Todos ansiamos por la libertad, pero cuántos de nosotros sabe exactamente el significado de ésta palabra? El concepto de libertad que aprendemos primero es aquel que nos permite ir donde queramos, sin tener a nadie que nos lo impida.
En la infancia y pre adolescencia, acostumbramos a entrar en conflicto con nuestros padres, cuando ellos, queriendo protegernos de los peligros del mundo, limitan nuestra libertad de ir y venir.
Al llegar la edad adulta, nos volvemos esclavos de obligaciones y responsabilidades y, nuevamente, allá va nuestra tan soñada libertad.
Muchos huyen de una relación afectiva por considerarlo una prisión, y la mayoría de ellos de hecho lo es, visto que el sentimiento de posesión y control sobre el otro acostumbra predominar en gran parte de las relaciones.
Aunque alcancemos nuestra independencia económica -un ítem tan importante para que nos sintamos libres- la verdad es que la mayoría de nuestros deseos y necesidades, así como gran parte de nuestras elecciones y de nuestras decisiones, es determinada por una serie de impulsos inconscientes.
La verdadera libertad no puede prescindir de algo esencial, que es la conciencia. Solamente cuando nos volvemos completamente conscientes de las emociones y sentimientos que predominan en nosotros, es que podemos vivenciar el real sentido de la palabra libertad.
EN TODAS LAS COSAS SÉ UN MAESTRO DE LO QUE HACES,
DE LO QUE DICES Y DE LO QUE PIENSAS.
SÉ LIBRE.
Libertad es el supremo objetivo de la verdadera religión - no Dios, no el paraíso, ni siquiera la verdad, pero si la libertad.
Esto tiene que ser comprendido, porque este es el mensaje esencial de Gautama, El Buda, para el mundo.
La libertad es el valor más alto de acuerdo con él, el súmmum bonum -no hay nada más alto que eso-. Pero por libertad él no quiere decir libertad política, libertad social, libertad económica. Por libertad quiere decir la libertad de la conciencia.
Nuestra conciencia esta en profundo servilismo: nosotros estamos encadenados. Dentro está nuestra prisión, no fuera. Las paredes de la prisión no están del lado de afuera de nosotros: ellas existen en nuestros instintos, existen en nuestros deseos, existen en nuestra inconciencia.
Libertad es el objetivo.
Conciencia es el método para alcanzar un objetivo.
Y cuando tú estás realmente libre, eres un maestro, la esclavitud desaparece. Normalmente, nosotros parecemos libres, pero nosotros no somos libres. Puede parecer que somos os que elegimos, pero no somos los que elegimos. Estamos siendo tironeados, empujados por fuerzas inconscientes.
Cuando caes en el amor por una mujer o por un hombre, tú crees que fuiste tú quien ha decidido, que fue tu elección? Tú sabes perfectamente bien que no puedes elegir el amor, no puedes obligarte a amar a alguien. No eres el maestro, tú eres apenas un esclavo de una fuerza biológica. He aquí por qué en todas las lenguas la expresión es caer de amor - tú caes en el amor: caes de tu libertad, caes de tu intimo (selfhood). Si el amor fuese tu elección, te erguirías en el amor, no caerías en el amor. Entonces, el amor estaría viniendo de tu conciencia, y él tendría una cualidad completamente diferente, una belleza diferente, una fragancia diferente.
El amor común huele; huele de celos, rabia, odio, posesividad. Él no es amor en absoluto. La naturaleza está forzándolo en la dirección de algo que no es tu elección: tú eres apenas una víctima. Esta es nuestra esclavitud. Hasta en el amor, somos esclavos. que decir de otras cosas? El amor parece ser nuestra mayor experiencia; solo esa ya consiste solamente en esclavitud, aunque sea solo esa, nosotros apenas sufrimos.
Las persona sufren más en el amor de que en cualquier otra cosa. El mayor sufrimiento es que él ilusiona, él crea la ilusión que tú has sido quien ha elegido y pronto pronto, estás sabiendo que no fuiste tú quien ha elegido:
La naturaleza clavo una pieza en ti. Fuerzas inconscientes tomaron posesión de ti, tú estás poseído. No estás actuando por tu cuenta: eres apenas un vehículo. Esa es la primera miseria que las personas comienzan sintiendo en el amor, y una miseria dispara toda una cadena de miserias.
Enseguida, estarás consciente de que te volviste dependiente del otro, que sin el otro no puedes existir, que sin el otro comienzas a perder el sentido de significado, de significancia. El otro se volvió tu vida, tú estás completamente dependiente, todos odian la dependencia. A nadie le gusta ser poseído por otro alguien, porque ser poseído significa ser reducido a una cosa. Toda la humanidad sufre por la simple razón de que toda relación continúa haciendo su prisión cada vez menor y menor.
Buda dijo: esta vida no es la verdadera vida. Tú estás siendo vivido, no estás realmente viviendo. Tú estás siendo vivido por las fuerzas inconscientes. A menos que te vuelvas consciente, al menos que tomes posesión de tu vida, al menos que te vuelvas independiente de tus instintos, tú no serás un maestro. Y sin ser un maestro, no hay bienaventuranza: la vida permanece un infierno
OSHO - The Dhammapada