Nunca es tarde para empezar algo. Y considero que solo si mantenemos nuestra curiosidad y disponibilidad para empezar algo diferente a cada nuevo ciclo durante toda nuestra vida, ésta se volverá bastante más interesante y al mismo tiempo nos hará ser mucho más ricos interiormente. Por ese motivo estoy siempre estudiando y leyendo, ¡estudiando y aprendiendo! Aprender es para mí tan importante como el aire que respiro. ¡Es bien cierto que tengo una enorme cantidad del elemento Aire en mi mapa natal lo cual me inclina naturalmente hacia el lado intelectual! Por eso participo siempre con placer en cursos y conferencias de colegas, ya sean acerca de las varias disciplinas que ya conozco o en otras nuevas, que estimulan mi curiosidad y abren mi mente a nuevas posibilidades. Yo creo que no debemos renunciar a aprender o a hacer algo inédito; incluso si el camino nos parece largo y la meta distante, ¡ésta no es imposible de alcanzar!
Como dice un proverbio chino: un viaje de 100 kilómetros empieza con un simple paso. El primer paso puede ser bastante difícil, pues nos hemos acomodado en las situaciones de confort, de donde es difícil salir. ¡En muchos casos necesitamos un zarandeo para salir de esa zona de confort! Este zarandeo puede venir representado por un acontecimiento importante que modifique nuestra vida de repente, una desilusión amorosa, un fracaso profesional, un accidente, o simplemente una sensación de inadecuación que cuestiona nuestros principios o nuestros valores.
Últimamente he venido recibiendo en mi consultorio a muchos jóvenes (y algunos menos jóvenes) con una enorme crisis interior, ¡sin saber hacia dónde ir, hacia qué lado encaminar su vida! Los modelos han cambiado desde que Plutón ha entrado en Capricornio. ¡Y pienso que los cambios a que asistimos en los últimos años son capaces de resquebrajar nuestra fe en el futuro! Las crisis se suceden una tras otra: crisis financieras y comerciales en las grandes potencias mundiales, crisis causadas por la escasez de alimentos, epidemias causadas por virus y bacterias extrañas, crisis climáticas causadas por el efecto invernadero y por el agujero de ozono, crisis energéticas y grandes catástrofes colectivas como terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, etc. No es preciso enumerarlo todo, ¿no es cierto?
Astrológicamente, algunos de los planetas llamados ‘colectivos’ han cambiado o están cambiando de signo, o sea, están cambiando su área de actuación, promoviendo estas transformaciones tan importantes. Algunos aspectos planetarios repiten el gran ‘T Square’ que causó una crisis a mediados del año pasado, la que denominé el enfrentamiento de los titanes. Plutón vuelve a formar cuadratura con Urano y Saturno que se oponen uno a otro. Esta vez, Neptuno se mantiene ajeno, casi como observador, ya que él está iniciando su andadura por el signo del cual es regente: Piscis, desde donde nos cuestionará mucho, ciertamente, sobre nuestra fe y nuestras creencias.
En este signo es donde Neptuno permanecerá durante los próximos 12 años (aproximadamente). Pero los efectos ‘neptunianos’ aun habremos de discutirlos en otros artículos. Hay tiempo. Neptuno es lento y su efecto disolutivo también se verifica poco a poco. Pero Urano es más rápido, y está en los primeros grados de Aries: nos estimula a promover cambios en nuestra vida. Él nos da una verdadera ‘patada en el c…’ y nos dice: ¡sal del área de confort! ¡Tienes que comprometerte, tienes que participar! ¡Urano es el planeta de las rebeliones, de las huelgas, de las revoluciones! En el signo de Fuego que inicia el Año Solar (Aries) parece bastante a gusto: ¡como un soplo de oxígeno sobre una hoguera! El recado del cielo es ciertamente mostrarnos que es posible comenzar algo nuevo, algo diferente, ¡algo integrador y holístico! No obstante, es necesario tener mucho coraje para tomar decisiones rápidamente, ¡pues Aries no es un signo de acomodadizos!
Y en oposición a Urano encontramos a Saturno, que ahora sale de la retrogradación y retoma la marcha directa. El año pasado, aproximadamente entre junio y septiembre, tuvimos una crisis similar, pero los planetas implicados, Urano y Saturno, se encontraban en Acuario y Virgo; ¡por eso sus efectos tenían ‘otra cara’! Ahora Saturno está en tránsito en Libra (aprox. 10º) y éste es un signo predominantemente social. El recado ahora es bastante diferente: el Cielo nos pide acción y unión, espíritu de iniciativa y capacidad de diálogo, de encontrar acuerdos y compromisos. Y solamente con actitudes responsables (Saturno) y osadas (Urano) podremos superar las tales transiciones colectivas a que nuestra humanidad está siendo sometida.
Y Plutón, que se junta a esos dos planetas como si estuviese en observación, ya estimulando a uno, ya al otro ¿qué nos sugiere? Nos sugiere: ¡transformación! ¡Plutón es el planeta de la vida y de la muerte! ¡O de la muerte y de la vida! O sea: ¡solamente si morimos podemos renacer! ¡Este es el mito del Fénix que resurge de las cenizas para iniciar una nueva vida!
Entonces, apreciados lectores que me acompañáis semanalmente desde hace tantos años, ¿vamos a hacer nuestra parte? ¿Vamos a salir de nuestra zona de confort para adoptar actitudes reales y ayudar a nuestro planeta a iniciar esa nueva fase? ¡La tan anunciada Era de Acuario está sucediendo ahora! Pero ella depende de nuestras actitudes.
En los próximos artículos continuaremos esta conversación nuestra… Aunque, estimados lectores, me gustaría recibir vuestro testimonio personal sobre algunas cuestiones. Como no tengo tiempo disponible para mantener un blog, pido que me escribáis al e-mail indicado a continuación:
- ¿Cómo estás percibiendo estos cambios?
- ¿Cuál es tu parcela de responsabilidad en esta transformación?
- En este mundo en transición ¿cuál será tu papel?
Sería muy interesante iniciar un debate sobre estas cuestiones.
¡Aguardo vuestros correos, escribid vuestras opiniones, compartid vuestras experiencias!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz Divina!
São Paulo, 15 de junio de 2011