El Feng Shui es una ciencia que determina el comportamiento energético del hombre en relación al medio ambiente en que vive; como ejemplo, su casa, su despacho, la posición de los muebles, la decoración en general.
Es un arte milenario empleado desde tiempos remotos por los orientales, especialmente los chinos, y a partir de comienzos de este siglo era empleada también por los alemanes, franceses, italianos e ingleses.
El técnico en Feng Shui u operador pone su mente en resonancia con las emanaciones de los objetos o personas pesquisadas.
Para muchos chinos, el Feng Shui es un arte, para otros una ciencia, pues el método posee sus características peculiares de pesquisa, con las cuales determina la existencia de anomalías energéticas localizadas en viviendas, lugares de trabajo, terrenos, etc.
Al aplicar el Feng Shui para llevar a cabo una pesquisa en los varios ambientes de una casa o de un despacho, al comienzo se hace un estudio de las energías telúricas negativas de suelo mediante la utilización de instrumentos radiestésicos, como el péndulo cromático; a continuación se determinan las influencias negativas o positivas que esta energía ejerce en aquel lugar.
Hoy en el mundo entero muchas personas han adoptado los principios de la radiestesia y del Feng Shui para convertir sus casas energéticamente contaminadas en casas saludables, porque éstas son comparables a una especie de cuerpo humano, en el cual los ojos, la nariz y la boca son como las ventanas, las puertas y otros accesos que permiten que la energía vital pueda fluir libremente por la casa.
De esa forma pueden determinarse los rincones de la casa donde se encuentran las energías que pueden tener influencia positiva o negativa sobre la armonía de la vida, de la salud, de la riqueza y de la felicidad de las personas que viven en ese determinado lugar. Esta energía vital que corre por los meridianos de nuestro cuerpo es denominada “CHI”, pero ésta actúa también fuera de él, y en ese caso se le denomina energía “SHA”, que existe en todas partes; nos encontramos inmersos en ella y, si sabemos aprovecharla, podemos modificar sus características en beneficio nuestro, solo con aplicar la técnica de distribuirla de forma correcta, reorganizando las habitaciones, el mobiliario de nuestra casa, conforme a los principios del Feng Shui.
El simple hecho de cambiar algunos muebles de lugar, la posición de la cama, la combinación de colores de los muebles, distribuir la decoración de otra forma, puede ser positivo y evitar varios inconvenientes a los habitantes de la casa, como por ejemplo: problemas económicos, problemas de relación, problemas en el matrimonio e incluso problemas de salud, que en cierta forma pueden atribuirse a la casa cuando no se tienen en cuenta los principios del Feng Shui.
Pero hay otros factores que pueden influir de forma negativa o positiva en una casa y sus habitantes, como por ejemplo, dónde está situada, su posición en el barrio, el ambiente creado por el vecindario o la propia naturaleza, como valles, colinas, ríos o carreteras que la rodean y que pueden canalizar o alejar el flujo de las energías vitales del “SHA” en dirección a la casa.
Publicado dia 8/22/2011 10:16:35 AM em STUM WORLD
