Hay personas que solo sueñan mientras duermen, por otra parte, conozco a las que sueñan de otras varias maneras: Despiertas, lúcidas, planificadoras, conscientes y, sí… también al dormir.
¿Qué diferencia hay entre ellas?
Las que únicamente sueñan durmiendo corren el serio riesgo de dejar de sentir deseos de vivir. Son personas que muy probablemente fueron adiestradas por sus padres, por el entorno en que viven, o fueron ignoradas, dejadas de lado durante su período de formación. Habrán oído muchas veces:
Ya te lo he dicho: no se hace así. No vuelvas a repetirlo… sigue mis instrucciones.
Son padres que no tienen la menor noción acerca de la individualidad de sus hijos. Y de la preparación que éstos necesitan para la vida futura.
Son padres que olvidan transmitirles valores, principios conductuales, y ellos, de esta forma, pueden convertirse en verdaderos robots.
El que está adiestrado no sabe salir de una situación no prevista. Sufre, se deprime y pueden convertirse en fácil rehén para un traficante. Rehén inmediato de cualquier droga que le sea ofrecida.
La droga llena una falsa ausencia. En realidad, es ausencia del hueco. Cuando el efecto se va, lo que queda es una dificultad mayor para llenar el vacío de la mente. Una mente hueca no sueña.
A la primera dificultad que encuentre en su andadura, de relación o profesional, el hijo no sabe cómo comportarse. Todo le da miedo y no tiene la menor iniciativa.
Ya no sueña.
Nuestros niños necesitan PREPARACIÓN PARA LA VIDA.
Los que sueñan solamente mientras duermen no saben que la vida es Causa y Efecto y que soñar despierto es, y significa, poner el fertilizante adecuado para nuestra andadura. Coartar esto en un niño es un crimen.
Dos palabras contaminan nuestros sueños: No y Miedo. Ambas son puestas con mala idea en nuestra mente. Son verdaderas termitas para nuestras acciones creativas, para nuestros sueños.
Soñar de día significa tener conocimiento y sabiduría, lo que escapa a aquellos que solo sueñan por la noche.
En esta fase, soñar se confunde con planificar. Pero de una forma vibrante y tranquila. Serena y calma al mismo tiempo. Un soñar correcto y absoluto.
Quien sueña despierto continúa viviendo. Crece, progresa. Sabe distinguir la diferencia entre conocer y saber. Entiende que somos lo que creemos ser. Percibe los acontecimientos a su alrededor y crece con ellos.
Es decidido y ya no es un justificador de sus fracasos.
El significado del término proviene de determinar una acción, o sea, es la determinación lo que marca toda la diferencia en nuestros logros tan soñados.
Quien alcanza objetivos jamás adopta postura de víctima y sabe que es rehén de la energía que él mismo produce.
Soñar es el combustible del alma, de la esencia, del SER.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor