Con esta frase empiezan innumerables correos que recibo cada día en mi dirección profesional. ¡Necesito tu ayuda! Ayudar ¿quiere decir prestar socorro? Sí, pero no quiere decir solucionar el problema por la otra persona. Al menos, así es como pienso. Siento dentro de mí un impulso innato de ayudar, socorrer, aliviar el sufrimiento ajeno. Esto forma parte de mi naturaleza primordial, algo que se ha ido volviendo cada vez más intenso a medida en que he ido creciendo y haciéndome adulta. Sin embargo, recuerdo bien que desde muy niña yo socorría a todos los bichitos enfermos que encontraba por la calle, llevándomelos a casa, ¡para desesperación de mi madre acuariana! Yo, nacida bajo el signo de Piscis y teniendo como regente al planeta Neptuno, ya estaba cumpliendo mi misión, aun sin saberlo.
Esa necesidad de ayudar, no obstante, no siempre ha sido tan apremiante en mí. En determinado período de mi vida, especialmente entre los 18 y los 28 años, vivía de manera egoísta, pensando en mi bienestar y buscando objetivos más materiales. Estudiar, amar, casarme, tener hijos, etc. eran mis objetivos principales en aquel período. Buscaba mi identidad y ciertamente no estaba interesada en ‘cumplir mi misión’. Sin embargo, me doy cuenta de que muchos jóvenes sienten más pronto esa premura, lo cual puede ser un ‘arma de doble filo’. Si por una parte está muy bien que los jóvenes busquen ese desarrollo espiritual más pronto (¡la Era de Acuario que llega!) puede ser como resultado de la inseguridad e inestabilidad en que se encuentran, ¡a causa del caótico mundo actual! Acerca de esto, los cabalistas tradicionales aconsejan a los jóvenes a que sigan el camino de la espiritualidad con cautela, ¡para no desequilibrar su Árbol de la Vida! ¡Afirman que antes hemos de estabilizar las raíces del Árbol para después pensar en hacer crecer sus ramas hacia el cielo! ¡Un árbol poco enraizado caerá con la primera ráfaga! La edad citada en los textos cabalistas está entre los 36-38 años. ¿Por qué razón? ¿Por qué esta edad es tan importante?
Analizándolo astrológicamente, sabemos que en torno a los 36 años coinciden algunos grandes ciclos planetarios que podemos considerar ‘gatillos libertadores’. Los planetas lentos, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón se consideran todos – a su modo – ‘agentes de cambios’. Júpiter tarda 12 años en dar una vuelta completa alrededor del Sol, (en recorrer la rueda zodiacal de 360º), o sea, permanece un año entero en cada signo. Por tanto, crea ciclos de expansión y oportunidades que se repitan a los 12 años, a los 24, a los 36, a los 48, etc. Pero recordemos que los aspectos de cuadratura y oposición (o sea de 90º y 180º) son los más tensos, pero en medio de ellos tenemos aspectos favorables de sextiles y trígonos (de 30º y 60º) que también son importantes para nuestra evolución. La naturaleza del planeta nos indicará naturalmente cuál es el fenómeno asociado al aspecto y de qué forma reaccionaremos frente a su acción.
Saturno, conocido como Señor del Karma, tarda 29,5 años en dar una vuelta completa alrededor del Sol y forma ciclos tensos de 7,3 años. Por tanto, a los 36,8 (29,5 + 7,3) años estaremos ante una crisis de maduración, de responsabilidad. ¡Hemos de estar dispuestos para asumir las riendas de nuestra vida! Indudablemente ese aspecto en nada se compara con la crisis de los 28,5 que ya he descrito ampliamente en artículos anteriores y que también coincide con el ciclo lunar. Pero éste ciertamente nos indicará un período de reflexión y de madurez. ¡Será preciso tomar decisiones, seguir un rumbo! Aquí encontramos la coincidencia indicada por los cabalistas.
Pero continuemos con nuestra reflexión. Urano tarde 83,7 años aproximadamente en completar su vuelta alrededor del Sol, siendo su ciclo de 7 años aproximadamente, tiempo en que recorre cada signo de 30º. Así, a los 35 formará un aspecto de trígono consigo mismo y empezará a hacer surgir dentro de nuestra mente cierta necesidad de conquistar la libertad, de buscar independencia, frente a las normas y constricciones para recorrer nuevos caminos. Finalmente, a los 42, estará en oposición a sí mismo en el mapa natal y nos incitará a internarnos por el camino de la socialización, reduciendo la voluntad del Ego y ayudándonos a desarrollar el auto-sacrificio en favor de una causa común. ¡Por la misma razón, muchos viejos se vuelven niños, especialmente en torno a los 84 años, cuando Urano completará su ciclo!
Neptuno, el planeta de la espiritualidad, tarda bien 164 años para completar su vuelta alrededor del Sol, formando aspectos de aproximadamente 13,6 años, tiempo en que recorre 30º del zodíaco. ¡Constatamos con ese planeta que nuevamente se produce un ciclo que en torno a los 27 años y medio promueve una sensación de pérdida de rumbo que da comienzo a la famosa crisis de los 28 años! Quizá esa sea la causa de que en torno a los 82 años los seres humanos ingresan en un período de desorientación, que antiguamente se denominaba ‘demencia senil’. Olvidos, pérdida de motivación, confusión mental son muy corrientes a esta edad. Con todo, esos son los ciclos del desarrollo espiritual, que debería alcanzar su auge en torno a los 42 años. Actualmente ningún ser humano consigue completar el ciclo de Neptuno, al menos no en el cuerpo material.
Finalmente, Plutón, que recorre su vuelta alrededor del Sol en unos 247 años y ocho meses, divide nuestra vida en antes de los 61,5 años y después de esta edad. Los que ya han ingresado en esta fase llamada de la ‘tercera edad’ saben de qué estoy hablando: las señales de la mortalidad, el miedo a la muerte material, ¡el fin del ciclo de vida se acerca! ¡Recordemos también que los 30 años marcan el fin de la juventud y muchos jóvenes sienten muy fuertemente este cambio que les hace ingresar en la madurez!Bueno, pero ahora que he hablado de todos los Ciclos de Transformación, volvamos al tema inicial: ¿qué puedo hacer yo por vosotros? ¿Qué puede hacer la Astrología, esa ciencia humana milenaria, para aclarar vuestras dudas, aparte de explicar los motivos de vuestros momentos de crisis? La astrología, por medio de sus varias disciplinas, te ayudará, apreciado lector, a comprender la razón de los momentos presentes y te ayudará, ciertamente, a tomar las decisiones acertadas. Te guiará en tus elecciones, dirigiendo tus iniciativas y, sobre todo, arrojará luz sobre cuándo esos momentos de crisis habrán de producirse y cómo se desarrollarán, dependiendo de tu mapa natal. Para eso sirven las previsiones anuales, que incluyen en la interpretación las direcciones secundarias, los tránsitos planetarios y las revoluciones solares. ¡De nada servirá consultar al astrólogo si no estás enterado de que éste te ofrecerá una ayuda, pero no tomará las decisiones por ti! La consulta podrá únicamente indicarte el camino, proporcionarte algunas herramientas, pero serás tú, con tus propios medios, quien habrá de recorrer el camino hacia el desarrollo personal.
Queridos lectores, esta semana hemos charlado bastante sobre astrología y quiero aprovechar para recordar que el sábado día 1º de octubre la CNA – Central Nacional de Astrología hará suceder en São Paulo (y en otras capitales del Brasil, durante el mes de octubre y noviembre) el VI Circuito, que tendrá como tema: Urano, Neptuno y Plutón en nuevos signos – mundos en transformación. Las charlas serán gratuitas y contarán con astrólogos renombrados de todo el Brasil. ¡Acudid a la Librería Cultura del Shopping Bourbon a partir de las 11:00h! ¡El evento es gratuito, pero las plazas son limitadas!
Consultad también en la sección de EVENTOS el nuevo Curso de Tarot Astrológico que iniciaré en octubre. Los interesados pueden inscribirse directamente en el STUM.
¡Agradezco de corazón los incontables correos que recibo, pues por medio de ellos consigo conectarme con todos vosotros, siempre con el propósito de cumplir mi misión de vida!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz Divina! ¡Que vuestros corazones se inunden de amor universal!