El amor representa el centro de nuestra existencia. Él nos alimenta desde que nacemos, pues son los cuidados que recibimos que harán la diferencia y permitirán que podamos crecer y nos desarrollar.
Caminamos a lo largo de la vida siempre nutriéndonos del amor que recibimos de nuestra familia, de nuestros amigos y de nuestros compañeros afectivos. Esta es, además, para muchas personas, la dimensión de la vida donde más se hace presente la necesidad de amor.
Recibir amor es todo lo que más deseamos, sin embargo, existe dentro de nosotros una reserva inagotable de amor, que la mayoría de las veces dirigimos hacia el mundo exterior y nos olvidamos de ofrecerla a nosotros mismos.
Activar la energía amorosa significa reconocer esta fuente y permitir que ella se expanda a partir de nuestro corazón al resto del mundo, sin ninguna expectativa de retribución.
Cuando nos volvemos repletos de amor, él naturalmente atrae nuestra atención, muchas oportunidades de compartirlo. Pero, mientras permanecemos inconscientes de esta riqueza, seguimos como mendigos hambrientos, implorando por el amor del otro, como si de él dependiésemos para sobrevivir.
Esta inversión, que nos lleva a buscar el amor por creer que no tenemos amor, es una de las principales fuentes de sufrimiento. Si, al contrario, pudiésemos sentir que ya tenemos amor suficiente y, por esta razón, deseamos ofertarlo, seguramente la energía asumirá otra naturaleza.
“Las personas se sienten muchas veces rechazadas porque antes de que ellas den algo, ya existe la expectativa. Si la expectativa no es satisfecha, ellas se sienten rechazadas. Es la expectativa que está creando problemas, no el amor.
Da amor sin ningún tipo de cuerdas que lo amarre. Da amor por el puro placer de dar. Alégrate dándolo.
El pájaro cuco, al cantar distante, no se preocupa si a alguien le está gustando o no. Tu piensas que la estrella distante está preocupada si un poeta está escribiendo un bello poema sobre ella o si Vincent Van Gogh está pintándola, ¿o si un fotógrafo o un astrónomo están preocupados con ella? La estrella no está interesada en eso. Su alegría está en continuar brillando.
Simplemente abre tu corazón….Y ábrelo totalmente, sin ninguna expectativa ni condición. Es seguro que alcanzarás el corazón correcto, siempre sucede.
…Y tú estas preguntándome: ¿Seria éste el tiempo y el lugar para abrir mi corazón totalmente?
¡Todo tiempo y todo lugar es el lugar correcto!
…Esperaste demasiado tiempo, no esperes más. Este es el tiempo. Nunca confíes en el momento siguiente; el mañana nunca viene. Es ahora o nunca!