – Orden Rosacruz.
Experiencia fuera del cuerpo – Parapsicología.
Viaje del Alma – Eckancar.
Viaje espiritual – Espiritualismo.
Viaje fuera del cuerpo – Diversos proyectores extra-físicos y autores.
Emancipación del alma (desdoblamiento o desprendimiento espiritual) – Espiritismo.
Arrebatamiento espiritual – autores cristianos.
*****Cordón de plata – Conducto energético que liga el cuerpo espiritual al cuerpo físico; cordón astral, cordón fluídico; cabo astral, cordón de luz; lazo vital; hilo de plata; cordón periespirítico.
******En la década de 1980 salió una nueva edición de ese libro por la Editora Correio Fraterno do ABC, con el título “Fenómenos de Bilocación – Desdoblamiento”.